El empresario Carlos Ahumada en el reclusorio Norte en junio de 2004.
MÉXICO, D.F. (apro).- A una década de su fallido intento por
descarrilar la candidatura presidencial del entonces jefe de Gobierno
del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, con los llamados
videoescándalos, el empresario Carlos Ahumada vuelve a la carga:
En declaraciones al diario El Universal y a Ciro Gómez Leyva, en
Radio Fórmula, el exconstructor, ahora metido en negocios relacionados
con la energía solar en su natal Argentina, revela que ya emprendió las
acciones legales correspondientes en su país para cobrarle al PRD parte
del dinero que invirtió en ese instituto político hace 10 años.
El también dirigente del equipo de futbol San Luis de la segunda
división argentina, pretende la devolución de 200 millones de pesos que
le prestó al partido para saldar sus deudas, en la recta final de la
gestión de Rosario Robles Berlanga, actual secretaria de Desarrollo
Social del gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Me deben 200 millones de pesos, es el importe a 2003, una semana
antes cuando Rosario Robles salió de la presidencia del PRD, fue cuando
se documentó la deuda”, dijo.
Incluso, confía en que tiene documentos, videos y “varias cosas más”.
En 2003 Ahumada se alió a el expresidente Carlos Salinas de Gortari y
con el panista Diego Fernández de Cevallos para intentar frustrar las
aspiraciones presidenciales del entonces jefe de Gobierno del DF, Andrés
Manuel López Obrador, en venganza porque este último no lo dejó
participar en el concurso para la construcción de la primera etapa de
los segundos pisos por sus oscuros negocios en algunas delegaciones
políticas de la capital.
Entre los tres fraguaron la difusión de tres videograbaciones con las
que pretendían “reventar” a López Obrador. En la primera se veía al
entonces titular de Finanzas del GDF, Gustavo Ponce Meléndez, apostando
en Las Vegas; en el segundo video, muestra al entonces líder de la ALDF y
exsecretario particular de AMLO, René Bejarano, recibiendo dinero de
Ahumada, y en el tercero se ve a Carlos Imaz, salir de las oficinas de
Ahumada con una bolsa de dinero.
La estrategia tramada por Ahumada en complicidad con Salinas y
Fernández de Cevallos y con la colaboración del gobierno de Vicente Fox
se vino abajo cuando se descubrió la trama por la que sus cómplices le
iban a pagar 400 millones de pesos.
En la entrevista con El Universal, el propio Ahumada confiesa que
Salinas de Gortari y Fernández de Cevallos sólo le dieron 35 y 33
millones de pesos, respectivamente.
Sobre su intención de regresar a México, donde ha sido huésped en
distintos reclusorios por fraude, la última de ellas por cobrar obras no
ejecutadas en la delegación Tláhuac, el empresario asegura que no por
el momento.
Y es que teme que lo detengan porque todavía tiene cuentas pendientes con la justicia.
“No pienso regresar a México, por precaución y porque así me lo recomendaron” , dice.
Ahumada se lanza luego contra la mujer que le abrió las puertas del
GDF para enriquecerse y con la que sostuvo una relación íntima, Rosario
Robles.
“El dinero que estoy tratando de cobrar, que estoy reclamando, es un
dinero que presté al PRD, independientemente del dinero producto de la
extorsión, cuando era presidenta Rosario Robles y hoy secretaria de
Desarrollo Social, obviamente tienen todo el poder político”, dijo.
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