El pleito inmobiliario entre María
Asunción Aramburuzabala y la familia del conductor estelar de Televisa cimbra
desde hace varios días las estructuras del consorcio, al punto de que cada vez
son más fuertes las versiones sobre la eventual salida de Joaquín López Dóriga
de la televisora aliada del gobierno de Enrique Peña Nieto. El litigio, en el
que la poderosa empresaria ya lleva la delantera, puso al descubierto las
“presiones” e intentos de “extorsión” que según ella han ejercido en su contra
los esposos López Dóriga. Quedan aquí documentados los “negocios” que el
conductor ha hecho al amparo del gobierno y los micrófonos de radio y
televisión.
La batalla en tribunales entre la
empresaria María Asunción Aramburuzabala, propietaria de la inmobiliaria Abilia,
y los esposos Teresa Adriana Pérez Romo y Joaquín López Dóriga apenas inicia…
El litigio ha destapado el
modus operandi de la extorsión del conductor estelar de Televisa y Radio
Fórmula, cuya riqueza a partir del uso de poder de su micrófono incluye la
propiedad de al menos seis departamentos de lujo en el Club de Golf Bosques,
siete en la colonia Polanco, su lujoso yate valuado en 40 millones de pesos,
una suite en residencial Villa Alejandra de Acapulco, más millonarios ingresos
a través de dos empresas, Akron y Ancla, que han recibido más de 237 millones
en contratos por menciones, campañas y entrevistas de dependencias federales
entre 2001 y 2015.
La revelación de un presunto
intento de extorsión por más de 5 millones de dólares por parte del matrimonio
López Dóriga destapó lo que entre políticos y empresarios era conocido desde
hace más de una década: el Teacher de Televisa presiona de esa manera a quienes
no aceptan sus condiciones e intereses.
Los rumores sobre su salida
de Televisa, suscitados a raíz del pleito jurídico con Aramburuzabala,
arreciaron en los últimos días. Fuentes de la empresa confiaron a Proceso que
el 30 de septiembre se pretendía relevar al conductor de El Noticiero de Canal
2, pero la posibilidad se frenó para no vincular el hecho al litigio
inmobiliario con la heredera del emporio de la Cervecería Modelo y exsocia de
Televisa.
El propio López Dóriga, en su
columna de Milenio Diario, acusó el golpe de los rumores. El viernes 25 de
septiembre, bajo su seudónimo Florestán, apostilló: “Los hay que en su miseria
humana andan por la vida repartiendo falsos certificados de defunción”.
Los rumores en Televisa se
incrementaron a raíz de que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA)
del Distrito Federal resolvió a favor de Aramburuzabala en el juicio de
lesividad sobre la construcción del desarrollo inmobiliario de la calle Rubén
Darío 225, en una de las zonas de mayor plusvalía en la colonia Polanco, al
lado justamente del edificio Rubén Darío 223, donde los López Dóriga son
propietarios de un departamento de 552 metros cuadrados y un valor de 5
millones de dólares, según los datos del Registro Público de la Propiedad.
El jueves 24, la Consejería
Jurídica del Gobierno del Distrito Federal afirmó que “acatará el fallo” del TCA
y, por lo tanto, se quitarán los sellos que mantenían clausurada la obra, la
cual prevé la construcción de 122 departamentos de lujo.
Además de esta resolución a
favor de la heredera del emporio de la Cervecería Modelo, están pendientes
otros dos juicios de lesividad interpuestos por la Procuraduría Ambiental y del
Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT), y otro más promovido por
la esposa de López Dóriga y 10 vecinos más que piden la cancelación del
proyecto. Ambos juicios serán resueltos por el mismo tribunal y, según
Guillermo Buitano, director de Abilia, “los dos juicios pendientes deberían
resolverse en el mismo sentido” en un plazo de un mes.
La batalla entre
Aramburuzabala y López Dóriga no se agota en el litigio inmobiliario. Los abogados
de la empresaria interpusieron otra averiguación previa por extorsión en contra
de los “probables responsables” de pedir un pago de 5 millones de dólares, más
600 mil dólares de pago de honorarios para el abogado Becerra Pocoroba y “la
reconstrucción de aproximadamente la mitad de las banquetas de la colonia
Polanco y sus luminarias”, petición de vecinos que encabezan Gabriela Torres
Ramírez y Adriana Pérez Romo López Dóriga, esposa del conductor de Televisa
(Proceso 2026).
