Foto: cortesía
El Secretario de Seguridad
Nacional, John Kelly, aseguró hoy que un Presidente de izquierda en México no
sería bueno para nuestro país ni para Estados Unidos.
“Tenemos un problema con
México. Hay mucho sentimiento antiestadounidense en México. Si la elección en
México fuera mañana, probablemente se obtendría a un antiestadounidense de ala
izquierdista como Presidente de México. Eso no puede ser bueno para Estados
Unidos […]. No sería bueno para Estados Unidos ni para México”, dijo ante el
cuestionamiento del Senador republicano Jhon McCain.
El mando de seguridad no
mencionó nombres en este tema. John Kelly participó este día en una audiencia
en el Comité de Seguridad Interna del Senado de EU.
Ahí el funcionario del
Gobierno de Trump defendió las medidas migratorias de Trump, entre éstas el
muro, del que adelantó se instalará sólo en una partes de la frontera.
Kelly sostuvo que las
primeras órdenes migratorias del Presidente, Donald Trump, han servido de
medida disuasoria para indocumentados.
“Es improbable que
construyamos un muro, una barrera física, de un mar a otro radiante mar”, dijo
el general retirado en la comparecencia, parafraseando la canción patriota
estadounidense “America the beautiful”.
Ante la insistencia de la
Senadora demócrata Claire McCaskill, quien llegó a decir que en el Senado nadie
se cree que se vaya a construir el muro de Trump tal como lo ha expuesto el
mandatario, Kelly reconoció que un muro de cemento a lo largo de los más de 3
mil kilómetros de frontera con México es irrealizable.
“Estamos mirando en todo tipo
de variaciones. Yo iré a él y le diré: aquí tiene sentido un muro; aquí,
vallado de alta tecnología; aquí es mejor tecnología (de vigilancia)”, indicó
Kelly, que de este modo no descarta que en algunas partes no haya muro alguno y
la seguridad fronteriza dependa de un refuerzo de medidas de vigilancia.
Kelly especificó que cada
sector fronterizo deberá enviar una petición sobre cuanto recorrido de muro o
vallado necesitan en sus respectivas zonas, al tiempo que reconoció que existen
puntos donde la construcción puede no ser posible por la orografía o en zonas
administrativas especiales como las reservas indias.
McCaskill aseguró que el
debate sobre la construcción de muro, cuyo costo el Departamento de Seguridad
Nacional estima en más de 20 milmillones de dólares, es “vergonzoso”, porque
nadie en el Congreso, ni republicano ni demócrata, cree que se vaya finalmente
a construir en su totalidad.
No obstante, el jefe del
Departamento de Seguridad Nacional reconoció en la audiencia el efecto
disuasorio de la llegada de Trump a la Presidencia, cuya campaña se centró en
un discurso antiinmigrante y la promesa de poner fin a la llega de
indocumentados y la deportación de los que residen en EE.UU.
Desde que Trump llegó al
poder y tras la firma de varios decretos para dedicar más recursos a la seguridad
fronteriza y a las deportaciones, la llegada de indocumentados por la frontera
sur se ha reducido a mínimos récord.
“Hemos visto una increíble
caída de inmigrantes desde Centroamérica, especialmente de familias con
menores. Esto no durará a no ser que levantemos una barrera física, un muro”,
aseguró Kelly.
Según datos de la Patrulla
Fronteriza, en el mes de marzo se registraron 17 mil detenciones de personas
indocumentadas, un mínimo récord y el quinto mes consecutivo de bajadas, muy
por debajo de las 58 mil 748 de diciembre de 2016.
Kelly aseguró que la caída de
las llegadas se debe en parte a informaciones de los medios, “en muchos casos
poco rigurosas”, sobre las recientes redadas de las autoridades de inmigración
y el boca a a boca sobre el peligro de hacer el tránsito hacia Estados Unidos
con las mafias.
Los centroamericanos que
intentan llegar ilegalmente a Estados Unidos -dijo- son, por lo general,
“buenas personas. Simples y rurales, en su mayoría”, que huyen de la falta de
oportunidades económicas y la violencia.
Trump ha firmado varios decretos para aumentar
los recursos de la patrulla fronteriza y para endurecer el régimen de detención
de indocumentados que cruzan la frontera con México, al tiempo que se han
intensificado las redadas de deportación en todo el país.
Kelly se alejó hoy de la
posibilidad, expresada recientemente, de considerar separar indocumentados
detenidos en la frontera de sus hijos como medida de disuasión.
El secretario dijo que ha
transmitido la orden “verbal” de que eso no ocurra a excepción de casos en los
que la madre o padre puedan ser una peligro para el menor. ZETA/SinEmbargo
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