Seguridad: inversiones millonarias para
cámaras inútiles
En la esquina norponiente del
bulevar Francisco I. Madero y avenida Aquiles Serdán, una videocámara reposa
sobre un poste de cemento. El artefacto pertenece al Centro de Emergencia y
Respuesta Inmediata (CERI), operado por la Secretaría de Seguridad Pública y
Tránsito Municipal de Culiacán (SSPyTM), y esa videocámara es uno de los ojos
ciegos de la ciudad, porque no funciona.
El día 3 de abril, un disparo
hizo que dejara de funcionar. El mismo gobernador Quirino Ordaz Coppel dio a
conocer el hecho y apuntó que personal de la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) las repararía.
La intersección, según datos
verificados por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) previo a la
implementación del par vial, es una de las más complicadas de la ciudad y a la
fecha, el parque vehicular es constante en el sitio.
El pasado lunes 15 de mayo el
artefacto pudo ser útil en la investigación del homicidio de Javier Valdez
Cárdenas, ya que éste se encuentra ubicado en una esquina por donde el vehículo
despojado a Javier tuvo que pasar forzosamente, antes de ser abandonado por el
o los presuntos responsables, poco después de las 12:00 horas.
En entrevista para Ríodoce,
Óscar Guinto Marmolejo, titular de la SSPyTM admite la inoperancia de dicha
cámara, así como la utilidad que pueden tener en la operación del CERI, que de
nueve cámaras en funcionamiento al inicio de la administración, actualmente ya
se cuenta con 103 cámaras funcionando.
—¿Han sido útiles (las
cámaras) para la corporación?
—Claro que sí.
—¿En qué sentido?
—En qué sentido… las cámaras
nos permiten observar el actuar de las personas, el actuar de los vehículos;
tenemos la facilidad de nosotros en determinado momento ubicar, por ejemplo una
persona en actitud sospechosa, ya que personal que maneja las cámaras son
policías, pues tienen la visión de prever el actuar de las personas, entonces
cuando se detecta una persona (sospechosa) se notifica a la unidad que está más
cerca y acude a hacer una revisión de rutina.
La capital del estado cuenta
a la fecha con 377 cámaras de videovigilancia, de las cuales 141 pertenecen al
C4 y 236 al CERI, y del número total apenas en abril pasado la Sedena
rehabilitó 212 de ellas. La utilidad apenas es efectiva para ubicar a
criminales que roban automóviles cuando se corre con mejor suerte, sin embargo,
en el caso de Javier Valdez Cárdenas no se ha logrado nada.
—¿Esas cámaras han apoyado en
algo a la investigación de la Fiscalía en el crimen de Javier Valdez?
—Pues estamos nosotros
proporcionando toda la información que requiere la Fiscalía, no tenemos en este
momento una cámara que haya videograbado el evento, los hechos ocurrieron me
parece que a dos cuadras de la cámara más próxima funcionando; quizás, a lo
mejor con las investigaciones que arroje la Fiscalía nos puede dar un patrón o
algún vehículo o algo que pueda decir hacia dónde se movió el vehículo, si es
que pasó por donde estuvieran las cámaras.
—Hay una cámara, Secretario,
le voy a dar la ubicación exacta: está en la esquina de bulevar Francisco I.
Madero con avenida Aquiles Serdán, justo en la primaria Manuel Ávila Camacho
conocida aquí en Culiacán como “la escuela Tipo”, ahí arriba hay una cámara y
pertenece al CERI, ¿esa cámara está funcionando?
—No tendría el dato exacto
pero ahorita lo verificamos.
El Secretario de Seguridad
Pública Municipal solicita que se corrobore el dato, pide unos minutos y antes
de retomar la entrevista, revisa su teléfono celular. Una llamada del
Secretario del Ayuntamiento, Paulino Rojo, lo apuraba. Apenas un día antes,
disturbios al interior de Ciudad Universitaria pusieron en jaque a la
corporación.
—Si esa cámara está
funcionando, el vehículo donde viajaba Javier quedó atascado a unos metros de
ahí sobre Aquiles Serdán; prácticamente arriba de dónde quedó el carro, está la
cámara.
—Sí, ahorita lo verificamos;
la ubicación de las cámaras que funcionan y no funcionan no las tengo referidas
exactamente.
MIRAR A OTRO LADO
Las instalaciones del CERI,
ubicadas en el interior de la SSPyTM en la colonia Bachigualato, están siendo
operadas por elementos de la Sedena. Apenas se logra observar algunos civiles y
otros tantos efectivos de la corporación municipal. Previamente existió la
sospecha de que alguien miraba en otra dirección a propósito.
Apenas el 21 de marzo, el policía
municipal, Jesús Alberto López Vargas “comandante Splinter” fue ejecutado
cuando salía de la sede de la Policía Municipal de Culiacán, a donde había
acudido a realizar unas diligencias para un cambio de base.
Y ahí afuera están apostadas
14 videocámaras de las cuales ninguna captó el crimen, ocurrido alrededor de
las 19:00 horas, y apenas el 27 de enero el “comandante Splinter” fue atacado
por un grupo armado cuando iba llegando a su domicilio, aunque logró repeler la
agresión y salir ileso.
Guinto Marmolejo explica que
para que una persona opere las cámaras de CERI tiene que pasar los exámenes de
control y confianza, independientemente de la capacitación y del estudio que se
hace dentro de la misma área para que esa persona sea apta para operarlas.
“Ese personal está
trabajando, continuamente los están supervisando, están verificando; si sucede
algún evento inmediatamente se focaliza, estamos pendientes de él y pues hasta
este momento no hemos tenido ninguna queja, ninguna situación de ese tipo con
las personas”, añade el titular de la SSPyTM.
