El primer gran triunfo del PAN ocurrió
en Baja California en 1989. Desde entonces ese partido no ha soltado la gubernatura
pero en las elecciones del próximo julio se asoma al desbarrancadero. A
trompicones desde la debacle de 2012, los panistas sólo tienen una baza para
pelear por su último bastión: el carisma de un candidato que suele perder los
estribos. Y enfrente tienen a un PRI con consigna: es la primera elección para
gobernador durante el gobierno de Peña Nieto y es imperativo mandar un mensaje
de fortaleza.
JOSÉ GIL OLMOS
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Baja California
ha sido gobernada por el PAN durante casi un cuarto de siglo. Desde que en 1989
llegó Ernesto Ruffo Appel, el panismo no ha soltado las riendas del estado y
actualmente ya es la entidad con más tiempo en manos albiazules, seguida por
Guanajuato, que gobierna desde 1995.
Pero en las elecciones del próximo 7
julio, el candidato del PAN, Francisco Kiko Vega, está en riesgo. Los priistas,
que llegan renovados por la recuperación del poder presidencial con Enrique
Peña Nieto, han lanzado como candidato a Fernando Castro Trenti, mejor conocido
como El Diablo. Él es allegado al coordinador del PRI en la Cámara de
Diputados, Manlio Fabio Beltrones.
A diferencia de las elecciones
anteriores, el PAN llega a estos comicios con una fuerza menguada tras la
derrota histórica de 2012. Esta posibilidad de derrota ha creado la sospecha de
que el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, podría negociar con Peña Nieto
la victoria de Kiko Vega, a cambio de la permanencia panista en el Pacto por
México.
El líder del PRI en la Cámara de
Diputados, Manlio Fabio Beltrones, rechazó esta versión calificándola de
“chismografía”, igual que el líder de los diputados panistas, Luis Alberto
Villarreal. Beltrones aseguró que sería tanto como ofender la inteligencia de
los bajalifornianos y aceptar que el triunfo del PAN en esa entidad sería
producto de una negociación. Sin embargo, la especie se mantiene como una nueva
versión de las famosas “concertacesiones” que Carlos Salinas de Gortari hizo
con el PAN: el partido conservador podría acceder a gubernaturas a cambio de
legitimación y apoyo al plan económico salinista.
De acuerdo con los investigadores Víctor
Alejandro Espinoza y José María Ramos García, miembros del Colegio de la
Frontera Norte, ganar la elección de Baja California es vital para el PAN, pues
le daría un poco de oxígeno luego de las derrotas en la elección local de hace
dos años, cuando perdió las cinco alcaldías y la mayoría en el Congreso.
En tanto, para el PRI es clave conseguir
un triunfo porque mandaría un mensaje de fortaleza acerca del gobierno de
Enrique Peña Nieto: es su primera elección de gubernatura.
GUERRA
SUCIA
En la debacle electoral de 2012 el
panismo no sólo perdió la Presidencia de la República, Jalisco, Morelos y
Yucatán. Además, se quedó sin 80% de su militancia: del millón 868 mil 567 que
estaban inscritos en el padrón sólo 368 mil 253 refrendaron su militancia.
A un mes de la elección, el PAN –aliado
con el PRD– se ha lanzado contra Castro Trenti en las redes sociales. En un
spot que se puede ver en internet, los líderes de ambos partidos, Gustavo
Madero y Jesús Zambrano, denuncian presuntos desvíos del Congreso estatal en
favor del candidato priista.
“¿Cómo creerles cuando en Baja
California ponen como su candidato a gobernador a alguien que ni los de su
partido quieren?”, cuestiona Zambrano. Y el presidente del PAN abunda: “La
transparencia en la gestión de Castro Trenti ha sido muy cuestionada”. Ambos
terminan el anuncio con un grito al unísono: “En Baja California… ¡Kiko Vega es
el bueno!”.
Los senadores panistas Ernesto Ruffo
Appel y el perredista Armando Ríos Piter lanzaron otro spot contra el candidato
de la coalición PRI-PT-PVEM y Partido Encuentro Social. Ahí se escucha:
“Primero me Castro antes que votar por Trenti”, “Por algo le dicen El Diablo”,
“Ni en su casa lo quieren” y “Árbol que nace torcido ni la gubernatura lo
endereza”. El mensaje muestra una imagen caricaturizada de Castro Trenti, con
cuernos de diablo y luciendo como el Señor Burns, personaje aborrecible de la
serie Los Simpson.
Los panistas y perredistas, aliados con
el Panal y el Partido Estatal de Baja California, también interpusieron una
queja ante el IFE por la contratación de propaganda en la final de futbol entre
América y Cruz Azul.
