
Pese a que en zonas
residenciales de lujo en Tijuana existe una moratoria para la expedición de
permisos de operación y licencias de construcción de negocios como bares,
antros, restaurantes y salones de fiesta, proliferan alterando el uso de suelo
y generando impacto vehicular, contaminación visual y ambiental a los
residentes.
Y es que el
Departamento de Usos de Suelo y Operatividad municipal determina que para
establecer un negocio, debe considerarse el Programa de Desarrollo Urbano de
Tijuana, el cual contempla las variables de la zona para analizar la
compatibilidad de los usos de suelo, pero el Ayuntamiento de Tijuana sí apoya
alterar la zona cuando existe influyentismo.
Prueba de ello es
que si el interesado solicita un permiso para operar un bar o un restaurante en
el fraccionamiento Chapultepec (zona residencial), se le otorga, pese a que
desde 2012 está vigente la moratoria para la expedición de autorizaciones
municipales en materia de edificación, así como permisos de operación, aprobado
por el Cabildo municipal.
Para los
microempresarios que desean instalar un negocio en la Zona Este de la ciudad,
la Ley sí aplica, ya que no les otorgan las anuencias precisamente por estar en
zona residencial y no les dejan otra opción que seguir en la informalidad a
quienes no tienen dinero para ubicarse en una plaza comercial, donde las rentas
oscilan entre 3 mil y 5 mil pesos mensuales, además de los 30 mil pesos que
aproximadamente se requieren para adecuar el local, y 6 mil pesos promedio para
el trámite de permisos ante las autoridades municipales y estatales.
Al no obtener la
debida autorización, los improvisados comerciantes están a merced de la
extorsión de inspectores municipales que piden dádivas para no cerrarles el
negocio del cual subsisten.
Cabe mencionar que
de acuerdo a la Dirección de Responsabilidades, dependiente de Sindicatura
Municipal, el año pasado se registraron ocho denuncias por presunta extorsión,
mientras que en el transcurso de 2013, se han presentado cuatro quejas por la
misma causa.
Por otro lado, el
Ayuntamiento de Tijuana presume que con el Sistema de Apertura Rápida de
Empresas (SARE), que implementó al inicio de la administración, en tres días se
puede abrir un negocio en Tijuana, siempre y cuando no se localice en un área
habitacional.
De acuerdo a cifras
oficiales, la tasa de desempleo en Baja California es del 7 por ciento, por lo
que hasta el momento siguen sin recuperarse aproximadamente 30 mil fuentes
laborales que se perdieron desde 2008, cuando se presentó la crisis de Estados
Unidos y que afectó al país.
“De la Población
Económicamente Activa, el 30 por ciento en Tijuana está en la informalidad. Ante
la falta de empleo y con su liquidación en el bolsillo, los desempleados en su
momento buscaron abrir un comercio, que es lo más sencillo para poder tener
sustento en su casa”, externó un economista consultado por ZETA.
TESTIMONIOS
El SARE -programa de
la Secretaría de Desarrollo Económico Tijuana- fue implementado por la actual
administración, y contempla la apertura rápida para 134 giros comerciales, pero
estar en la lista no es garantía de poder abrir el negocio. Valgan los
siguientes casos: Un ama de casa con discapacidad ha solicitado en más de tres
ocasiones el permiso de uso de suelo ante la autoridad correspondiente (pagó
mil 250 pesos cada vez que acudió, para un total de 5 mil pesos) sin que se lo
hayan autorizado hasta el momento, a pesar de que el programa en cuestión,
contempla el apartado de “Neverías Excluyendo Procesos de Elaboración”.
Otro caso es el de
un café internet que no ha sido aprobado, a pesar de que el listado del SARE lo
menciona en el apartado “Consulta en Línea y Otros Proveedores de Información”.
