Las llamadas de extorsión no solo van al
alza en Baja California, los delincuentes también innovan en métodos más
sofisticados como usurpar la identidad de sus víctimas en la aplicación móvil
para hacer creer a sus familiares que están secuestrados, mientras cobran
cuantiosos rescates
Una nueva modalidad de extorsión
telefónica ha cobrado víctimas en Baja California, tanto aquellas que caen en
el engaño y son secuestradas de manera virtual, como sus familiares, quienes
desesperados por la seguridad de sus seres queridos, pagan los supuestos
rescates.
WhatsApp es la aplicación
móvil más usada en México, con 33.9 millones de usuarios al mes, según un
estudio de comScore –empresa mundial dedicada a la medición de medios y
análisis de audiencias- realizado en septiembre de 2016.
Esta cifra representa el 94
por ciento de las personas que utilizan aplicaciones en sus teléfonos celulares
o tabletas electrónicas en el país.
Pero desde finales de 2016,
WhatsApp también es utilizada por extorsionadores que, a través de las cuentas
de sus víctimas en esta aplicación de mensajería para teléfonos celulares,
escriben desde ellas y hacen creer a sus familiares que las tienen
secuestradas.
Mientras tanto, las víctimas
permanecen incomunicadas y aisladas en hoteles, sin que nadie se encuentre
físicamente con ellas, pero sí bajo las amenazas telefónicas que, de lo
contrario, sus familiares resultarán lastimados o asesinados.
A diferencia de otras
extorsiones telefónicas documentadas por las autoridades, el uso de la aplicación
WhatsApp vuelve más propensas a las personas de caer en el engaño, ya que
asumen que si los supuestos secuestradores se comunican desde los números de
teléfono de sus familiares es porque, en efecto, se encuentran con ellos.

En algunos casos denunciados
ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los extorsionadores
obligan a las víctimas a tomarse fotografías simulando que están secuestrados y
éstas son enviadas a los familiares desde WhatsApp, para amedrentarlos.
Lo anterior refuerza aún más
el engaño telefónico para los familiares de las personas secuestradas de manera
virtual, ya que los extorsionadores simulan evidencia de que se encuentran con
las víctimas.
CÓMO USURPAR UNA IDENTIDAD POR WHATSAPP
La extorsión inicia cuando el
delincuente llama por teléfono a la víctima, la intimida, generalmente con
amenazas hacia su familia, la obliga a que elimine la aplicación de WhatsApp de
su celular y, en algunos casos, le indica que se hospede en un hotel cercano.
A continuación, el
extorsionador descarga la aplicación en su equipo y cuando se le pide ingresar
el número telefónico para dar de alta el servicio, digita el número de la
víctima.
En ese momento, la víctima
recibe un mensaje de texto a su teléfono celular, por parte de la compañía de
mensajería, con un código de cinco números que sirve para validar el servicio.
El extorsionador, entonces,
ordena a la víctima dictarle este código para que él pueda dar de alta la
aplicación con el número telefónico de la víctima desde su equipo.
Una vez que el extorsionador
dio de alta la aplicación con el número telefónico de la víctima, ordena a ésta
apagar su equipo. Así, si los familiares llaman a la persona, aparecerá fuera
de servicio. Esto facilita a los delincuentes no solo enviar mensajes a través
de la aplicación, también hacer llamadas para continuar el trabajo de intimidación,
ya que ésta no requiere el uso de la red de telefonía, solo de internet.
En casos más sofisticados, a
la víctima se le ordena adquirir otro chip de teléfono para que después de que
el extorsionador dé de alta el servicio de WhatsApp y la víctima apague su
teléfono, puedan seguir en comunicación a través de la otra línea telefónica.
“SI NO
CONTESTAS, LES CORTARÉ LAS MANOS Y TE LAS MANDARÉ”
Durante dos días, padre e
hijo permanecieron como víctimas de un secuestro virtual en un hotel de Tecate,
hasta que la Policía Ministerial dio con ellos y logró rescatarlos.
