sábado, 13 de febrero de 2016

DOLOR QUE REBASA CELDAS Y FRONTERAS; BUSCAN A LOS VIVOS ENTRE LOS MUERTOS


Monterrey, Nuevo León.- El dolor de las familias tras la masacre del Penal del Topo Chico se trasladó a Saltillo, ya que en la lista de muertos aparecieron los nombre de saltillenses, confirmaron fuentes del Gobierno de Nuevo León.

Los cuerpos de los coahuilenses fueron entregados a sus familias y trasladados a Saltillo desde ayer, y hoy serían sepultados.

Se trata de Martín Rodríguez Chávez y Erasmo Jorge González Morales, cuyos cuerpos fueron reclamados por sus familiares para ser traídos a esta capital y darles sepultura, siendo costeados los gastos del traslado por parte del DIF de Nuevo León.

De acuerdo con información emitida por Erick Caballero de León, director general del DIF Nuevo León, ayer se entregaron 40 cuerpos identificados de los fallecidos, 10 de los cuales eran de familias que pidieron su traslado a otros estados, dos de ellos para Coahuila y el resto a Zacatecas, Tamaulipas, Durango y uno a Morelos.

Aunque se reservó el derecho de dar a conocer los nombres de los muertos trasladados a Saltillo, más tarde fuentes de seguridad del Gobierno de aquel estado proporcionaron los nombres, siendo identificados como Martín Rodríguez Chávez, quien estaba detenido por el delito de secuestro y Erasmo González, purgando una condena por asalto a residencias de Saltillo.

Señalaron que hasta el momento se desconoce si entre los presos que resultaron heridos y que aún están siendo tratados en el Hospital Universitario, haya originarios de Coahuila, pero que estarán al pendiente para dar seguimiento y apoyar a las familias, como dicen que lo harán con los deudos de los fallecidos.

 “A todos los 40 familiares que tenemos identificados se les está dando seguimiento, ya los atendimos, les vamos a respetar su duelo y  nos comunicaremos con ellos para ver su situación”, declaró  Erick Caballero.

Agregó que los forenses todavía se encuentran identificando los dos cuerpos calcinados que permanecen en el Anfiteatro del Hospital Universitario, practicando las últimas pruebas de ADN.

CONTINÚA SIN ENCONTRARLO

El hijo de doña San Juana Flores sigue desaparecido. La mujer ya lo buscó en la lista de los muertos y heridos, tampoco aparece en la de los trasladados del Penal del Topo Chico. Teme que sea alguno de los que siguen sin identificar en el Hospital Universitario.

“No lo encuentro, no aparece, se llama Roberto Carlos Villarreal Flores, es mi hijo, y no saben decirme dónde está”. Es la voz de doña Juanita, ya afónica de tanto gritar, de tanto exigir que le digan el paradero de su hijo de 22 años, preso desde hace 10 meses por el delito de riña y homicidio calificado.

Platica la mujer que en cuanto supo de la riña la mañana del jueves, corrió al Penal intentando entrar a verlo. No pudo. Se quedó toda la noche en vigilia, y al amanecer, apenas abrieron las puertas del Topo Chico, se formó y esta vez sí pudo pasar.

“Hoy sí entré, pero no me dieron razón, me dicen que no está, no me lo encontraron, me dijeron que a lo mejor lo habían trasladado, que checara las listas, y allá voy, a checar las listas”, dice la madre de familia, originaria de la colonia Cementera, en Monterrey.

Rápido salió del Penal y se fue directo a las listas de trasladados, pero en ninguna estaba su hijo. Con miedo buscó la lista de los muertos y luego la de los heridos, pero tampoco ahí estaba.

Familiares de presos compañeros de su hijo del Rondín 10 Ambulatorio 5, dicen haberlo visto con bien la noche del miércoles, pero después de ahí ya no le saben dar razón.

No quiere ir al Hospital Universitario. Ya le han dicho que ahí hay dos cuerpos sin identificar, pero se niega a que uno de ellos sea el de su hijo.

Dice que va a esperar afuera del Penal, hasta que le digan qué pasó, que de ahí no se va a mover. Porque en su corazón, siente que su Roberto aún está vivo. Por eso dice, “quiero que me digan dónde está, a dónde me lo fueron a aventar”.

UN MAR DE DUDAS

Familias como la de doña Petra Guel Martínez exigen a las autoridades de Nuevo León una explicación de por qué trasladaron a internos a Ceferesos de otros estados, cuando los delitos que cometieron son del fuero común, además, señalan que tampoco les han dado a conocer el lugar al que los llevaron.

Desde la madrugada del jueves, parientes de reclusos que se quedaron a hacer vigilia afuera del penal del Topo Chico, fueron testigos del primer traslado de 72 internos en cinco camiones, con rumbo a Ceferesos de otras entidades. Ayer se llevaron a otros 165 hombres y a 30 mujeres, sumando en total 267 personas.

Las listas fueron publicadas afuera de Penal, sin especificar el estado al que fueron llevados. Es el caso de doña Petra Guel Martínez, quien el jueves llevó de comer a su hijo Leonardo Guel, y ayer viernes volvió para verlo, pero ya no lo encontró. Una amiga le dijo que lo buscara en las listas. Y ahí estaba.

“Queremos saber dónde está, y por qué se lo llevaron para allá. A él lo tenían aquí por robo, ya tenía cuatro años y mi mamá estaba arreglando para que ya lo soltaran, pero ya se lo llevaron a no sé dónde, y ahora ni cómo ir a buscarlo”, expresó doña Petra, a quien le dijeron que a su hijo no se le permitió llevarse ninguna otra pertenencia más que lo que traía puesto.

Dijo que el traslado de su hijo fue una irregularidad, porque el delito por el que estaba ahí es de orden del fuero común, por lo que no tiene porqué haber sido llevado a un Cefereso, que es para presos del fuero federal

Ella, junto a otros familiares en la misma situación, ya han solicitado audiencia con las autoridades del Penal, quienes prometieron revelar este sábado los lugares adonde fueron trasladados.

ESTÁN SIN COMER

Dos días lleva sin comer buena parte de los presos en el “Topo”, manifestaron familiares que claman a las afueras del centro penitenciario, quienes aseguran ni agua les han dado a los reclusos, por lo que hacen un llamado a Derechos Humanos para evitar más tragedias.

Teresa Salas Salas lo único que pudo fue llevarle algo de dinero a su hijo al interior del Penal, para que se comprara algo, porque le dice el chico que desde que los federales ocuparon el lugar no les han dado ni de comer ni de tomar nada.

“Mi hijo tiene ya todos los labios resecos, lo vi hoy, me dijo que desde antier que no han probado nada, no les han dado nada”, dice la mujer, secundada por otros ocho o nueve familiares de otros internos.


(ZOCALO/ JESÚS CASTRO/ 13/02/2016 - 04:03 AM)

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