En los espacios de publicidad estática
alrededor de la cancha del estadio Azteca aparecieron los mensajes de “Vota” y
“Gobernador” con el logo de la coalición Compromiso por Baja California, que
apoya a Castro Trenti. Esto, para panistas y perredistas, es una violación a la
ley electoral, pues se trata de propaganda en televisión que, además, puede
significar el rebase en los topes de campaña.
Manlio Fabio Beltrones, líder de la
bancada del PRI en la Cámara de Diputados, salió a defender a su amigo. Dijo
que se trataba de actos desesperados del PAN y del PRD, y que estas campañas
sucias no ayudan a los bajacalifornianos que quieren paz y tranquilidad.
Es posible, afirmó, “que estos partidos
políticos que han iniciado las guerras sucias y las campañas de lodo tengan las
mismas encuestas que nosotros, que nos dan como triunfadores al PRI y a
Fernando Castro Trenti”.
De hecho, según un sondeo telefónico hecho
por el PAN, en este momento se registraría un empate. Y en la encuesta del PRI,
Castro Trenti tiene una ventaja de 10 puntos sobre Vega.
Ante este panorama, el aspirante panista
apuesta a su carisma y los líderes del PAN y PRD, a los golpes bajos.
DESGASTE
NATURAL
En los últimos cuatro años de la
administración del panista José Guadalupe Osuna Millán los delitos de alto
impacto –extorsión, homicidio y robo de auto– se han reducido entre 4.6% y 15%.
El proceso judicial en Estados Unidos contra los hermanos Arellano
presuntamente ha tenido un efecto de pacificación, pues ahora son los delitos
del fuero común los que se han incrementado en la entidad, sobre todo en
Mexicali y Tijuana.
Sin embargo, en las elecciones para
gobernador, uno de los temas que tendrán más peso es precisamente el de la
inseguridad, sostiene el investigador José María Ramos García.
“Durante esta administración, en el tema
de delitos de alto impacto, los logros son importantes. Sin embargo, en los
delitos del orden común estamos en los diez primeros lugares a escala nacional.
Esto tiene que ver con lo que implica gobernar un estado fronterizo con
problemas característicos como inseguridad, migración y narcotráfico”, señala
el director del Departamento de Estudios de Administración Pública de El
Colegio de la Frontera Norte.
Doctor en gobierno y administración
pública por la Universidad Complutense de Madrid, participante activo en el
Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, Ramos García destaca que
gracias a la ayuda del gobierno federal encabezado por Felipe Calderón, la
inseguridad que se vivió en 2011 por las disputas entre los grupos delictivos
bajó considerablemente.
No obstante los logros obtenidos,
advierte que en los próximos comicios todo depende de la valoración que hagan
los ciudadanos y del marketing en las campañas.
“Hay una serie de indicadores que
prueban que se está administrando bien. Por ejemplo, cuando el PAN pierde hace
tres años en Tijuana, los niveles de inseguridad se estaban controlando. Además,
se había llevado a cabo la obra más importante, que es la pavimentación de casi
80% de las calles de la ciudad. Sin embargo, el PAN perdió”, dijo.
–¿Qué evaluación hace del gobierno
panista de 1989 a la fecha?
–Hay que tomar en cuenta que ha habido
diferentes personalidades. Estamos hablando de cuatro gobiernos en 23 años;
cada uno mantuvo su visión, sus propias formas de conducir las cuentas
públicas. En estos años el estado tuvo problemas de inseguridad, pero a raíz de
las presiones del gobierno federal se han logrado controlar. Han quedado
rezagos, y si las políticas públicas no han logrado concretar la competitividad
y el bienestar de manera paralela, pueden opacarse ciertos éxitos.
Víctor Alejandro Espinoza, doctor en
sociología política por la Universidad Complutense de Madrid, maestro y doctor
en ciencia política por la UNAM y consejero electoral del Instituto Federal
Electoral en Baja California durante los procesos electorales 2005-2006;
2008-2009 y 2011-2012, advierte de la posibilidad de una derrota del PAN,
producto de un desgaste natural tras 23 años de gobierno, y como secuela de la
caída histórica tras la derrota de Josefina Vázquez Mota.
“Desde 1989 el PAN ha gobernado en Baja
California. Es el gobierno panista más longevo y el más emblemático; eso tiene
varias consecuencias: un desgaste natural, un continuismo de muchos años de
políticas aplicadas que ya tuvo sus facturas: en 2010 perdió los cinco
ayuntamientos y la mayoría en el Congreso, en 2012 Josefina Vázquez Mota no
ganó en ninguno de los ocho distritos federales. Esos dos datos son
interesantes para ver cómo se llega a esta elección”, señala el investigador.
