CHIHUAHUA,
Chih. (apro).- La violencia que se vive en la Sierra Tarahumara ha
causado el desplazamiento de decenas de mujeres, niños y ancianos del
municipio de Chínipas, colindante con el estado de Sonora.
El
fiscal de la zona occidente, Jesús David Flores Carrete, aceptó que en
ese municipio se ha incrementado la violencia por la disputa de grupos
armados que pelean la plaza.
En menos de 15 días fueron ejecutados
siete hombres de Chínipas. El 26 de noviembre “levantaron” a cuatro
hombres, entre ellos un padre de familia con sus tres hijos, quienes
fueron abandonados sin vida en el kilómetro 33 de la carretera de Creel a
San Rafael, con huellas de tortura y el tiro de gracia.
Las
víctimas fueron identificadas con los nombres de Jesús Belderrain
Zarracino, de 68 años, de oficio ganadero y defensor público, así como
sus hijos Saúl Lorenzo, Juan Carlos e Indalecio Balderrain, este último
de 32 años y empleado de una compañía minera.
Todos eran originarios de Chínipas.
Además, fueron “levantados” Moisés Balderrain Zarracino y su yerno, quienes aún continúan desaparecidos.
Y
el 9 de diciembre por la mañana, localizaron los cuerpos de tres
hombres que habían sido “levantados” un día antes en Chínipas.
Un
grupo de sujetos armados y encapuchados privó de la libertad a los tres
hombres alrededor de las 23:00 horas del 8 de diciembre, en la cabecera
municipal de Chínipas.
Las víctimas fueron encontradas sin vida en
un camino ubicado entre los poblados Los Llanos y los Llanitos, informó
la Fiscalía Zona Sur.
Los asesinados fueron identificados con los
nombres de Rey David Velázquez Letrón, de 47 años; Mauro Ceballos
Acosta, de 69, y César Obiel Sagasta Yépiz, de 21. Todos fueron
torturados y atados de pies y manos.
De acuerdo con Flores
Carrete, ha sido difícil investigar los homicidios por el temor que
existe entre los lugareños para declarar. Sin embargo, aseguró que se ha
enviado a la zona personal extraordinario de la Policía Ministerial,
con apoyo de la Policía Federal (PF) y del Ejército.
El 30
noviembre, el comandante del Segundo Batallón de Infantería, Luis
Valentín Iglesias Solórzano, dio a conocer que el Ejército ayudó a salir
a varias familias de Chínipas, ante las amenazas de grupos criminales
que operan en la zona.
El mando militar reconoció que las bandas
operan en la sierra y no se limitan a las actividades propias del
narcotráfico, ya que han emprendido otras actividades como el secuestro y
las extorsiones.
A una de las familias rescatadas los
delincuentes le exigían 2 millones de pesos para no causarle daño,
motivo por el que pidieron apoyo a los militares.
A finales de
abril pasado, el pueblo de Chínipas también fue ocupado, pero en esta
ocasión por agentes de la PF y de la Marina, quienes bajaron en
helicópteros a varios patios de las casas en busca de un capo de
apellido Salazar.
Se trataba de Jesús Alfredo Salazar Ramírez, El Muñeco, quien fue aprehendido meses después.
Ese
día se había preparado una gran fiesta por el cumpleaños de Salazar
Ramírez, donde se esperaba la actuación de una famosa banda de música
contratada para la ocasión, pero sus integrantes fueron avisados del
operativo y se regresaron, no alcanzaron a llegar a Chínipas.
En
una avioneta y varios helicópteros bajaron elementos federales,
relataron los habitantes pueblo, quienes estaban atemorizados porque no
sabían qué sucedía.
La fiesta se suspendió porque el festejado huyó, pues alguien le dio el pitazo de que fuerzas federales lo buscarían ese día.
Captura desata más violencia
El 4 de noviembre, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó de la detención de Jesús Alfredo Salazar Ramírez, El Muñeco o El Pelos, considerado líder del grupo Los Sinaloa y uno de los lugartenientes de Joaquín El Chapo Guzmán.
A El Muñeco
se le acusa de ser líder del narcotráfico en el estado de Sonora y
parte de la sierra de Chihuahua; la droga la enviaba principalmente a
Estados Unidos y operaba como parte del grupo Los Salazar, que por años
encabezó su padre Adán Salazar Zamorano.
A Alfredo Salazar también
se le acusa del asesinato del activista Nepomuceno Moreno Núñez,
cometido el 28 de noviembre de 2011 en Hermosillo, Sonora, así como del
abogado Rubén Alejandro Cepeda Leos, masacrado el 20 de diciembre de ese
año en la ciudad de Chihuahua, entre otros.
La Sedena detalló que
la captura de Alfredo Salazar la efectuaron por una orden de
aprehensión girada en el municipio de Huixquilucan, Estado de México;
aparte, existe otra emitida el 24 de agosto de 2006 por la Corte Federal
del Distrito Oeste de Texas, por el cargo de asociación delictuosa y
por poseer, con la intención de distribuir, cinco o más kilogramos de
cocaína, en clara violación a las leyes estadunidenses.
Además, El Muñeco
cuenta con una orden de detención provisional con fines de extradición
por delitos contra la salud y asociación delictuosa, librada el 13 de
enero de 2009 por el Juzgado Noveno de Distrito de Procesos Penales
Federales en el Distrito Federal.
El padre de El Pelos,
Adán Salazar Zamorano, fue detenido el 5 de febrero de 2011 en
Querétaro, como líder del grupo Los Sinaloa, por delitos de
narcotráfico.
Actualmente se encuentra en proceso de extradición
hacia Estados Unidos. La familia Salazar ha radicado durante décadas en
Chínipas.
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