Gráfico: ZETA
La violencia y las muertes vinculadas a
la impunidad del narcotráfico en el México gobernado por Enrique Peña Nieto,
han roto sus propios records. Enero del 2017 ha sido el mes con más ejecutados
en lo que va de su administración federal a partir de diciembre del 2012, 3 mil
7 muertos con violencia dan cuenta de ello. Cuatro años de violencia que se
extiende hacia el ocaso del sexenio priista.
El crecimiento de las
estructuras del narcotráfico y el crimen organizado, el asentamiento de
cárteles como Jalisco Nueva Generación en el norte del país, los
enfrentamientos en el cártel de Sinaloa producto de la lucha por el ilícito
poder ante la extradición de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, y una evidente
incapacidad del Gobierno Federal para investigar, detener y desactivar estas
bases criminales, entre otros factores que no funcionan al no existir una
evidente política integral de combate a la inseguridad, dan como resultado 90
mil 649 ejecutados en 50 meses de Gobierno de Enrique Peña Nieto, de diciembre
de 2012 a enero de 2017.
Incluso, hay Estados que
pierden prácticamente el .08 por ciento de su población por los homicidios
violentos al año.
Es el caso de Colima, estado que tiene la tasa
más alta de homicidios dolosos (81.17 por cada 100 mil habitantes en 2016).
Según los documentos oficiales y las bases de datos consultadas por Zeta, solo
en enero del 2017 en México se registraron 3 mil 6 víctimas de homicidios
dolosos.
Es la misma cifra que reporta
el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que depende
de la Secretaría de Gobernación.
Los asesinatos en México han
escalado prácticamente cada año del Gobierno del priista de Enrique Peña Nieto,
incluso por encima de los documentados en el sexenio del ex presidente de la
República de extracción panista y autor de la “guerra contra el narco”, Felipe
Calderón Hinojosa.
Según bases de datos de la
Secretaría de Gobernación, de Procuradurías de Justicia estatales y los
reportes de defunciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi), en lo que va del Gobierno –sin contar desaparecidos– suman 90 mil 694
muertes violentas, la mayoría relacionadas con el crimen organizado.
Es decir que juntando las
cifras de muerte que han dejado los dos últimos sexenios, el vigente emanado
del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del anterior por el Partido
Acción Nacional (PAN), México ha sufrido 212 mil 377 víctimas de la violencia y
de la incompetencia gubernamental.
Gráfico: ZETA LOS ESTADOS MÁS
VIOLENTOS
Este 2017 se celebrarán
elecciones en cuatro estados de la República Mexicana, Estado de México,
Nayarit, Coahuila, donde se renovará toda la estructura del Poder Ejecutivo y
Legislativo, y Veracruz donde se elegirán alcaldes y diputados locales.
Dos de esas entidades
federativas están entre los diez más violentos de México.
Efectivamente, el Estado de
México que gobierna el priista Eruviel Ávila, se coloca en la posición número 1
con 11 mil 604 ejecutados en 50 meses de Gobierno de Enrique Peña Nieto,
mientras Veracruz donde es perseguido el ex Gobernador priista, Javier Duarte
de Ochoa, ocupa el número 7 con 4 mil 309 homicidios dolosos.
La tabla de los estados con
mayor número de muertes violentas en los 50 meses de Gobierno de Enrique Peña
Nieto, se integra así:
1.- Estado de México 11 mil 604 ejecuciones.
2.- Guerrero 8
mil 986.
3.- Chihuahua 7 mil 240.
4.- Jalisco 5 mil 292.
5.- Sinaloa 4 mil 914.
6.- Ciudad de México 4 mil 629.
7.- Veracruz 4 mil 309.
8.- Michoacán 4 mil 259.
9.- Baja California 3 mil 757.
10.- Guanajuato 3 mil 680.
En el sexenio de Enrique Peña
Nieto cada año la violencia reflejada en las víctimas mortales ha aumentado.
Si la tendencia se mantiene,
Peña dejará un país igual o un poco más ensangrentado que Calderón. La
estadística de ejecutados en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, se
integra así:
Diciembre 2012: Mil 999
ejecutados.
2013, 23 mil 63 víctimas.
2014, 20 mil 10.
2015, 20 mil 525 muertes violentas.
2016, 22 mil 935, ubicándolo como uno el año más
violento de la era priista, a la fecha.