La extorsión inició cuando,
mientras estaban juntas las víctimas, recibieron la llamada de los
extorsionadores, quienes les ordenaron dar de baja las aplicaciones de sus
teléfonos celulares.
Tras dar de alta el servicio,
con el número telefónico del padre, en uno de los teléfonos de los
extorsionadores se comunicaron con la esposa del padre y madre del joven.
Iniciaron exigiéndole 100 mil pesos de rescate, pero cuando la mujer les
comunicó que no tenía esa cantidad de dinero, redujeron el monto.
Como medida de presión, le
enviaron fotografías de sus dos familiares, arrodillados, con las manos detrás
de la espalda y la cabeza agachada, como si se encontraran secuestrados. Luego
de los mensajes, la advertencia: “Te voy a marcar para que me contestes, si no
contestas, les cortaré las manos y te las mandaré”. Antes de ello, entre
insultos, le enviaron varias cuentas bancarias en Banamex para que realizara
los depósitos de dinero.
Tras ver las fotografías de
su esposo y de su hijo, la mujer depositó 15 mil pesos a los supuestos
secuestradores, pero ni con el supuesto rescate pagado, aparecieron. Entonces
acudió a la PGJE en Tecate para informarles del caso.
Los agentes detectaron que se
trataba de una extorsión y no de un secuestro, por lo que elementos de la
Policía Ministerial iniciaron un operativo de búsqueda y rescataron a las
víctimas.
EN TECATE, PROCURADURÍA PIDE A LA CIUDADANÍA DENUNCIAR
“Es muy importante que la
ciudadanía acuda a denunciar en cuanto son contactados y no después de que
pagan el rescate, que tenga confianza en nosotros, porque tomamos muy en serio
las denuncias por extorsiones”, expresó el subprocurador de Justicia en Tecate,
Gerardo Sosa Olachea.
De enero a mayo de 2017, la
Subprocuraduría de Justicia en Tecate atendió 65 casos de extorsión telefónica,
pero solamente en 14, las víctimas acudieron a la Procuraduría para levantar la
denuncia correspondiente.
Ello indica que, en 51 de los
casos, la PGJE dio seguimiento al caso a pesar de no existir una denuncia de
por medio, luego de que fue notificada por el Centro de Control, Comando,
Comunicación y Cómputo (C4) de llamadas recibidas a los números de emergencia
911 y de Denuncia Anónima 089, de víctimas de este delito.
Fue así como la Policía
Ministerial localizó a 41 personas secuestradas virtualmente. Esto coloca,
dentro del triángulo conformado por Tecate, Tijuana y Playas de Rosarito, a la
Subprocuraduría de Justicia de Tecate con los mejores resultados en cuanto a
rescates.
Casi todas las llamadas, desde
prisiones.
Por ejemplo, a pesar de tener
registro de más de 200 llamadas por engaño telefónico, la Subprocuraduría en
Playas de Rosarito solo tiene conocimiento de cuatro extorsiones telefónicas
consumadas y de dos denuncias por secuestro que resultaron ser virtuales, éstas
aparecieron por sus propios medios y no al ser localizadas por las autoridades.
Por su parte, la
Subprocuraduría de Tecate indicó que, por medio de la Comandancia de la Policía
Ministerial, quienes acuden a denunciar el delito, reciben orientación y
asesoría para determinar si en realidad se trata de un secuestro o solo una
extorsión.
Con la modalidad de WhatsApp,
este trabajo se torna más difícil porque los denunciantes afirman que la
comunicación se dio a través del teléfono de su familiar, pero hay ciertas
características que permiten a los elementos identificar que se trata de un
engaño telefónico.
Esto no descarta el daño
psicológico que causa a las víctimas de este delito. Si bien, no se concretó un
secuestro por medio de la fuerza física, sí por medio de la intimidación
verbal, tanto para las víctimas del encierro forzado como para quienes pagan el
rescate al imaginarlos en peligro, indicó la Subprocuraduría.
De ahí el llamado que hizo el
subprocurador a presentar las denuncias, ya que, de miles de casos registrados
en la entidad, son pocos los que transitan a investigaciones formales.