A lo anterior se
agrega la dificultad de llevar a la formalidad un negocio, ya que el
trámite tarda entre tres y seis meses,
siempre y cuando la autoridad decida otorgar las anuencias correspondientes;
aunado a lo oneroso de los permisos (6 mil pesos) para un negocio que en
promedio genera 500 o mil pesos diarios.
ZETA visitó diversos
fraccionamientos de la periferia y pudo constatar que están impactados por
establecimientos sin regularizar, según dijeron los dueños, debido a que se
trata de zonas residenciales. La lista va desde abarrotes, peleterías,
papelerías, talleres y panaderías, por mencionar algunos.
35 mil formales
Información de la Cámara Nacional de Comercio
(CANACO) establece que de los 35 mil negocios que tiene registrados el
Ayuntamiento, 85 por ciento son comercios, prestadores de servicios y
profesionistas que tienden a pagar su regulación tanto en tiempo como en
recursos económicos.
Éste es uno de los
principales objetivos del Presidente del país, pasar de la informalidad para
generar un valor agregado en la actividad económica. Si vives en una economía
de crisis, tienes que valorar hasta dónde el gobierno está contemplando el
presupuesto de ingresos, lo que van a cobrar, si están sensibilizados a cobrar
lo justo y el contribuyente a pagar lo justo”, expresó Karim Chalita, titular
de CANACO Tijuana.
A decir del
consultado, un pequeño negocio debe contemplar en su inventario entre 20 mil y
30 mil pesos para la venta, en tanto que los trámites municipales tienen un
costo entre 6 mil y 9 mil pesos.
“Un negocio pequeño
vende entre 500 y mil pesos, y de ahí se sostienen una familia y le pagan al
colaborador, así cómo va a poder cumplir con pagar de tajo toda la
tramitología, independientemente del tiempo para recabar información que te
exige la autoridad y lo que pagas. Es una de las barreras más desalentadoras
que puede tener cualquier comerciante y el profesionista; abogados,
veterinarios arquitectos…”, planteó.
Ante tal situación,
Chalita indicó que han trabajado con el Ayuntamiento para que en el proceso de
regularización de negocios se subsane la parte donde se desmotiva a las
personas, pues sabe de lugares que tienen entre uno y cinco años sin
registrarse, por lo que aún hace falta avanzar en el tema de la simplificación
administrativa para una regularización ágil que dé seguridad al futuro contribuyente.
“Hemos firmado
algunos convenios, como Empresa Confiable, Negocio Verde, por lo menos el
precedente para que haya un desarrollo económico y una mejor calidad de vida de
los ciudadanos. Es responsabilidad del gobierno arrastrar el lápiz y hacer la
tarea para que esa micro y pequeñas empresas tengan certidumbre, y que no se
sientan vulnerables al no estar regularizados, temerosos de que les clausuren o
cierren”, acotó.
Viacrucis pasar a la
formalidad
Para el contador
Juan Manuel Hernández Brito, es más fácil regularizar una planta en un parque
industrial a un negocio pequeño ubicado en “X” colonia, por estar ubicado en
zona habitacional.
En su opinión,
cuando un cliente les solicita llevar los trámites, le especifican que el cobro
no es por el llenado de formatos, sino por el tiempo que se pierde en las
gestiones, pues inician con el permiso de uso de suelo (45 días), de Bomberos
(30 días), trámite de ecología municipal (30 días) y, una vez cumplidos, se
regresa a la Dirección de Administración Urbana
y son 45 días más. De requerirse un anuncio en la delegación, es un
trámite más, por lo que toma entre seis y ocho meses regularizarse ante el
Ayuntamiento.
“Cuando no le dan el
permiso, el ciudadano de a pie queda desamparado y tiene que volver a pagar los
trámites, o termina dando una mochada para que no les cierren. Anteriormente se
había planteado un grupo colegiado de diferentes organismos para que vieran
dónde se hacen los cuellos de botella y que además fuera más amigable el
llenado de formatos, formas y trámites; porque en todas las instancias te piden
los mismos documentos”, expuso Hernández,
para agregar que tiene la esperanza de que Jorge Astiazarán, el próximo
alcalde de Tijuana, quien se ha manifestado en trabajar en el tema de la agilización
de tramitología, lleve a cabo esa tarea.