La empresaria dijo que no
cederá y reiteró a Proceso que está dispuesta a mantener un litigio en
tribunales contra López Dóriga por dos años más si es necesario, porque “se
trata de una batalla contra el mal uso del poder y de la corrupción de un
conductor que al tener acceso a un medio lo usa para enriquecerse, para
extorsionar”.
A su vez, Buitano aclaró a
Proceso que la extorsión es un delito que “se persigue de oficio, es decir, que
no nos podemos desistir, lo cual tampoco haríamos aunque fuera posible”.
LA VENTA DE “MENCIONES”
Este litigio es el primero
que se ventila públicamente y pretende demostrar el modus operandi del
conductor estelar de Televisa, quien ha hecho un millonario negocio con la
transmisión de publicidad presentada como información periodística o noticiosa,
algo prohibido desde septiembre de 2014 por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación a raíz de las reformas constitucionales en materia de libertad de
expresión y derecho a la información.
A través de dos firmas,
Astron y Akron, López Dóriga ha recibido al menos 237 millones de pesos de
distintas dependencias federales desde 2001, en el gobierno de Vicente Fox,
hasta 2015, con la administración de Peña Nieto, según la suma de estos
contratos, obtenidos a través del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso
a la Información Pública (INAI).
De 2005 a 2015, la compañía
Astron Publicidad, cuya apoderada original es la esposa de López Dóriga,
recibió 56 contratos de dependencias federales. El más generoso con el
conductor ha sido el Instituto Mexicano del Seguro Social, que en los últimos
siete años le pagó a las empresas de López Dóriga 33 millones 352 mil 316
pesos.
Todos los contratos son por
adjudicación directa y sus servicios son tan variados como los siguientes: por
transmisión de spots, por transmisión de “comentarios de López Dóriga” en
distintos noticiarios de Radio Fórmula (en los espacios de Eduardo Ruiz Healy,
Óscar Mario Beteta y hasta de Ciro Gómez Leyva) y hasta por “asesoría,
implantación y consultoría en informática”.
La esposa de López Dóriga,
Adriana Pérez Romo, aparece como accionista de la empresa Telecomportal, S.A.,
de C.V., creada el 16 de diciembre de 2005 con el objeto de compra, venta,
importación, exportación, renta de “toda clase de bienes, herramientas, partes
o refacciones relacionados con sistemas de seguridad, comunicaciones, software,
equipos de cómputo y mantenimiento industrial, ya sea por cuenta propia o a
través de terceros, así como brindar asesoría en todo lo relacionado a este
objeto”, según el folio 344270 del Registro Público de la Propiedad.
En otras palabras, Astron
Publicidad, de López Dóriga, subcontrata a Telecomportal, de su esposa, o a
otras empresas para los convenios firmados con dependencias federales como el
IMSS o la Secretaría de Salud que también incluyen los servicios de “asesoría
en informática”.
El mismo INAI adjudicó de
manera directa a Astron Publicidad un contrato para “servicios de publicidad en
programas de televisión para la difusión de spots de la Semana Nacional de la
Transparencia 2011 y campaña institucional del IFAI”.
En el exceso, hasta el
Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), un organismo de
escaso presupuesto, adjudicó directamente a Astron un contrato de un millón y
medio de pesos por la difusión de spots publicitarios de sólo 30 segundos, en
2011. Y ya en el gobierno federal actual, el INEA contrató el 29 de septiembre
de 2014 a la empresa de López Dóriga para difusión de “menciones de radio de 30
segundos” por un millón 948 mil pesos.
Una de las dependencias más
generosas con López Dóriga ha sido la Secretaría de Marina, que el 2 de marzo
de 2014 firmó un contrato con Astron Publicidad por 7 millones 174 mil pesos
para “un servicio de difusión de las campañas de la Secretaría de Marina a
través de la radio en diferentes lugares de la República”.
