FOTOS: cortesia.- A solo unos metros de
la PGR, del CERESO, PGJE y Ministerial fue baleado El Dante, demostrando el
nivel de impunidad con que actúan sicarios en BCS
“El
Dante” fue atacado a metros de la entrada a la PGR, mientras en Los Cabos,
Arturo de la Rosa Escalante presume la cartelera de las fiestas tradicionales
de San José del Cabo -zona en disputa de los cárteles con un saldo de 80
muertes en 2017.- En La Paz
detuvieron a Carlos Enrique Mejía Barraza “El Lucifer”
Con una operación artera y
libre de cuerpos de seguridad, en pleno corazón de la justicia de Baja
California Sur, fue herido el narcomenudista Dante Abdel Gallegos Canizales
alias “El Dante”, de 28 años de edad, a
solo metros de la entrada de las instalaciones de la Procuraduría General de la
República (PGR).
Sicarios abordaron y dispararon hasta en cinco
ocasiones en contra de la víctima que caminaba junto a dos civiles por la calle
Bahía, vialidad que topa con las instalaciones de la PGR y del Centro de
Justicia Federal que colinda con el Centro de Reinserción Social (CERESO) de La
Paz, el Tribunal Superior de Justicia del Estado, la Policía Ministerial y la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), y a solo dos cuadras de la
Policía Municipal.
El suceso demostró el grado
de impunidad con que operan sicarios del crimen organizado con la colaboración
de cuerpos policiales y de justicia, tomando las calles de Baja California Sur
para llevar la disputa por el control de la plaza, la cual se libra entre tres
grandes células del crimen organizado:
Por un lado los exiliados del
Cártel de Sinaloa, “Los Dámaso”, de Dámaso López Núñez “El Licenciado”, del
cual autoridades no descartan que tenga incursión y presencia en la entidad,
usando al destino turístico como refugio de la refriega que se vive en Sinaloa;
y por otro, los propios herederos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera con la
célula de “Los Chapitos”; y por supuesto el Cártel Jalisco Nueva Generación
(CJNG) o Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG), que se sabe, cuenta con apoyo
de ciertas células del Cártel Arellano Félix (CAF).
Siendo Baja California Sur
escenario de la batalla campal que libran los diversos grupos de la
delincuencia organizada, los ciudadanos han alzado la voz y aclaman el regreso
de la paz que se perdió desde el 31 de julio de 2014 y que a la fecha ha dejado
más de 600 personas ejecutadas al estilo del crimen organizado.
Carlos Enrique El Lucifer cuenta con un
largo historial delictivo, a los 15 años fue detenido con estupefacientes en
Culiacan, Sinaloa
En Los Cabos, el alcalde
Arturo de la Rosa Escalante presumió la cartelera con que contarán las
tradicionales fiestas de San José del Cabo, principal zona en disputa y que ha
dejado más de 80 muertes en lo que va de 2017.
“Pura música que le gusta a
la gente buchona, que anda matando, es la que trajo este alcalde, así cómo
quiere que estemos tranquilos”, dijo un ciudadano a ZETA, tras ver los artistas
que acudirán a la fiesta grande.
“De por sí estaba en contra
de las fiestas por todo lo que estamos viviendo, y con esta porquería más”, fue
un mensaje vertido en redes sociales y que demuestra en gran medida el hartazgo
de los ciudadanos ante la inoperancia de las fuerzas del orden en Los Cabos,
sobre todo en una zona limitada de San José del Cabo.
“En la lucha que se libra
todos los días en las calles, aquí en Los Cabos, San José, no se puede hacer
mucho, nos queda muy claro que están policías inmiscuidos en esto, queremos
atorar a alguien y ya no están, los operativos donde atoramos a toda esa gente fue
de chingazo, sin avisar, solo con autorización de arriba”, lamentó un agente de
seguridad.
Mientras hay un debate por
cuál será la estrategia de seguridad para atender el caso de las Fiestas de San
José, se ha dejado de lado el interés por recuperar la tranquilidad, “no es
justo que ellos tengan seguridad en sus casas, gente armada, y nosotros qué”,
reprochó uno de los ciudadanos que se acercaron a este Semanario.
Según datos de ZETA y cifras
oficiales, enero culminó con 32 personas ejecutadas, febrero con 30 y, hasta el
jueves 9 de marzo-, se tiene registro de 16 personas ejecutadas solo en San
José del Cabo, donde se presentarán los artistas.