GOBIERNO DEL ESTADO TAMPOCO AYUDA
La administración de José Guadalupe Osuna
Millán generó el Programa de Asistencia para la Protección y Generación de
Empleo Formal en Microempresas, en el que a través de extensionistas
universitarios de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se buscaba
brindar apoyo para que en el estado se formalizaran pequeños comercios.
Al cierre de la
administración llegaron a los 10 mil 125 negocios en el Régimen de Pequeños
Contribuyentes (REPECOS), donde éstos pagan una cuota asignada por el Gobierno
del Estado, siempre y cuando tengan ingresos anuales menores a 2 millones de
pesos.
Dentro de los
comercios que asistieron, se encuentran comercios, talleres, empresas de
elaboración de alimentos, estéticas y restaurantes, afirmó Natanael Ramírez
Angulo, subsecretario de Atención a Pequeñas y Medianas Empresas, de la
Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO).
“Con el tema de los
municipios es más polémico y complejo, sobre todo con la parte de los costos y
los trámites. La coordinación que hicimos fue informar bien a los
microempresarios, tenerlos bien capacitados en los trámites que se requerían,
sin embargo, nosotros no hacíamos el proceso. El costo económico y la decisión
del trámite ellos lo decidían”.
— Entonces su
trabajo quedó a medias, porque no están formales del todo…, se planteó a
Ramírez Angulo.
“A medias no.
Nuestro plan era registrarlos como REPECOS para que tuvieran acceso a créditos.
Entre el 35 y 40 por ciento llegaron a ese proceso, pero algunos no solicitaron
financiamiento porque no lo requerían. Se les acercó el conocimiento, que les
permitiera mejorar su actividad económica”.
Quedaron a medias
El secretario de Desarrollo Económico en
Tijuana, Miguel Velasco Bustamante, afirmó que el SARE es una realidad, y que
en la administración se recibieron 586 trámites con el programa en cuestión.
Aseguró que la lista
de giros con actividades no peligrosas (130) puede ampliarse a futuro, y lo que
les queda por hacer es llevarlo a las delegaciones, para que sea ahí donde se
reciban las solicitudes para la entrega de permisos de operación a las mini y
micro empresas ubicadas alrededor de las cabeceras municipales.
— Hay casos de
negocios que están instalados en espacios residenciales, que quieren abrir
formalmente y no les estregan el permiso, a pesar de que el listado del SARE
los contempla.
“Cuando esos
fraccionamientos fueron autorizados, lo hicieron con régimen de condóminos y
son zonas habitacionales, no incluyeron que pudieran hacerse zonas comerciales.
El único caso que tenemos es Valle de San Pedro, por eso no se pueden
regularizar”.
— ¿Por qué no
avanzaron en eso, si es lo que se necesitaba?
“Es cierto, no se
hizo, pero se puede hacer, porque lo es que estamos sugiriendo de acuerdo a una
simplificación administrativa, tenemos que hacer una ingeniería de procesos,
ver dónde están los atorones y lo complejo. Y en áreas como Desarrollo Urbano,
agilizar los permisos de uso de suelo, actualizar los reglamentos”.
Por último, Velasco
lanzó un exhorto:
“Pedimos a la
ciudadanía que cuando un inspector les pida dinero, lo reporten al Ayuntamiento
para sancionarlo”.
