Redacción
La Comisión Nacional
de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) informó que en la presente temporada de
avistamiento de ballena gris, que comenzó en diciembre pasado en la Reserva de
la Biosfera El Vizcaíno, en Baja California Sur, se tiene registrada la llegada
de cerca de 950 cetáceos a las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre.
De acuerdo con el
último censo, en la Laguna San Ignacio, municipio de Mulegé, se contabilizó la
presencia de 40 ballenatos y 73 ballenas adultas, mientras que en la Laguna Ojo
de Liebre el registro es de 348 ballenatos y 486 ballenas adultas.
La Reserva de la
Biosfera El Vizcaíno es un lugar seguro para la protección y reproducción de la
ballena gris, es el Área Natural Protegida más grande del país, cuenta con más
de dos millones y medio de hectáreas y 5 kilómetros de mar de ambas costas que
comprenden diversos ecosistemas.
El Secretario de
Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, señaló que el Gobierno de
la República mantiene su convicción de fortalecer la protección a estos
cetáceos en cualquiera de sus especies, garantizando su conservación a corto,
mediano y largo plazo; asimismo, destacó el fomento al turismo de observación
en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en beneficio del medio ambiente y de
las familias que habitan esta importante zona.
Al respecto, la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) supervisa que los
prestadores de servicios turísticos cumplan con todas las normas y
requerimientos para el desarrollo de actividades de observación de ballenas,
relativas a su protección y conservación de su hábitat y seguridad de los
paseantes.
La ballena gris nace
y se reproduce en las lagunas costeras de Baja California Sur Laguna Ojo de
Liebre, Laguna San Ignacio y Bahía Magdalena. La travesía se hace en grupos
organizados que salen del Océano Ártico, al norte y oeste del Mar de Behring,
Alaska; el Mar de Chukchi y el oeste del Mar de Beaufort; corre paralelamente a
la costa oeste de Estados Unidos y concluye en las lagunas de Baja California
Sur.
Este recorrido
comprende una ruta fija de aproximadamente 12 mil kilómetros; son tres meses de
travesía y una extraordinaria puntualidad en su arribo.
Estas lagunas son
las preferidas para la reproducción de cetáceos, en sus tibias y someras aguas
se lleva a cabo la cópula de estos gigantes marinos. Mientras tanto, las
hembras preñadas el año anterior, viajan solitarias a lo profundo de las
lagunas para procrear y alimentar a sus crías.
En México, la
política de protección de la ballena gris se expresa en los hechos: está
prohibida su cacería y se trabaja de manera activa con una política de fomento
a su conservación y reproducción.
(COLECTIVO PERICU/ REDACCION/ enero 24, 2013)
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