De acuerdo a información
publicada por el Ayuntamiento de Los Cabos, se sabe de la presencia de los
artistas de talla nacional e internacional como Virlán García el día 14; Bronco el 15; Banda Los Recoditos y Crecer
Germán (este último canceló una presentación en La Paz por una sobredosis con
cocaína) el 16; El Coyote y Perdidos de Sinaloa el 17; Pepe Aguilar el día 18 y
la presentación estelar de Ramón Ayala el domingo 19 de marzo.
Lo que ha quedado claro es
que el alcalde cabeño se encuentra más preocupado por llevar una fiesta a los
ciudadanos, como dicen algunos, “desviar la atención”, a verdaderamente hacer
ataque frontal contra el crimen
organizado.
Casualmente San José del
Cabo, siendo la cabecera municipal, es el punto más álgido de la violencia por
la que atraviesa Baja California Sur.
También es la zona a nivel
país donde se tiene registro del aumento de la violencia a comparación del año
pasado, de hasta un 800 por ciento, lo que pone en duda si las políticas
públicas municipales están rindiendo frutos.
PGR, DESPREOCUPADA
La tarde del martes 7 de
marzo, Dante Abdel Gallegos Canizales, junto con su padre y madre, “salía del
Centro de Justicia Penal Federal de una audiencia inicial en su contra; fue al
terminar la audiencia y al abandonar las instalaciones del Poder Judicial
cuando sufrió el atentado, lo estaban cazando”, dijo un miembro del Grupo de Coordinación de
Seguridad Pública.
El Lucifer fue detenido acompañado de
dos jovencitas, además portaba un rifle AK47 dos bolsas de marihuna y grandes
cantidades de cristal
Según testigos, “El Dante” y
su familia se dirigían a su vehículo Sentra, estacionado sobre la calle Bahía
en la colonia Emiliano Zapata de La Paz -a escasos metros de las oficinas de la
PGR – cuando un comando armado salió de la nada, a bordo de una camioneta y
dispararon hasta en cinco ocasiones.
Ante el artero ataque, Dante se desplomó y sus padres se tiraron al suelo.
Se presume había acudido a
ratificar una denuncia en su contra por portación de arma de fuego, apenas el
sábado 4 de marzo fue detenido en San José del Cabo por posesión de un arma de
fuego tipo escuadra calibre 9 milímetros, y había sido citado a declarar la
procedencia del arma.
“Era obvio que lo iban a
esperar a la entrada o la salida, tal vez vieron con mayor confianza a la hora
de salir”, apuntó un agente de investigación.
“Posiblemente fue puesto,
aquí hay de tres: por policías federales ministeriales, de la PGR pues, porque
son los que investigan; o bien a la hora de salir el citatorio, a veces se da
copia a ministeriales, también puede ser la Policía Estatal Preventiva, ya que
fueron los que lo detuvieron y en el seguimiento sabían cuándo y a qué hora
tendría que acudir a declarar”, puntualizó.
El homicidio se dio en una
zona en particular, algunos especialistas en seguridad y reporteros policiacos
la consideran “El Corazón de la Seguridad”,
a menos de media cuadra de la PGR, a una de la PGJE, junto a la barda
del CERESO y de la torre más cercana del penal, así como a dos cuadras de la
Dirección de Seguridad Pública Policía Preventiva y Tránsito Municipal, lo cual
deja muy claro que la delincuencia ha podido más que las propias fuerzas del
orden.
En el entendido de que hubo
impunidad, testigos manifestaron que al momento del suceso “se encontraba una
patrulla cerca y a la hora del atentado”, aunque de entrada no afirmaron si
fueron municipales, que fueron los primeros mencionados, o si eran estatales,
ministeriales o los propios federales ministeriales.
Se especula que de esta
última corporación salió el pitazo para eliminar contras.
“No nos consta, lamentamos de
entrada el suceso, el incidente de cualquier persona, nos parece grave que haya
sucedido en las inmediaciones de instalaciones de procuración e impartición de
justicia, ya hay una carpeta de investigación en ese sentido.
Ese homicidio pudo haber
ocurrido en cualquier parte, de hecho quienes atentaron contra la persona lo
estaban buscando y pudo ocurrir en cualquier parte”, expresó Ismael Sigala
Páez, subsecretario de Seguridad Pública en el Estado.
Lo que preocupa a la
población es que mientras los sicarios ejecutan a miembros de células rivales
en las puertas de la PGR, la institución está más preocupada por “ejercer y
hacer cumplir la Ley, y tener acopio de combustibles así como los tenían, más
allá de si tenían una razón justificada o no, no está permitido, mucho menos la
comercialización, no podemos permitir que se hagan estas cosas que conllevan
riesgos”, expusieron los propios servidores públicos.