Costos de permisos en Tijuana
Dictamen de uso de suelo |
1,158.00
|
Certificado de medidas de seguridad 51-100 metros |
1,368.00
|
Anuencia de impacto ambiental |
926.00
|
0-50 mts |
779.00
|
51-100 mts |
1,368.00
|
Anuencia de impacto ambiental |
926.00
|
Licencia de anuncios |
xxxxx
|
Rótulo pintado (nuevo) |
578.00
|
Rótulo pintado (regularizado) |
653.00
|
Adosado (nuevo) |
758.00
|
Adosado (regularización) |
1,010.00
|
Licencia de operación mercantil |
xxxxx
|
0-35 mts |
347.00
|
36-100 mts |
1,158.00
|
Oficinas administrativas |
926.00
|
Destituyen a inspectores
En torno a las denuncias de extorsión por parte de
inspectores municipales, de acuerdo a la directora de Responsabilidades
de Sindicatura Municipal, Albina Gómez Serna, a ocho inspectores se les
archivó el asunto de acusación porque las personas que se quejaron, no
ratificaron su denuncia, solo acudieron en una ocasión a Sindicatura y
se intentó localizarlos para que ratificaran, pero no fue posible.
A dos más se les sigue instrucción, es decir, se les
está investigando, y cuatro casos más están a punto de tener resolución,
bien por falta de elementos de prueba o suficientes para su
destitución. Dos inspectores ya fueron cesados de sus cargos.
- See more at: http://www.zetatijuana.com/ZETA/reportajez/ayuntamiento-de-tijuana-discrimina/#sthash.21zqWauY.dpufCostos de permisos en Tijuana
Dictamen de uso de suelo |
1,158.00
|
Certificado de medidas de seguridad 51-100 metros |
1,368.00
|
Anuencia de impacto ambiental |
926.00
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0-50 mts |
779.00
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51-100 mts |
1,368.00
|
Anuencia de impacto ambiental |
926.00
|
Licencia de anuncios |
xxxxx
|
Rótulo pintado (nuevo) |
578.00
|
Rótulo pintado (regularizado) |
653.00
|
Adosado (nuevo) |
758.00
|
Adosado (regularización) |
1,010.00
|
Licencia de operación mercantil |
xxxxx
|
0-35 mts |
347.00
|
36-100 mts |
1,158.00
|
Oficinas administrativas |
926.00
|
Destituyen a inspectores
En torno a las denuncias de extorsión por parte de
inspectores municipales, de acuerdo a la directora de Responsabilidades
de Sindicatura Municipal, Albina Gómez Serna, a ocho inspectores se les
archivó el asunto de acusación porque las personas que se quejaron, no
ratificaron su denuncia, solo acudieron en una ocasión a Sindicatura y
se intentó localizarlos para que ratificaran, pero no fue posible.
A dos más se les sigue instrucción, es decir, se les
está investigando, y cuatro casos más están a punto de tener resolución,
bien por falta de elementos de prueba o suficientes para su
destitución. Dos inspectores ya fueron cesados de sus cargos.
- See more at: http://www.zetatijuana.com/ZETA/reportajez/ayuntamiento-de-tijuana-discrimina/#sthash.21zqWauY.dpuf
Costos de permisos en Tijuana
Dictamen
de uso de suelo
|
1,158.00
|
Certificado
de medidas de seguridad
51-100
metros
|
1,368.00
|
Anuencia
de impacto ambiental
|
926.00
|
0-50 mts
|
779.00
|
51-100 mts
|
1,368.00
|
Anuencia
de impacto ambiental
|
926.00
|
Licencia
de anuncios
|
xxxxx
|
Rótulo
pintado (nuevo)
|
578.00
|
Rótulo
pintado (regularizado)
|
653.00
|
Adosado
(nuevo)
|
758.00
|
Adosado
(regularización)
|
1,010.00
|
Licencia
de operación mercantil
|
xxxxx
|
0-35 mts
|
347.00
|
36-100 mts
|
1,158.00
|
Oficinas
administrativas
|
926.00
|
Destituyen a inspectores
En torno a
las denuncias de extorsión por parte de inspectores municipales, de acuerdo a
la directora de Responsabilidades de Sindicatura Municipal, Albina Gómez Serna,
a ocho inspectores se les archivó el asunto de acusación porque las personas
que se quejaron, no ratificaron su denuncia, solo acudieron en una ocasión a
Sindicatura y se intentó localizarlos para que ratificaran, pero no fue
posible.
