El ex líder del Cártel de
Guadalajara, Ernesto Carrillo Fonseca, podría ser trasladado a su casa para que
cumpla su condena en prisión domiciliaria, en los próximos días.
Esta semana vence el plazo
para que el Juez Sexto de Distrito, con sede en Jalisco, apruebe o rechace la
vivienda que propusieron los abogados de Don Neto, para la medida de
confinamiento.
El inmueble está ubicado en
el predio Rancho Viejo, del fraccionamiento Hacienda de Valle Escondido, en el
municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
El Juez fue emplazado el mes
pasado por el Primer Tribunal Colegiado para que desahogara las pruebas
necesarias y determinar si el domicilio es idóneo para que cumpla con la prisión domiciliaria.
Peritos en materia de
seguridad deben cerciorarse de que la casa no tenga subterráneos, túneles, o
pasadizos, campos abiertos cercanos en los que puedan aterrizar aeronaves y que
no esté ubicada cerca de un aeropuerto.
Las medidas de seguridad
fueron propuestas por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y
Readaptación Social, para garantizar que el delincuente no escape y evitar el
arribo de cualquier contingente que tuviera la intención de secuestrar, atacar
o privarlo de la vida.
Carrillo Fonseca actualmente
se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social número 2
Occidente, conocido como Puente Grande, en Jalisco.
El 21 de enero de 2015, el
Segundo Tribunal Unitario concedió el beneficio de prisión domiciliaria por el
precario estado de salud que padece.
Fue hasta el 3 de julio
cuando los abogados propusieron la vivienda del Estado de México para que
cumpla con el confinamiento y presentaron los documentos que acreditan la
propiedad.
Los abogados intentaron
ampararse contra las medidas de seguridad pues consideran que Don Neto ya no
está en condiciones de fugarse y volver a delinquir, pero el Juez negó el
amparo.
El Juez inició los trámites
para verificar que la vivienda cuenta con las medidas de seguridad, pero hasta
abril de este año todavía no los concluía, y los defensores solicitaron un
amparo alegando que se estaba retrasando su trasladado y con ello violentando
sus derechos.
El Primer Tribunal Colegiado
concedió el amparo y dio como plazo al Juez el 13 de junio para que concluya
los trámites y de aceptar la vivienda que propusieron, inicie con el
procedimiento para trasladar a Don Neto.
En caso de que la casa no
reúna los requisitos, deberán buscar otra.
Los abogados alegan que
Carrillo Fonseca debe ser trasladado a la vivienda debido a que su estado de
salud no le permite ser autosuficiente en cuanto a sus necesidades mínimas de
subsistencia, en el penal en que se encuentra.
La defensa de Don Neto
presentó documentos en los que la familia asume el compromiso de sufragar los
gastos que genere la prisión domiciliaria y médicos, así como las identidades
de los médicos y las personas que se encargarán de su cuidado.
La seguridad de la vivienda
estará a cargo de las autoridades que el Juez designe durante todo el tiempo
que dure el confinamiento y tendrá visitas constantes de trabajadoras sociales
y de personal del sistema penitenciario.
SALUD
PRECARIA
Con 31 años en la cárcel y 86
años de edad, Don Neto padece un precario estado de salud.
Los peritajes médicos que le
practicaron en el penal establecen que presenta condición de senilidad y un muy
severo menoscabo de sus facultades físicas y mentales que lo conducen a un
estado de invalidez acelerada y a la muerte.
Los peritos describen que padece
angina de pecho, alta presión arterial crónica, ceguera en el ojo izquierdo,
osteoartritis, demencia senil, síndrome vertiginoso y náuseas, gastritis, dolor
migrañoso, insuficiencia venosa, pérdida de peso sin una causa médica detectable, y
neumonía basal.
Además padece un tumor en el
colon con probabilidad de ser cancerígeno.
Los médicos señalan que tiene
problemas que lo colocan como un minusválido mental, con nula probabilidad de
recuperación con tratamientos médicos y quirúrgicos.
31 AÑOS DE CÁRCEL
El fundador del Cártel de
Guadalajara se encuentra preso desde abril de 1985.
Don Neto, junto con su socio,
Rafael Caro Quintero, fue sentenciado a 40 años de prisión por el homicidio y
secuestro del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, y el piloto Alfredo
Zavala.
El capo también estaba
acusado de delitos contra la salud, posesión y tráfico de mariguana, aportación
de recursos económicos para la siembra y cultivo, asociación delictuosa,
introducir al territorio nacional en forma clandestina armas de fuego para
portar y acopiar artefactos de uso reservado.
Esos delitos fueron cometidos
en 1982, 1983 y 1984 y en 2015 fue absuelto después de promover amparos en los
tribunales.
En abril de 1985 fue
ingresado al Reclusorio Preventivo Varonil Norte en el Distrito Federal y en
septiembre de 1992 trasladado al Centro
Federal de Readaptación
Social número 1 El
Altiplano, en Toluca, Estado de
México.
En marzo de
2013 fue trasladado al Centro
Federal de Readaptación Social número 2 Occidente,
en Puente Grande, Jalisco, y en
las próximas semanas podría ser trasladado a su casa para que compurgue los
nueve años de prisión que le faltan.
(RIODOCE/ ALEJANDRO MONJARDÍN/ 12 JUNIO,
2016)
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