Aplicando la Ley en contra de
ciudadanos que trabajan, tal fue el caso de habitantes de La Purísima y San
Isidro, donde agentes federales ministeriales catearon domicilios particulares
en la Carretera La Purísima-San Isidro, municipio de Comondú, donde se
dedicaban a la venta de hidrocarburo de forma ilícita; ahí se aseguraron más de
5 mil litros.
Según investigación realizada por ZETA, “El
Dante” es considerado un narcomenudista
de bajo perfil, sus operaciones estuvieron al servicio de “Los Javieres” o “Los
Dámaso”, a menudo tenía contacto con agentes ministeriales, hoy ex
ministeriales y, se presume, operan para la misma célula.
Con ex policías al servicio
del crimen organizado, incluso hay elementos ministeriales y municipales en San
José del Cabo que han sido señalados en mantas por su presunta participación
con ciertos grupos delincuenciales, sobre todo con las Fuerzas Especiales
Dámaso (FED). La ciudadanía ya no sabe
de quién cuidarse, si de la propia autoridad que “está poniendo a los contras”
o de los sicarios, que en el afán de eliminar a sus rivales, desafortunadamente
han llevado a la muerte a civiles inocentes.
Y es que la credibilidad en
algunas esferas de seguridad ha caído porque los ciudadanos consideran que hay
corrupción en las autoridades, de tal suerte que el último censo dado a conocer
por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través de la
Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública
(ENVIPE), más de 30 mil de cada 100 mil habitantes consideran que existe
corrupción entre las autoridades.
Y no está por demás, ya que este suceso tiene
justificación, ya que de 2015 a 2016 la percepción de inseguridad creció más
del doble; más del 44% de la población
se sentía insegura el año pasado.
El Lucifer Sicario de las Fuerzas
Especiales Damaso, detenido el 6 de marzo, se caracterizó presuntamente por la
violencia con que trató y ejecutó a sus víctimas
Entre las peticiones para que
retorne la seguridad laboral y en las calles en Los Cabos, un grupo de seis
mujeres con atuendo islámico irrumpieron en el Cabildo de Los Cabos para exigir
que los gobiernos “se comprometan de manera real con la igualdad de género y no
quede como un discurso. Nos falta por avanzar para tomar las acciones
específicas para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en Los Cabos,
México y el mundo. Todos los días tenemos aquí mujeres que viven situaciones de
violencia”, señaló una de ellas en un video difundido en redes sociales.
LA CAÍDA DE MEJÍA BARRAZA
De acuerdo a la investigación
llevada a cabo por ZETA, Carlos Enrique Mejía Barraza “El Lucifer” fue coronado
desde el 17 de junio de 2015 como sucesor de Abel Nahúm Quintero Manjarrez “El
Grande” o “El Chuky”, detenido el 28 de
mayo del mismo año tras una balacera suscitada en La Paz, donde Gabriel Antonio
Leal Gutiérrez “El 28” perdió la vida.
En un operativo
interinstitucional realizado el lunes 6 de marzo en las calles Batalla de Puebla
y Eduardo Rodríguez Cota, de la colonia El Zacatal en San José del Cabo , “El
Lucifer” cayó junto con dos jovencitas de 18 y 20 años de edad.
“Entre la información con que
se cuenta entre las autoridades responsables de investigar y perseguir estos
delitos, esta persona ha sido identificada como uno de los presuntos líderes de
sicarios de uno de los jefes de plaza allá en el municipio de Los Cabos,
particularmente en San José”, expresó el subsecretario de Seguridad Pública,
Ismael Sigala Páez.
Aunado a su detención, al
presunto jefe de sicarios de “Los Dámaso” se le confiscaron:
* Un rifle de asalto AK-47.
* Dos cargadores.
* 84 cartuchos útiles.
* Dos bolsas de nailon conteniendo marihuana.
* Dos bolsas con 90 gramos de cristal en piedra.
* 24 envoltorios de cristal. * Una báscula gramera.
* Un vehículo Sentra de color gris.
La detención del “Lucifer” se
hizo sin un solo disparo y fue puesto a disposición de la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
“Por la conducta que se
encuentra, por el hecho delictivo es de competencia federal, nosotros estamos
buscando algún expediente que pudiera relacionarse en el fuero común para
obviamente fincarle la responsabilidad. Si hay alguna investigación en la
Procuraduría General de Justicia del Estado nos tocaría atenderlo”, confirmó
Erasmo Palemón Alamilla Villeda, procurador general.
Apenas cumplidas unas horas desde la caída de
“El Lucifer”, la ola de violencia se hizo presente y con mayor fuerza; 72 horas
después de la detención del lugarteniente, seis personas fueron ejecutadas y
dos más resultaron con heridas de gravedad.