A dos más se
les sigue instrucción, es decir, se les está investigando, y cuatro casos más
están a punto de tener resolución, bien por falta de elementos de prueba o
suficientes para su destitución. Dos inspectores ya fueron cesados de sus
cargos.
(SEMANARIO
ZETA/ Francisco Navarro Fausto /octubre 21, 2013 12:00 PM)
Ayuntamiento de Tijuana discrimina
Posted
octubre 21, 2013 12:00 PM by Francisco Navarro Fausto
Mientras en el fraccionamiento Chapultepec prevalece una moratoria para la expedición
de permisos de operación y licencias de construcción de todo tipo de
negocios, en zonas de bajos ingresos de Tijuana, los comerciantes abren
sus “changarros” clandestinamente en casa, a merced de inspectores
“extorsionadores”. En el intento de regularizarse, enfrentan el
viacrucis del SARE
Pese a que en zonas residenciales de lujo en Tijuana existe una moratoria para la expedición de permisos de operación y licencias de construcción de negocios como bares, antros, restaurantes y salones de fiesta, proliferan alterando el uso de suelo y generando impacto vehicular, contaminación visual y ambiental a los residentes.
Y es que el Departamento de Usos de Suelo y Operatividad
municipal determina que para establecer un negocio, debe considerarse
el Programa de Desarrollo Urbano de Tijuana, el cual contempla las
variables de la zona para analizar la compatibilidad de los usos de
suelo, pero el Ayuntamiento de Tijuana sí apoya alterar la zona cuando
existe influyentismo.
Prueba de ello es que si el interesado solicita un
permiso para operar un bar o un restaurante en el fraccionamiento
Chapultepec (zona residencial), se le otorga, pese a que desde 2012 está
vigente la moratoria para la expedición de autorizaciones municipales
en materia de edificación, así como permisos de operación, aprobado por
el Cabildo municipal.
Para los microempresarios que desean instalar un negocio
en la Zona Este de la ciudad, la Ley sí aplica, ya que no les otorgan
las anuencias precisamente por estar en zona residencial y no les dejan
otra opción que seguir en la informalidad a quienes no tienen dinero
para ubicarse en una plaza comercial, donde las rentas oscilan entre 3
mil y 5 mil pesos mensuales, además de los 30 mil pesos que
aproximadamente se requieren para adecuar el local, y 6 mil pesos
promedio para el trámite de permisos ante las autoridades municipales y
estatales.
Al no obtener la debida autorización, los improvisados
comerciantes están a merced de la extorsión de inspectores municipales
que piden dádivas para no cerrarles el negocio del cual subsisten.
Cabe mencionar que de acuerdo a la Dirección de
Responsabilidades, dependiente de Sindicatura Municipal, el año pasado
se registraron ocho denuncias por presunta extorsión, mientras que en el
transcurso de 2013, se han presentado cuatro quejas por la misma causa.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Tijuana presume que
con el Sistema de Apertura Rápida de Empresas (SARE), que implementó al
inicio de la administración, en tres días se puede abrir un negocio en
Tijuana, siempre y cuando no se localice en un área habitacional.
De acuerdo a cifras oficiales, la tasa de desempleo en
Baja California es del 7 por ciento, por lo que hasta el momento siguen
sin recuperarse aproximadamente 30 mil fuentes laborales que se
perdieron desde 2008, cuando se presentó la crisis de Estados Unidos y
que afectó al país.
“De la Población Económicamente Activa, el 30 por ciento
en Tijuana está en la informalidad. Ante la falta de empleo y con su
liquidación en el bolsillo, los desempleados en su momento buscaron
abrir un comercio, que es lo más sencillo para poder tener sustento en
su casa”, externó un economista consultado por ZETA.