—Le comento esto, Secretario,
porque un elemento de la corporación es asesinado justo aquí afuera en donde
hay 14 cámaras y ninguna capta el hecho ¿para dónde estaban las cámaras o qué
pasó con el operador? Porque sí llama mucho la atención eso, son 14 cámaras y
ninguna…
—Y ninguna captó el momento…
—concluye la pregunta Óscar Guinto.
De nuevo revisa su teléfono,
otra llamada de Paulino Rojo, se apresura pero piensa con detenimiento su
respuesta.
“Pues sería cuestión todavía
de… Se sigue investigando esta situación, no podría decirte en qué punto de la
investigación se va pero se está revisando”, añade.
—Tal parece que por más que
se invierta en tecnología, no sé, cientos de millones de pesos y…
—Te entiendo, entiendo el
sentido de la pregunta. Estamos, toda la administración está muy pendiente de
esa situación, el señor Presidente (Municipal) ha girado instrucciones, el
Gobernador ha girado instrucciones de que debe ser transparente el actuar de todos
los funcionarios y eso nos incluye más a nosotros, como representantes de la
autoridad debemos de tener un actuar totalmente transparente; esas son áreas
muy sensibles y las personas que están ahí han pasado por varios filtros para
poder estar ahí, entonces te vuelvo a repetir, hasta ahorita no tenemos una
queja o una situación que pudiera llegar a presentar alguna irregularidad como
la que comentas. No puedo decir que estamos exentos, desgraciadamente no, somos
humanos y tenemos defectos y virtudes pero estamos haciendo todo lo posible
porque eso no suceda.
Guinto Marmolejo presume que
gracias al CERI ubican el rumbo que tomó el vehículo y la aprehensión y
posteriormente la recuperación del botín a un robo bancario ocurrido el 11 de
abril en plena avenida Álvaro Obregón.
—¿Les podría ayudar también
para monitorear a los mismos agentes que lleguen a incurrir en alguna falta a
su autoridad?
—Eso también lo hacemos pero
las sanciones son de carácter interno.
—¿Entonces quiere decir que
ya han detectado anomalías de este tipo?
—Pues estamos trabajando en
eso también.
—¿Entonces las han detectado,
o no?
—Pues sí, se han detectado
ciertas anomalías y se investigan.
—¿Y tiene algún caso abierto
ahorita, Secretario?
—¿Mande?
La entrevista se interrumpe
de nuevo por otra llamada de Paulino Rojo. Óscar Guinto ve el celular de reojo
sobre su escritorio. Rondan las 15:00 horas y
explica: “tenemos casos abiertos pero hasta no comprobar la situación
que estamos investigando.
—Le pregunto porque hubo un
caso muy sonado en la colonia CNOP, justo afuera de una unidad del DIF
Municipal en que unos agentes estaban con unos hombres armados… nunca se logró
esclarecer del todo.
—Todavía seguimos trabajando
en eso, ese es definitivamente un caso abierto y… me está apurando —Óscar
Guinto señala el celular con la llamada de Paulino Rojo. Y se disculpa por la
culminación fortuita de la entrevista.
A la salida de la oficina de
Óscar Guinto se aprecian los monitores del CERI y sus operadores, la gran
mayoría militares.
LA DESCOORDINACIÓN COORDINADA
Cuestionado sobre el mismo
tema, el Subsecretario de Seguridad Pública Estatal (SSP), teniente coronel
Cristóbal Castañeda Camarillo justifica la presencia de militares en el
monitoreo de la videovigilancia y opina que es un mecanismo tecnológico muy bueno.
“Inclusive nos sirve para
verificar la actuación de nuestra policía, de ver si realmente se acercaron, si
atendieron o no una emergencia; cifras exactas no los tengo a la mano pero sí
me comprometo a sacarlas y compartirte dentro de la normatividad, pero de los
que recuerdo así a bote pronto, hay personal que se les inició un procedimiento
administrativo porque llegaron y alertaron a la persona, y se ve que hasta
señalan a la cámara de que están videograbando, entonces se les inicia un
proceso administrativo a esos agentes”, explicó.
“No es tanto de que la
tecnología no sirva, sino de que la gente es la que debe hacer que sirva y se
le debe fincar responsabilidad a la gente que no haga su trabajo”, añade.
—¿Qué me está queriendo decir
con eso?
—Que no debe haber impunidad
en el caso de la SSP si alguien no hace su trabajo, o sea, necesitamos las
herramientas, darle utilidad; para nosotros es muy valiosa la información,
independientemente que la propuesta a futuro es que el C4 pase a ser un C5,
cuando es un C5 todas las dependencias van a tener vigencia y tenemos más ojos
y es más difícil cometer ese tipo de errores.
“No obstante a eso debe de
crecer el C4, porque una cosa es la videocámara y otra el monitorista, quien
tiene cierta capacidad para estar verificando las cámaras y nosotros ya estamos
llevando el registro de qué persona está revisando a tal hora tal cámara, para
en dado caso de que no detecte algo, pues también tenga una responsabilidad y
se le inicie una investigación de si está o no realizando su trabajo, si fue
por omisión o si fue por colusión”, añade.
Mientras tanto, sea C4 o
CERI, la videovigilancia en Culiacán no ha logrado ser factor clave en la
detención de criminales, y la inversión de poco más de 140 millones de pesos
para este 2017 en 500 nuevos artefactos quedará concluida a partir de octubre,
y así, dicen, sumar más ojos para observar.
(RIODOCE/ Aarón Ibarra/ 29 mayo, 2017)
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