La
debilidad interna del país, provocada por unas finanzas públicas
desequilibradas incluyendo una deuda que ya rebasó el saldo de la crisis de
1995, hizo más vulnerable a la moneda mexicana frente al complejo entorno
mundial, han dicho economistas. Este 2016 el peso se depreció un 20 por ciento
frente al dólar por lo que fue su peor año desde la crisis financiera de 2008.
Agencias calificadoras como Moody’s y Standard & Poor’s emitieron llamadas
de alerta sobre el rápido ritmo de crecimiento de la deuda, por lo que,
advirtieron, la calificación de México podría bajar. Esto ahuyentaría la
confianza de los inversionistas, cuyo capital es clave para el crecimiento
económico.

Ciudad
de México, 31 de diciembre (SinEmbargo).– El peso se depreció un 20 por ciento
frente al dólar en el 2016 y, destacó la agencia Reuters, culminó su peor año
desde la crisis financiera mundial de 2008. En tanto, la deuda total del país
aumentó a 48.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al mes de noviembre,
informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), lo que la coloca
por arriba del saldo de 35 por ciento en la crisis de 1994-95.
El
dólar en bancos arrancó el año hasta en 17.70 pesos y ayer finalizó en 21
pesos. A lo largo de estos 12 meses la moneda mexicana fue golpeada por el
nerviosismo de inversionistas que retiraron su capital por factores externos
como el lento crecimiento mundial, la decisión de la Gran Bretaña de separarse
de la Unión Europea, el alza de tasas de interés en Estados Unidos y,
principalmente, las elecciones de Estados Unidos en las cuales ganó Donald
Trump, quien planea modificar el Tratado de Libre Comercio (TLC), confiscar las
remesas y deportas a millones de mexicanos.
Sin
embargo, han dicho analistas, la debilidad interna del país, provocada por unas
finanzas públicas desequilibradas incluyendo una alta deuda, hizo más
vulnerable a la moneda frente al complejo entorno mundial.
Economistas
e incluso personajes como el hombre más rico de México, Carlos Slim, llamaron
al gobierno a dejar de descuidar el mercado interno e incentivar la inversión.
LA DEUDA MÁS QUE EN 1995

La
deuda total del país aumentó a 48.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)
al mes de noviembre, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP).
“El
Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP),
la medida más amplia de deuda pública, ascendió a 9 billones 383.7 mil millones
de pesos al mes de noviembre, mientras que el observado al cierre de 2015
ascendió a 8 billones 633.5 mil millones de pesos”, expuso en su reporte
mensual de finanzas públicas.
Es
decir, el saldo se incrementó 750 millones 200 mil pesos en un año.
Durante
el año, agencias calificadoras como Moody’s y Standard & Poor’s emitieron
llamadas de alerta sobre el rápido ritmo de crecimiento de la deuda, por lo
que, advirtieron, la calificación de México podría bajar. Esto ahuyentaría la
confianza de los inversionistas.
De
acuerdo con economista, el flujo de inversiones es una de las claves para el
crecimiento del país. Este 2016, prevé el Banco de México, habrá un crecimiento
alrededor del 2 por ciento.
La
caída de los precios del petróleo y la depreciación del peso encarecen más el
pago de deuda en dólares, explicó Bloomberg.
Al
cierre de noviembre de 2016, el saldo de la deuda neta del Gobierno Federal se
situó en 6 billones 923.5 mil millones de pesos, frente a los 6 billones 230.6
mil millones de pesos del mismo periodo de 2015.
La
deuda interna fue de 5 billones 127.8 mil millones de pesos, mientras que la
deuda externa neta del Gobierno Federal registró 87.4 mil millones de dólares
(equivalente a 1 billón 795.7 mil millones de pesos).
INGRESOS Y GASTOS
Las
calificadoras sugirieron al gobierno federal alcanzar una consolidación fiscal
en sus finanzas públicas, es decir, equilibrar sus gastos con su ingresos. Ante
la caída en la producción petrolera y los petroprecios, los ingresos en este
rubro han decaído.
Los
ingresos presupuestarios del sector público durante enero-noviembre de 2016 se
ubicaron en 4 billones 209.8 mil millones de pesos, un 9.2 por ciento respecto
al mismo periodo de 2015, principalmente por los tributarios.
Los
ingresos tributarios no petroleros ascendieron a 2 billones 457.9 mil millones
de pesos, un 11.5 por ciento más que en 2015. El Impuesto Sobre la Renta (ISR)
subió 12.3 por ciento; el Impuesto al Valor Agregado (IVA), 7.8 por ciento; el
Impuesto Especial sobre Productos y Servicios
(IEPS), 17.3 por ciento y el impuesto a las importaciones un 11 por
ciento.
En
contraste, entre enero y noviembre de 2016, los ingresos petroleros se ubicaron
en 747.0 mil millones de pesos, mayores en 0.2 por ciento en términos reales a
los del mismo periodo del año anterior.
Sin
embargo, si se excluyen los ingresos derivados de las aportaciones
patrimoniales del Gobierno Federal a Pemex que se compensan en el gasto por el
mismo monto, los ingresos petroleros disminuyen en 20.2 por ciento debido a las
reducciones en el precio promedio de exportación de la mezcla mexicana de
petróleo de 26.9 por ciento, que pasó de 46.3 dólares por barril en 2015 a 33.8
en 2016; a la reducción en la producción de petróleo de 4 por ciento, que
disminuyó de 2.273 miles de barriles diarios en 2015 a 2.183.
En
cuanto al gasto, entre enero y noviembre de 2016, se ubicó en 4 billones 520.2
mil millones de pesos, un 3 por ciento respecto al mismo periodo de 2015.
(SINEMBARGO.COM/
Redacción / diciembre 31, 2016 - 10:55 am)
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