Ya investiga la Fiscalía Anticorrupción
En los documentos exhibidos ante Dossier
Político por Martín Pérez Reyes, quien hasta el mes de junio se desempeñó como
subdirector de Auditorías a Municipios, se detalla que los hechos de corrupción
a los que alude tienen que ver con la retención del 17%, aproximadamente, del
sueldo mensual que percibe cada uno de los empleados contratados por honorarios
en esa institución, tanto los de recién ingreso como los que ya laboraban el
sexenio pasado.
A un año de iniciar el actual
sexenio, la Secretaría de la Contraloría General, principal órgano fiscalizador
de todas las dependencias que integran el gobierno del estado, y que dirige
Miguel Ángel Murillo Aispuro, se encuentra “bajo la lupa” por graves
acusaciones que en contra de algunos directores de esa institución, se han
entablado en la Agencia del Ministerio Público Adscrita a la Fiscalía
Especializada para Investigar Hechos de Corrupción.
Contra toda lógica y a pesar
del carácter de las funciones de esa Secretaría tan perfectamente delimitadas,
dicha dependencia enfrenta hoy serias imputaciones por parte de un ex empleado
que ha puesto con valor “el dedo en la llaga”.
Se trata de Martín Pérez
Reyes, quien hasta el mes de junio se desempeñó como subdirector de Auditorías
a Municipios, dependiente de la Dirección General de Evaluación y Control de
Obra Pública de esa institución.
De acuerdo a la averiguación
previa FEIHC-II-87-2016, a la que se le da seguimiento en la Fiscalía
Especializada para Investigar Hechos de Corrupción, Pérez Reyes afirma que al
interior de la Contraloría estatal opera una red de corrupción.
La denuncia fue interpuesta
cuando el acusador aún laboraba en la Contraloría, de lo cual hay constancias
que obran en poder de esta Redacción.
De acuerdo a la documentación
proporcionada por el ex funcionario, en ella se asegura que esta presunta red
estaría integrada por Jesús Román Gutiérrez Sánchez, director general de
Evaluación y Control de Obra Pública; Manuel Hernán Vladimir Chávez, director
de Auditoría; Víctor Efraín Figueroa Miranda, director de Verificación; Iván
Estrada Asedo, Director de Evaluación y Control y Jesús Félix Ibarra, director
de Área.
Como testigo clave de la
operación de dicha red, Pérez Reyes también señala a una empleada de nombre
Carolina León Ramos.

Y explica que los operadores
citados obligan a los empleados que no tienen base o plaza, a aportar ese
porcentaje por tratarse de un “impuesto” que se les debe cobrar y que ya
existía en el gobierno de Padres. Sin embargo, no les entregan ningún tipo de
comprobante, mucho menos lo reflejan en la contabilidad gubernamental.
Lo curioso, agrega, es que a
cada empleado se le argumenta que se le paga más de lo que por ley le
corresponde y por eso debe devolver alrededor de 3 mil pesos mensuales,
aproximadamente, aunque hay otros que tienen de entregar una cantidad mayor, en
proporción al sueldo devengado.
(DOSSIER POLITICO/ CLAUDIO TIZNADO /
2016-10-13)
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