Incluso la madrugada del
jueves 9 de marzo fueron arrojados tres cuerpos maniatados y embolsados en una
brecha contigua a unas bodegas de orgánicos del fraccionamiento Costa Dorada.
Según el relato de testigos,
una de las personas se encontraban maniatados de pies y manos, el rostro
cubierto y presentaba señas de tortura y el tiro de gracia, las otras dos
dentro de una lona de color azul; hasta el cierre de esta edición permanecían
en calidad de desconocidos.
Autoridades han celebrado la
detención del “Lucifer”, aunque verdaderamente el golpe no es tal cual se ha
mencionado, ya que es uno de los cabecillas en cuanto a sicarios, sin embargo,
fuentes militares confirmaron que su poderío iba en decadencia y su captura no
implica que se diluya el frente que pretende el control de Los Cabos.
Un miembro del Grupo de
Coordinación de Seguridad Pública expresó que el detenido “agarró fama nada
más, pero no es el bueno. A lo mejor traía logística, pero no se escuchaba en
las calles, al principio sí, cuando narcomenudistas eran levantados para
alinearlos y que fueran firmes a ‘Los Dámaso’, pero ya no era el ícono que se
creía”.
Después vino su detención
solitaria, con dos jovencitas y no un grupo armado que supuestamente
coordinaba.
“El bueno tiene nombre y aquí
lo conocen como ‘El Colores’, éste sí ha sonado, como al principio sonaba ‘El
Lucifer’, pero ya desde hace mucho dejó de sonar. Otro de los detenidos y que
no han dicho nada es ‘El Diablo’, cayó el sábado con armas largas y no lo han
dado a conocer, es compadre del ‘Vera’ (presunto líder de sicarios en San José
del Cabo y ex agente ministerial)”, compartió una fuente policial.
LA FAMA DE "EL LUCIFER"
Carlos Enrique Mejía Barraza
fue conocido en el bajo mundo por la brutalidad con que trataba a sus víctimas,
“con solo 20 años, qué grado de conciencia crees que tiene si desde pequeño ha
delinquido o se encuentra en el medio”, expresó un experto en carrera policial,
ya que se presume, el joven está involucrado en diversos eventos ocurridos en
La Paz y Los Cabos.
Según la investigación hecha
por ZETA y publicada a principios de junio de 2015 bajo el título “Lucifer: el
nuevo sicario de ‘Los Dámaso’”, se vio el ascenso tras la deserción de Melissa
Margarita Calderón Ojeda “La China” o “La Meli” y la detención del matón “El
Grande”, ocurrida el 28 de mayo de ese año.
Al joven sicario de entonces
18 años se le vio colaborando junto con “El Grande” en el levantón de la madrina
de la PGR, Rafael Bañales Osuna “El Capi”, en el mes de mayo.
El día del homicidio, un set
fotográfico fue encontrado en el teléfono celular de uno de los sicarios de
“Los Dámaso” abatido en 2015, con más de 100 imágenes y 50 videos que fueron
integrados al expediente PGR/SEIDO/UEIDCS/059/2015.
Presuntamente se le ve activo
interrogando a víctimas, torturando y ordenando a un grupo de sicarios de entre
seis y diez personas, prueba de su actividad delincuencial; incluso la Policía
Municipal de Culiacán, Sinaloa, lo detuvo
por posesión de droga desde que era menor de edad.
En 2012 por posesión de
estupefacientes; en 2014, por adentrarse en domicilios bajó efectos de drogas;
y en 2015, por circular en vehículos sin placas y sin licencia de
conducir. Todos estos hechos tuvieron
lugar en esa localidad sinaloense.
Otro de los eventos donde se
le vincula, es el ocurrido el domingo 6 de noviembre en La Paz, en un negocio
conocido como Llantera Marrufo; ahí perdieron la vida dos civiles y un presunto
vendedor de droga. Si bien, no es el principal blanco de las fuerzas federales
y estatales para frenar la violencia que se libra en Los Cabos, “El Lucifer” sí
es un blanco estratégico con miras a ubicar a más sicarios y narcomenudistas
implicados.
Incluso se busca entre el
arma asegurada y el caso de los agentes ministeriales ejecutados el 21 de
febrero de 2017 en la colonia San Bernabé, en San José del Cabo, si hay
similitudes para esclarecer, o bien imputarle el delito.
“Con muy buen avance, tenemos
ya líneas de investigación que nos podría llevar a algún objetivo, no se ha
abandonado por ningún motivo. Creemos que va en un 65 por ciento de avance”,
expuso el procurador Erasmo Palemón Alamilla Villeda.