En 2013, durante el gobierno
de Peña Nieto, López Dóriga creó otra empresa, además de Astron, llamada Ankla
Comunicación, que ha recibido un total de 13 contratos con distintas
dependencias federales, como la Secretaría del Trabajo, que le pagó 2 millones
de pesos por la producción de 25 comentarios para la campaña “México sin
Trabajo Infantil”.
La Secretaría de Hacienda,
encabezada por Luis Videgaray, ha sido generosa con Ankla. En 2014 le pagó 2
millones de pesos por “servicios de transmisión de mensajes en radio en sus
diferentes formatos para difundir las campañas” de la dependencia, y en enero
de 2015 firmó otro contrato por 5 millones para el mismo tipo de servicios por
el mismo periodo (un año).
La suma total de los
contratos de López Dóriga con las dependencias federales, disponibles a través
de la consulta al INAI, desde 2001 al 2015 es de 237 millones 340 mil pesos.
Tan sólo de 2013 y 2014, con el gobierno de Peña Nieto suman 39 millones 274
mil pesos, cifras que superan a los convenios firmados con otros medios
electrónicos e impresos.
Paradójicamente, López Dóriga
no es concesionario de ningún medio electrónico ni dueño de medio impreso
alguno, pero sus dos empresas obtienen ingresos mucho más elevados que,
incluso, Radio Fórmula, desde donde transmite sus “comentarios” y su noticiero
vespertino.
Los altos ejecutivos de
Televisa se han desligado del asunto. Internamente han explicado que se trata
“sólo de un asunto con Radio Fórmula”, pero no pueden evitar la presión de que
el conductor televisivo es su rostro más conocido y ahora con menor
credibilidad en el área de noticiarios.
EL NEGOCIO CON LOS ESTADOS
Los contratos de Joaquín
López Dóriga con las dependencias federales son los únicos que están accesibles
a través del INAI, pero con los gobiernos de los estados, especialmente con
gobernadores generosos con El Teacher, son prácticamente una caja negra.
Son muy pocos los casos
documentados de contratos, como el de Rafael Moreno Valle, quien le pagó a
López Dóriga un millón 120 mil pesos por la transmisión de una entrevista en su
noticiario radiofónico, en enero de 2013, en el marco de su segundo informe de
gobierno.
Zeferino Torreblanca ha sido
el único mandatario estatal que, el 16 de enero de 2013, publicó un desplegado
en un medio nacional para reclamarle a López Dóriga comentarios negativos a su
gobierno. En la parte medular de su carta, el entonces gobernador de Guerrero
señaló:
“Nunca he tenido trato alguno
ni siquiera he cruzado palabra con el señor López Dóriga y no quisiera pensar
que una opinión emitida con tanta ligereza y dolo fuera producto de no tener
una relación comercial con él, como ocurría en la administración pasada del
estado de Guerrero, de las que percibía ingresos anuales hasta por cerca de
seis millones de pesos.”
La respuesta de López Dóriga
fue escueta: “yo no lucro con la información”, pero no desmintió ni aclaró si
existían contratos por seis millones de pesos con el gobierno de René Juárez en
Guerrero. Criticó a Torreblanca por pagar un “costoso” desplegado y recurrir a
injurias e insultos.
Cinco facturas de la
Secretaría de Finanzas de Guerrero, a nombre de Astron Publicidad, de octubre
2003, y varios meses de 2004 son por un millón de pesos más 150 mil pesos de
IVA (que son absorbidos por el erario guerrerense), cada una, por “la
transmisión de comentarios de López-Dóriga” dentro de los distintos noticieros
de Radio Fórmula (Eduardo Ruiz Healy y Óscar Mario Beteta).
Proceso tiene copia de un
cheque, fechado el 20 de mayo de 2012 y emitido por la Secretaría de Finanzas
del Estado de México por 464 mil pesos a nombre de Joaquín López Dóriga, pero
la entidad gobernada por Eruviel Ávila no ha precisado los contratos firmados
con el conductor del noticiario estelar de Televisa.