Enero 2017, 3
mil 6 víctimas fatales. Total: 90 mil 694 homicidios dolosos.
El secretariado Ejecutivo del
Sistema Nacional de Seguridad Pública modificó su manera de documentar su
información, hasta 2015, la dependencia únicamente cuantificaba los expedientes
de los delitos, entre ellos los de homicidio, pero no por el número de
víctimas.
Había, por ejemplo,
“multihomicidios” bajo un solo número de expediente.
A la fecha la información es
un tanto más precisa, es alimentada por formatos homologados de las
procuradurías estatales.
Para dar una idea, en 2013,
el Secretariado registró una incidencia de18 mil 332 carpetas de homicidios
dolosos, mientras que Inegi dio cuenta de 23 mil 63 muertes provocadas por
violencia. Lo mismo en 2014, cuando el primero documentó 15 mil 653 y el
segundo 20 mil 10. Aun así, que el Secretariado de la Segob proporciona datos a
razón de víctimas, en 2015 solo cuantificaron 17 mil 28 mientras que Inegi
arrojó 20 mil 525.
Al ser la entidad más
poblada, el Estado de México siempre está a la cabeza de la lista de violencia.
No por ello goza de buenos
números. Guerrero, Veracruz y Michoacán independientemente de su población
atraviesan crisis de seguridad e ingobernabilidad. Jalisco, Baja California y
Sinaloa siguen turnándose los primeros números de la tabla de muerte.
Sin embargo, cobra un real
impacto cuando se calcula la tasa utilizada por los académicos y las
dependencias gubernamentales que estudian la demografía, es decir, cuántos
fenómenos ocurren por cada 100 mil habitantes.
Para ello, ZETA obtuvo las
proyecciones de población del estudio realizado por CONAPO (2017) Consejo
Nacional de Población y los totales de homicidios por entidad.
La fórmula para calcular
cifra es multiplicar la tasa de homicidios por el número total de homicidios,
entre la población total, multiplicada por 100 mil.
En seguida los resultados,
donde Colima a pesar de tener solo 607 homicidios dolosos su poca población lo
coloca como una de las zonas más violentas del país.
Le siguen, Guerrero, Sinaloa,
Zacatecas y Baja California. Muy encima de Tamaulipas, Veracruz y Jalisco. Obteniendo
una tasa de 18.57 homicidios por cada 100 mil habitantes en promedio en el
país.
Jalisco, Baja California y Sinaloa
siguen turnándose los primeros números de la tabla de muerte. Foto: Cuartoscuro.
Aquí los estados con la mayor
tasa de ejecutados por cada 100 mil habitantes.
Estado Gobernador
Colima Ramón Pérez Díaz (PRI)
Guerrero Héctor Astudillo (PRI)
Chihuahua César Duarte (PRI)
Sinaloa Quirino Ordaz Coppel (PRI)
Zacatecas Miguel Alonso Reyes (PRI)
Baja California Francisco
Vega (PAN)
Morelos Graco Ramírez (PRD)
Michoacán Silvano
Aureoles (PRD)
Baja California Sur Carlos Mendoza (PAN)
Oaxaca Gabino Cué (MC)
Tamaulipas Egidio Torre Cantú (PRI)
Sonora Claudia Pavlovich (PRI)
Guanajuato Miguel
Márquez (PAN)
Veracruz Javier
Duarte (PRI)
LA POLÍTICA DE CALDERÓN Y EPN ES LA MISMA
“Vamos a cumplir dos sexenios
con una misma política que nos ha llevado a los peores números en materia de
homicidios en la historia contemporánea de este país”, son las palabras de
Ernesto López Portillo, consultor en Seguridad Ciudadana y Reforma Policial en
la Ciudad de México.
El también fundador de la
asociación civil Instituto para la Seguridad y Democracia, sostiene que la
tendencia de violencia habla de un “riesgo de que México pase del umbral de
violencia endémica y se vaya a un umbral más grave, que es de conflicto armado,
como El Salvador”.
El especialista en
instituciones policiales asegura que “El Estado mexicano no ha publicado ni
dado a conocer alguna metodología con evidencia empírica sobre cómo reducir el
homicidio”.
En todo caso, el crecimiento o la disminución
de las ejecuciones caminan independientemente de las acciones de Gobierno.
El académico advierte que
México padece una violencia endémica en materia de homicidios de acuerdo con la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud, y no tenemos la medicina.