Testimonios
El SARE -programa de la Secretaría de Desarrollo
Económico Tijuana- fue implementado por la actual administración, y
contempla la apertura rápida para 134 giros comerciales, pero estar en
la lista no es garantía de poder abrir el negocio. Valgan los siguientes
casos: Un ama de casa con discapacidad ha solicitado en más de tres
ocasiones el permiso de uso de suelo ante la autoridad correspondiente
(pagó mil 250 pesos cada vez que acudió, para un total de 5 mil pesos)
sin que se lo hayan autorizado hasta el momento, a pesar de que el
programa en cuestión, contempla el apartado de “Neverías Excluyendo
Procesos de Elaboración”.
Otro caso es el de un café internet que no ha sido
aprobado, a pesar de que el listado del SARE lo menciona en el apartado
“Consulta en Línea y Otros Proveedores de Información”.
A lo anterior se agrega la dificultad de llevar a la
formalidad un negocio, ya que el trámite tarda entre tres y seis meses,
siempre y cuando la autoridad decida otorgar las anuencias
correspondientes; aunado a lo oneroso de los permisos (6 mil pesos) para
un negocio que en promedio genera 500 o mil pesos diarios.
ZETA visitó diversos fraccionamientos de la
periferia y pudo constatar que están impactados por establecimientos sin
regularizar, según dijeron los dueños, debido a que se trata de zonas
residenciales. La lista va desde abarrotes, peleterías, papelerías,
talleres y panaderías, por mencionar algunos.
35 mil formales
Información de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO)
establece que de los 35 mil negocios que tiene registrados el
Ayuntamiento, 85 por ciento son comercios, prestadores de servicios y
profesionistas que tienden a pagar su regulación tanto en tiempo como en
recursos económicos.
A decir del consultado, un pequeño negocio debe
contemplar en su inventario entre 20 mil y 30 mil pesos para la venta,
en tanto que los trámites municipales tienen un costo entre 6 mil y 9
mil pesos.
“Un negocio pequeño vende entre 500 y mil pesos, y de
ahí se sostienen una familia y le pagan al colaborador, así cómo va a
poder cumplir con pagar de tajo toda la tramitología, independientemente
del tiempo para recabar información que te exige la autoridad y lo que
pagas. Es una de las barreras más desalentadoras que puede tener
cualquier comerciante y el profesionista; abogados, veterinarios
arquitectos…”, planteó.
Ante tal situación, Chalita indicó que han trabajado con
el Ayuntamiento para que en el proceso de regularización de negocios se
subsane la parte donde se desmotiva a las personas, pues sabe de
lugares que tienen entre uno y cinco años sin registrarse, por lo que
aún hace falta avanzar en el tema de la simplificación administrativa
para una regularización ágil que dé seguridad al futuro contribuyente.
“Hemos firmado algunos convenios, como Empresa
Confiable, Negocio Verde, por lo menos el precedente para que haya un
desarrollo económico y una mejor calidad de vida de los ciudadanos. Es
responsabilidad del gobierno arrastrar el lápiz y hacer la tarea para
que esa micro y pequeñas empresas tengan certidumbre, y que no se
sientan vulnerables al no estar regularizados, temerosos de que les
clausuren o cierren”, acotó.
Viacrucis pasar a la formalidad
Para el contador Juan Manuel Hernández Brito, es más
fácil regularizar una planta en un parque industrial a un negocio
pequeño ubicado en “X” colonia, por estar ubicado en zona habitacional.
En su opinión, cuando un cliente les solicita llevar los
trámites, le especifican que el cobro no es por el llenado de formatos,
sino por el tiempo que se pierde en las gestiones, pues inician con el
permiso de uso de suelo (45 días), de Bomberos (30 días), trámite de
ecología municipal (30 días) y, una vez cumplidos, se regresa a la
Dirección de Administración Urbana y son 45 días más. De requerirse un
anuncio en la delegación, es un trámite más, por lo que toma entre seis y
ocho meses regularizarse ante el Ayuntamiento.