El joven de apenas 20 años de
edad, nacido en agosto de 1996, ha ganado un lugar entre los sicarios emanados
desde el Cártel de Sinaloa, entre el bajo mundo es un pistolero afamado, sobre
todo reconocido por vestir uniforme militar, delgado y alto, siempre con un
rifle de alto poder y jamás dar una negativa en un “encarguito”; hoy está tras
las rejas y se espera una buena integración de expediente, aunado a los
archivos recolectados desde mayo de 2015.
SE DILUYE ESPERANZA DE PAZ EN LOS CABOS
Ha sido muy clara la
preocupación para propias autoridades estatales, Los Cabos ha tenido un repunte
extraordinario en cuestión de inseguridad, el mayor en su historia, con
alrededor de 80 personas ejecutadas en lo que va del año, cifra jamás
registrada, pero como se ha mencionado, la población ya no cree en las
policías; incluso el alcalde Arturo de la Rosa despidió a 40 agentes
municipales por reprobar los Exámenes de Control y Confianza.
De acuerdo a información
obtenida por ZETA, hasta finales del mes de febrero 12 agentes municipales
solicitaron su renuncia voluntaria por el temor a morir a manos del crimen
organizado, ya que la guerra que se libra por el control de Los Cabos costó la
vida a dos agentes de la Policía Ministerial.
Sin embargo, salió a relucir
a través de las redes sociales el video de una agente municipal que ha decidido
abandonar las filas de la corporación por falta de atención de las autoridades
municipales, en él se ve al policía Irving Palomares Anguiano dar pie a las
especulaciones que por meses se
escuchaban de la administración del panista De la Rosa.
“Más que nada este video es para que la gente
sepa que cada día somos más los policías de la Dirección General de Seguridad
Pública de Los Cabos que estamos renunciando por las carencias, la falta de
preparación, de capacitación que existe en la corporación, no nos dan las
herramientas necesarias para realizar
nuestro trabajo, es deprimente saber que no existe el argumento adecuado, y
pues la neta da coraje que se invierte tanto dinero en otras cosas, y no le
puedan invertir a seguridad pública, lo que de verdad le corresponde.
No hay patrullas, no hay
armamento, no hay uniformes y se la pasan despidiendo personal, así como,
quieren cambiar la institución, pero no se están haciendo las cosas bien, uno
como policía debe prepararse y capacitarse por su propia cuenta”, expresa el
elemento.
De manera extraoficial se
tiene conocimiento que en el municipio cabeño, 30 agentes municipales
presentaron una renuncia masiva por los hechos violentos que se registran, es
decir, se van de Seguridad Pública por temor a ser acribillados por sicarios
que cuentan con armamento sofisticado y mil veces superior al de la
corporación.
La respuesta del Ayuntamiento
de Los Cabos es que la renuncia ha sido denegada de momento, debido a que la
institución no cuenta con el personal suficiente para afrontar las fiestas de
San José, lo cual los deja mal parados y ante una amenaza inminente que
prevalece en las calles.
La interrogante es qué va a
suceder si los agentes municipales se niegan a permanecer en la corporación, de
ahí que lo más seguro es que la presidencia municipal ya tenga previsto qué
hacer en caso que decenas de policías de
esa corporación estén desertando por miedo a morir ejecutados, ya que muchos
han recibido amenazas, incluso altos mandos.
Luis Alberto González,
secretario general del Ayuntamiento, declaró que “la seguridad está garantizada para las
fiestas tradicionales de San José del Cabo”.
Ante la violencia que se ha
desencadenado y que los propios cuerpos de seguridad viven en temor, un ejemplo
es el caso de la balacera registrada en la colonia Puerto Nuevo de San José del
Cabo, donde sicarios accionaron sus armas en contra de una tienda de abarrotes
(“Elizabeth”), un negocio de farmacia y una vivienda.
El ataque, que inició a las
diez de la mañana del miércoles 8 de marzo, fue lesionado David Antonio Lozoya,
de 24 años de edad y originario de Los Mochis, Sinaloa, además de “El Richard”;
mientras, según datos extraoficiales, una de las viviendas tiroteadas
perteneces a un agente municipal.
“Cómo nos defendemos los ciudadanos, o de
quién”, cuestionan los ciudadanos, ya que los propios policías -ha sido
comprobado por las autoridades- están involucrados hasta cierta medida con
grupos delincuenciales.
El ejemplo más claro es lo ocurrido con “el
Dante”, metros adelante de las oficinas
de la PGR.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA
/INVESTIGACIONES ZETA /MARTES, 14 MARZO, 2017 12:00 PM)
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