El
EZLN celebró el 19 aniversario de su gesta con un festejo en sus cinco
caracoles y reiteró el mensaje de que su lucha tomará un nuevo camino.
Simpatizantes del movimiento, como Pablo González Casanova, exrector de la
UNAM, dicen que habrá que esperar otro mensaje para conocer las acciones a
seguir. A su vez, Gustavo Esteva sostiene que basta revisar la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona para entender que los zapatistas le están
diciendo a la sociedad civil que ha llegado la hora de comenzar a actuar.
José
Gil Olmos e Isaín Mandujano
OVENTIC, Chih. (Proceso).- A las 21:30
horas del 31 de diciembre, el caracol zapatista de Oventic era un hervidero de
sombras azules y negras concentradas en la enorme plancha construida en 1995.
No fue como en años anteriores, en los que el grupo guerrillero salía a colgar
un anuncio en la entrada de los centros de reunión con la leyenda: “Nos fuimos
de vacaciones, nos vemos el próximo año”.
Esta vez, miles de indígenas de las
comunidades de base zapatistas llegaron al caracol “Resistencia y Rebeldía por
la Humanidad” a celebrar 19 años de la declaración de guerra, en una fiesta que
duró hasta las cinco de la mañana del martes 1 de enero –como lo dijo un alto
mando del EZLN–, pero también para anunciar una nueva etapa de lucha encaminada
a la creación de una amplia red de movimientos sociales, dice el sociólogo
Pablo González Casanova, observador cercano de la lucha zapatista desde su
surgimiento en 1994.
El 30 de diciembre por la noche, el EZLN
difundió tres comunicados en su página electrónica http://enlacezapatista.ezln.org.mx,
que fueron leídos el martes 1 durante el Tercer Seminario Internacional de
Reflexión y Análisis “Planeta Tierra: Movimientos Antisistémicos”, realizado a
las afueras de San Cristóbal de las Casas por el Centro Indígena de Capacitación
Integral “Fray Bartolomé de Las Casas” AC, Universidad de la Tierra Chiapas
(Cideci-Unitierra), al que asistieron representantes de organizaciones sociales
e indígenas de México, América Latina y Europa.
En uno de ellos, los zapatistas hablan
del nuevo camino que tomará su lucha después de 19 años de la declaración de
guerra lanzada al gobierno federal el 1 de enero de 1994, cuando tomaron siete
cabeceras municipales de Chiapas:
“Intentaremos construir los puentes
necesarios hacia los movimientos sociales que han surgido y surgirán, no para
dirigir o suplantar, sino para aprender de ellos, de su historia, de sus
caminos y destinos.”
Luego, al final de una lista de seis
puntos, en los que reafirma su pertenencia al Congreso Nacional Indígena, su crítica
a la clase política mexicana y a los medios de comunicación y el emplazamiento
al gobierno de Enrique Peña Nieto de continuar o no con la estrategia de
contrainsurgencia, el EZLN anuncia:
“En los próximos días, a través de sus
comisiones Sexta e Internacional, dará a conocer una serie de iniciativas, de
carácter civil y pacíficas, para seguir caminando junto con los otros pueblos
originarios de México y de todo el continente, y junto a quienes, en México y
en el mundo entero, resisten y luchan abajo y a la izquierda.”
A partir de ahí, la mayoría de los
asistentes al encuentro ofrecieron su apoyo al EZLN, entre ellos los
integrantes del Congreso Nacional Indígena, del Movimiento por la Paz con
Justicia de Dignidad y adherentes a la Otra Campaña. Incluso al terminar el
encuentro se hizo un reconocimiento a los 19 años de lucha del EZLN por parte
de todos los asistentes, algunos de ellos de Argentina, Chile, Ecuador, Estados
Unidos, Italia, Perú, entre otros.
“Agradecemos al Ejército Zapatista de
Liberación Nacional por enseñarnos el camino y dejarnos las huellas de sus
pasos”, dijo uno de los organizadores, tras lo cual la mayoría se levantó con
el puño izquierdo en alto y comenzó a entonar el himno zapatista, que lleva
como música la de Carabina 30-30, evocando los primeros días de 1994.
González Casanova y los asistentes a
dicho encuentro esperan que en los próximos días el EZLN emita más comunicados
en los cuales defina las nuevas iniciativas encaminadas a una salida pacífica a
la violencia que hoy vive el país y que redunde en el fortalecimiento de los
movimientos sociales nacionales e internacionales. Al cierre de esta edición
los zapatistas aún no subían ningún comunicado a su página electrónica.
(Fragmento
del reportaje de Proceso 1888, ya en circulación)
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