“Cuando no le dan el permiso, el ciudadano de a pie
queda desamparado y tiene que volver a pagar los trámites, o termina
dando una mochada para que no les cierren. Anteriormente se había
planteado un grupo colegiado de diferentes organismos para que vieran
dónde se hacen los cuellos de botella y que además fuera más amigable el
llenado de formatos, formas y trámites; porque en todas las instancias
te piden los mismos documentos”, expuso Hernández, para agregar que
tiene la esperanza de que Jorge Astiazarán, el próximo alcalde de
Tijuana, quien se ha manifestado en trabajar en el tema de la
agilización de tramitología, lleve a cabo esa tarea.
Gobierno del Estado tampoco ayuda
La administración de José Guadalupe Osuna Millán generó
el Programa de Asistencia para la Protección y Generación de Empleo
Formal en Microempresas, en el que a través de extensionistas
universitarios de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se
buscaba brindar apoyo para que en el estado se formalizaran pequeños
comercios.
Al cierre de la administración llegaron a los 10 mil 125
negocios en el Régimen de Pequeños Contribuyentes (REPECOS), donde
éstos pagan una cuota asignada por el Gobierno del Estado, siempre y
cuando tengan ingresos anuales menores a 2 millones de pesos.
Dentro de los comercios que asistieron, se encuentran
comercios, talleres, empresas de elaboración de alimentos, estéticas y
restaurantes, afirmó Natanael Ramírez Angulo, subsecretario de Atención a
Pequeñas y Medianas Empresas, de la Secretaría de Desarrollo Económico
(SEDECO).
“Con el tema de los municipios es más polémico y
complejo, sobre todo con la parte de los costos y los trámites. La
coordinación que hicimos fue informar bien a los microempresarios,
tenerlos bien capacitados en los trámites que se requerían, sin embargo,
nosotros no hacíamos el proceso. El costo económico y la decisión del
trámite ellos lo decidían”.
— Entonces su trabajo quedó a medias, porque no están formales del todo…, se planteó a Ramírez Angulo.
“A medias no. Nuestro plan era registrarlos como REPECOS
para que tuvieran acceso a créditos. Entre el 35 y 40 por ciento
llegaron a ese proceso, pero algunos no solicitaron financiamiento
porque no lo requerían. Se les acercó el conocimiento, que les
permitiera mejorar su actividad económica”.
Quedaron a medias
El secretario de Desarrollo Económico en Tijuana,
Miguel Velasco Bustamante, afirmó que el SARE es una realidad, y que en
la administración se recibieron 586 trámites con el programa en
cuestión.
Aseguró que la lista de giros con actividades no
peligrosas (130) puede ampliarse a futuro, y lo que les queda por hacer
es llevarlo a las delegaciones, para que sea ahí donde se reciban las
solicitudes para la entrega de permisos de operación a las mini y micro
empresas ubicadas alrededor de las cabeceras municipales.
— Hay casos de negocios que están instalados
en espacios residenciales, que quieren abrir formalmente y no les
estregan el permiso, a pesar de que el listado del SARE los contempla.
“Cuando esos fraccionamientos fueron autorizados, lo
hicieron con régimen de condóminos y son zonas habitacionales, no
incluyeron que pudieran hacerse zonas comerciales. El único caso que
tenemos es Valle de San Pedro, por eso no se pueden regularizar”.
— ¿Por qué no avanzaron en eso, si es lo que se necesitaba?
“Es cierto, no se hizo, pero se puede hacer, porque lo
es que estamos sugiriendo de acuerdo a una simplificación
administrativa, tenemos que hacer una ingeniería de procesos, ver dónde
están los atorones y lo complejo. Y en áreas como Desarrollo Urbano,
agilizar los permisos de uso de suelo, actualizar los reglamentos”.
Por último, Velasco lanzó un exhorto:
“Pedimos a la ciudadanía que cuando un inspector les pida dinero, lo reporten al Ayuntamiento para sancionarlo”.