–¿En qué sentido hay un desgaste
natural?
–Es natural por tanto tiempo en el
gobierno y eso tiene un impacto tanto para la candidatura de Francisco Kiko
Vega como de Fernando Castro Trenti.
Afirma que Vega enfrenta el mismo dilema
que tuvo Josefina Vázquez Mota en la elección presidencial: ser considerado “el
candidato de la continuidad”.
Tal situación, explica, hace difícil que
el panista lance críticas al gobernador José Guadalupe Osuna Millán, por
ejemplo. Recuerda que, durante la contienda interna, Kiko Vega recibió duras críticas
de su adversario, el exdirector de la Cofetel Héctor Ozuna Jaime, quien se
quejó de que los dados estaban cargados.
“Entonces Kiko Vega, con el apoyo del
aparato del grupo del gobernador –que era el mismo de Francisco Blake Mora,
allegado a Felipe Calderón– es el candidato del continuismo, y ahora dice que
por fin ya están sentadas las bases del desarrollo; es decir, que después de 24
años por fin ya se tienen.”
El investigador dice que Castro Trenti
ha mostrado ser un político muy hábil, que usó su estancia de seis años en el
Senado para fabricarse una gran proyección, que contrasta notablemente con la
de Kiko Vega: durante la contienda interna, el panista tuvo problemas graves en
los debates porque es muy poco hábil en el discurso y pierde la cabeza
fácilmente.
Resume: “El escenario es interesante.
Kiko Vega apuesta al populismo, a la imagen, es el típico panista dicharachero,
que cae bien. A eso le apuestan en su campaña, pero también a la división que
hubo en la contienda interna del PRI entre Jorge Hank y Castro Trenti, quien
ganó a pesar de que no era del grupo del presidente Peña Nieto.
A pesar de los logros en seguridad, el
investigador señala que éste es precisamente uno de los puntos de más desgaste
que enfrenta el PAN: “Es un asunto muy sentido, porque el gobernador apoyó sin
reservas la política militar y policiaca de Felipe Calderón. Se han querido
matizar las cifras, que todo está bien, pero no es así. Lo mismo pasa con el
empleo. Dicen que estamos bien, pero hay una precarización del trabajo; está
creciendo la informalidad y eso tiene que ver con problemas de delincuencia del
fuero común, que se ha multiplicado.
“También están los problemas de
educación, los jóvenes que no tienen oportunidades de estudiar y de las
universidades que surgen como hongos para dar un espacio. El tema de los
jóvenes es importante por el papel que pudieran jugar en las próximas
elecciones. Por ejemplo: 30% del listado nominal de electores son jóvenes de 18
a 29 años. Es una generación que no ha conocido otro tipo de gobierno y que
participó ya en la elección federal pasada en una gran movilización como no se
veía antes de 1989. A diferencia de 2009, llamaron a votar y participó 45%,
algo que no teníamos desde hacía tiempo, pues hemos alcanzado hasta 69.4% de abstención.
Somos el penúltimo lugar de participación”, admite.
Para el investigador es importante
observar que, a pesar de que el PAN ha salido triunfante en las elecciones a
gobernador desde 1989, la entidad tiene una composición más cercana al bipartidismo.
“Si uno revisa los datos de la historia
electoral de Baja California, encontramos que hay alta concentración del voto
en dos partidos, PRI y PAN. En 2007, en la elección de gobernador, entre los
dos se repartieron 94% de los votos. Eso da idea de cómo ha sido el
comportamiento electoral, pero si se revisa más atrás, se nota que es una
entidad bipartidista.”
–¿Cuál sería el impacto de una derrota
tanto para el PAN como para el PRI?
–Sería muy duro para el PAN porque es su
último gran bastión. El PAN perdió todas las elecciones locales en Baja
California durante el calderonismo. Fue una catástrofe todo el sexenio pasado,
y eso explica lo que le pasó a Josefina Vázquez Mota. Por eso, ganar para el
PAN es una bocanada de oxígeno.
El investigador asegura que en estos
comicios el candidato tendrá más peso que las circunstancias o el propio
partido, ya que así pasa en un sistema presidencialista como el mexicano. Caso
contrario de las elecciones legislativas, donde importan más los partidos.
Y por esta razón, explica, cada
coalición está centrando sus campañas en la figura de sus candidatos y, sólo
posteriormente, en las propuestas.
(PROCESO/ JOSÉ GIL OLMOS/ 5 DE JUNIO DE
2013)
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