“A pesar de que esto
signifique un aumento en nuestra estadística delictiva frente a otros
municipios, esperamos que la gente formalice sus denuncias porque es un delito
muy serio, y en Tecate se ha demostrado que se puede confiar en la Policía
Ministerial por medio de sus resultados”, comentó.
De igual forma, la
Subprocuraduría ha acudido a reuniones con el Consejo Coordinador Empresarial,
barras de abogados y escuelas para alertar a la sociedad de esta nueva
modalidad de extorsión.
LA ABISMAL CIFRA NEGRA
De acuerdo con la Secretaría
de Seguridad Pública del Estado (SSPE), ciudadanos han reportado 8 mil 722
llamadas de engaño telefónico en lo que va del año. De éstas, 4 mil 990
provienen de Tijuana, Tecate y Rosarito.
En contraste, la Procuraduría
reporta solo 128 casos de extorsión telefónica en estos tres municipios.
En los últimos 30 días, la
SSPE ha identificado que en 32 por ciento de los casos se le dice a la persona
que su familiar está secuestrado, el 26% consiste en una supuesta amenaza del
crimen organizado y el 15% es para amenazar a la víctima por una supuesta
denuncia.
Tan solo en Tijuana, los
martes son los días que más se realizan este tipo de llamadas, seguido de los
lunes y de los miércoles, respectivamente. Mientras que las horas pico oscilan
entre las 9:00 am y las 2:00 pm.
De acuerdo con información obtenida
por ZETA, la mayoría de las llamadas de extorsión registradas en Baja
California se realizan desde las prisiones del Altiplano en el Estado de
México, Puente Grande en Jalisco, Altamira en Tamaulipas y Santa Martha
Acatitla en Ciudad de México.
Mientras que los depósitos de
dinero que hacen los familiares para su supuesta liberación, se cobran en Los
Mochis, Sinaloa.
ADOLESCENTES CAEN MÁS EN TIJUANA
Cifras proporcionadas por la
PGJE en Tijuana refieren que se han concretado 59 casos de extorsión
telefónica. De ésos, aproximadamente el 25% está relacionado con una llamada en
la que se argumenta, se trata de una banda de secuestradores.
En esta ciudad, la mayoría de
las víctimas son amas de casa en un 36% de los casos y empleados en un 28%.
En cuanto a extorsiones vía
WhatsApp, la Subprocuraduría de Tijuana tiene registrados ocho casos.
“Tenemos dos modalidades en
extorsión telefónica. Quien acude a decir que ya la extorsionaron y la
extorsión con persona ausente en donde llegan a la Procuraduría y denuncian un
secuestro, pero en cuanto comienzan a platicar, detectamos que no lo es”,
indicó el subprocurador de Justicia en Tijuana, Jorge Álvarez Mendoza.
El funcionario agrega que
cuentan con un grupo especial, adscrito a la Unidad de Delitos Patrimoniales,
que opera 24 horas al día, para buscar a aquellas personas reportadas como
ausentes en una extorsión.
Respecto a quienes han sido
víctimas de secuestros virtuales por WhatsApp, Álvarez Mendoza indica que se
trata mayormente de adolescentes de entre 12 y 17 años. “Recién tienen teléfono
celular, les llaman y los amenazan con hacerle daño a sus papás, los sacan de
la casa o de la escuela, donde estén”, detalla.
El primer caso del que
tuvieron conocimiento se dio a finales de 2016, pero para el subprocurador es
un método más difícil de aplicar porque la víctima necesita saber de tecnología
y seguir las instrucciones para eliminar la aplicación y cambiar de chip.
“Si recibes un mensaje o una
llamada desde WhatsApp, pero llamas al teléfono y aparece apagado, es un
indicador de que algo está mal. Por su parte, los padres de familia deben
alertar a sus hijos sobre este tipo de situaciones”, recomendó.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA /INÉS GARCÍA RAMOS/ LUNES, 3 JULIO, 2017
12:00 PM)
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