Puede ser que la autoridad
militar entienda de una manera, las Procuradurías lo entiendan de otro, la
Policía de otra, pero nadie muestra metodología.
El activista que lleva más de
20 años estudiando el fenómeno asegura que “la violencia homicida y lo que hace
el Estado para enfrentarla, se mueven de manera independiente. No tenemos
información de que la autoridad modifique el comportamiento de los homicidios”.
“En el cierre de 2016, se
incrementaron los homicidios de 22 por ciento…un incremento del 51 por ciento
en ejecuciones del crimen organizado”, explica Santiago Roel, directivo del
proyecto Semáforo Delictivo, dedicado a estudiar el comportamiento de
inseguridad en México.
“En Semáforo de Ejecuciones,
publicamos un estudio de homicidios desde 1945 a la fecha, vemos que iba
descendiendo la tasa de homicidio desde 1995, pero es en 2007 cuando arranca la
Iniciativa Mérida y la guerra contra las drogas de Felipe Calderón, se dispara
esto exponencialmente después de tres años. Para 2011, tocamos un récord de 24
homicidios por cada 100 mil habitantes, cuando habíamos logrado bajar hasta
casi ocho”, analiza el académico.
Para el experto en el tema
queda claro que la llamada guerra contra las drogas y la Iniciativa Mérida “nos
ha incrementado toda la violencia en México”.
El Estado de México que gobierna el
priista Eruviel Ávila, se coloca en la posición número 1 con 11 mil 604
ejecutados en 50 meses de Gobierno de Enrique Peña Nieto. Foto: Cuartoscuro.
Sobre todo porque –abunda
Santiago Roel– “cuando suben los homicidios, tienden a subir otros delitos de
alto impacto y se conforma lo que llamamos la tormenta perfecta: el crimen
organizado bien posicionado y las autoridades caen en la ley de plata o plomo”.
A decir del fundador de
Semáforo Delictivo cuando divides ejecuciones del crimen organizado entre
homicidios, en 2006 el 20 por ciento de los homicidios en México eran del
crimen organizado, en tiempos de Calderón, en 2011, sube hasta un 74 por
ciento, y en 2016 estima que un 60 por ciento, es decir, seis de cada diez
ejecutados son por crimen organizado.
A decir de Roel:
“la perspectiva de la nueva
relación con Estados Unidos, que cada quien cuide sus fronteras y territorios,
creo que es una oportunidad dorada para que México regule las drogas y termine
la guerra contra las drogas, que solamente nos ha creado más violencia”.
El paso para la legalización
daría la oportunidad de apagar las peleas violentas entre los cárteles:
“las drogas no deben estar en manos de las
mafias, el Estado es responsable por el manejo de las drogas, pero evade esta
responsabilidad, crea este mercado negro muy lucrativo para las mafias, con las
cuales nos hacen una guerra tremenda y algunos narcopolíticos se benefician de
esto. No hay que olvidar que podrán atrapar capos y extraditarlos, pero el
negocio y el mercado ahí está y ahí va a estar”.
En el mismo tema, explica que
mientras Estados Unidos y Canadá siguen regulando el uso de la mariguana médica
y recreativa, y así haciendo dinero, en México se sigue matando a miles de
personas.
En sus palabras, el
especialista en temas de seguridad pública, refiere que “el otro tema es la
regulación del cultivo de amapola.
Estados Unidos nos prohíbe
que cultivemos amapola bajo el pretexto de que México es incapaz de controlar
el cultivo de la amapola con fines médicos. Es muy cómoda su postura de decir
que todo el problema que tiene Estados Unidos, lo causan los bad hombres, los
mexicanos.
No, es un mercado y su
demanda está creciendo por razones económicas, familiares y sociales”. Las
entidades productoras “podrían ser estados ricos, vivos, en paz, con una gran
capacidad de exportación de mariguana y del derivado de la amapola. No entiendo
qué estamos esperando para defender los intereses de México y para encontrar la
paz. Peña Nieto y su administración no están haciendo nada al respecto”,
refiere.
Finalmente Roel concluye:
“Peña está haciendo exactamente lo mismo que Calderón. No veo nada nuevo, me
preocupa”.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS /ISAÍ LARA
BERMÚDEZ/ DOMINGO, 12 MARZO, 2017 01:11 PM)
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