Foto: Cortesía
Según fuentes gubernamentales
del diario de circulación nacional La Jornada, del cual Javier Valdez Cárdenas
era corresponsal, al periodista sinaloense lo arrodillaron para ejecutarlo el
pasado lunes 15 de mayo, en la avenida Vicente Riva Palacio casi esquina con
Ramón F. Iturbe, en Culiacán, Sinaloa.
Aunque ninguna cámara de
videovigilancia captó el suceso, las fuentes del rotativo señalan que testigos
presenciaron que los asesinos del también fundador del seminario Ríodoce, lo
bajaron de su automóvil, lo obligaron a arrodillarse y así le dispararon.
“Por eso su característico
sombrero se mantuvo sobre la cabeza, mientras sus manos terminaron debajo de su
cuerpo y sus piernas quedaron extendidas y juntas sobre el asfalto de la
avenida […]”.
Funcionarios ligados a la
investigación del homicidio del periodista y escritor revelaron a dicho medio
detalles sobre el asesinato que han sido recopilados desde el lunes pasado.
“El Corolla rojo, placas
VMY4906, circuló más de 100 metros, llegó frente a la estancia infantil Los
Jardines y allí un coche blanco le cerró el paso. En el lugar no hay huellas de
frenado intempestivo, tampoco rastros de choque.
Los investigadores suponen
que el periodista se detuvo como si se tratara de una cortesía para que otro
vehículo se incorporara a la vialidad.
Dos hombres encapuchados
descendieron del auto blanco y obligaron a Javier Valdez a abandonar su unidad.
Los testimonios refieren que
el periodista fue amagado. Sacó las bolsas de su pantalón de mezclilla como si
se tratara de un robo.
Los encapuchados hablaron con
él un minuto o dos y lo hicieron arrodillarse. El periodista colocó las
rodillas sobre el asfalto candente; a esa hora, las 12, el termómetro marcaba
29 grados, según las estimaciones.
Javier Valdez Cárdenas, sin
quitarse el sombrero, se arrodilló, colocó las manos al frente, sobre sus
piernas, y se habría agachado. Así le dispararon 12 veces. Cayó de frente.
Cuando llegaron los
paramédicos ya había fallecido. Colocaron una manta azul sobre su cuerpo,
solamente la cabeza y el sombrero sobresalían.”, dice la nota publicada este
sábado por La Jornada.
(SEMANARIO ZETA/ Destacados / Carlos
Álvarez/ Sábado, 20 Mayo, 2017 11:32 AM)
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