EL NEGOCIO INMOBILIARIO
Del negocio en el espectro
radioeléctrico, López Dóriga ha pasado al negocio inmobiliario, sobre todo en
la delegación Miguel Hidalgo, de la Ciudad de México. De acuerdo con los datos
del Registro Público de la Propiedad, la familia López Dóriga es dueña de seis
departamentos en el Club de Golf Bosques por un valor total de 6 millones 473
mil dólares. Cuatro de ellos están a nombre de Teresa Adriana Pérez Romo, la
esposa, uno a nombre de Joaquín López Dóriga y un sexto a nombre de la hija
Adriana López Dóriga Pérez Romo.
Además, tiene varios
inmuebles en Polanco:
–En la calle Lamartine 204 es propietario desde el 27
de abril de 2001 de un lote que López Dóriga le “vendió” a Astron Publicidad,
cuya apoderada legal es su propia esposa, a un precio de 300 mil pesos, según
el folio No. 187501. Este inmueble de 33.75 metros cuadros tiene permiso para
uso habitacional.
–En la misma calle y en el mismo número López Dóriga
“vendió” a Astron Publicidad otro lote de 62.75 metros cuadrados por 600 mil
pesos. Con fecha del 1 de abril de 2014 se notifica otra “transmisión de
propiedad” de María del Rocío Aguilar, quien aparece como representante de
Astron Publicidad, “por pago de dividendos en especie transmite a Teresa
Adriana Pérez Romo el mismo inmueble, pero ahora con un valor de un millón 350
mil pesos, según el folio No. 187502.
–Un tercer lote de Lamartine 204 denominado “bodega
comercial” fue también vendido por López Dóriga a Astron Publicidad por 100 mil
pesos, en 2001, y adquirido en 2014 por su esposa Teresa Adriana Pérez Romo por
240 mil pesos.
–En la colonia Lomas de Chapultepec, una oficina
ubicada en Acueducto 28, de 57.49 metros cuadrados es vendida por Inmobiliaria
KL, representada por Arturo Alonso Mateo, a Astron Publicidad, por un millón
350 mil pesos, el 11 de diciembre de 2008. El 1 de abril de 2014 otra escritura
determina el “pago de dividendos en especie a favor de Teresa Adriana Pérez
Romo” por un millón 650 mil pesos.
–El departamento A-8, en la calle Rubén Darío 223, fue
escriturado el 9 de septiembre de 1999. Lo vendió Castañares, S.A. de C.V. a
Teresa Adriana Pérez Romo en 6.7 millones de pesos. Es el predio más grande:
552.96 metros cuadrados. El 17 de septiembre de 2012 otorgó en garantía el
predio por una hipoteca de 5 millones de dólares en favor de sus acreedores
Guillermo Rodrigo de Zamacona y su hija Teresa Adriana López Dóriga, que en ese
momento tenía 20 años de edad y no acreditaba ingresos mayores a los 20 mil
pesos. La operación suena un poco irreal o ilógica, pero así está asentada en
el Registro Público de la Propiedad.
El exdelegado en Miguel
Hidalgo Arne Aus den Ruthen Haag fue uno de los pocos políticos que ventiló
públicamente su diferendo con López Dóriga. En 2002, el conductor de Televisa
le pidió una licencia de construcción para una caseta policial en uno de sus
predios, obra que estaba restringida en el Plan de Desarrollo Urbano de
Polanco.
El entonces delegado del PAN
le dijo a López Dóriga que no era posible que él firmara esa licencia porque
era ilegal. Un amigo mutuo intercedió entre ambos. Los invitó a comer. Apenas
estaban en la sopa, recordó Arne Aus den Ruthen Haag, y el conductor de Televisa
le soltó su amenaza:
“Aprende a no meterte con la
esposa de un comunicador.”
Esa misma amenaza, 12 años
después, la repitió en contra de la propietaria de Tresalia Capital y
considerada una de las mujeres más ricas e influyentes de México. Aramburuzabala
se dice convencida de que llegará hasta el final. “No hay negociación posible
con un extorsionador”, reitera.
(DOSSIER POLÍTICO/ RICARDO ALEMAN JENARO
VILLAMIL / PROCESO/ 2016-05-24)
No hay comentarios:
Publicar un comentario