El presunto narcotraficante Alfonso Lira
Sotelo, preso en el CEFERESO 2 en Jalisco, obtuvo amparo para que se estudien
inconsistencias al momento de su detención. Agentes federales utilizaron una
camioneta de paquetería de Estafeta durante el operativo. Videos del circuito
cerrado del centro comercial donde se detuvo al “Atlante” contradicen el
informe de los aprehensores. Alberto Lira Sotelo “El Carnicero” y José Luis
Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”, tramitan amparos en Juzgados de Tijuana
(EDICIÓN IMPRESA) Abogados de Alfonso Lira
Sotelo “El Atlante” han presentado evidencias de audio, video y declaraciones
preparatorias, que derriban la versión de la Policía Federal sobre la detención
del capo del cártel de Sinaloa ocurrida en Zapopan, Jalisco, el 16 de
septiembre de 2014.
Uno de los más buscados que
fue de Baja California y con orden de aprehensión para ser extraditado a los
Estados Unidos, ha logrado así, un amparo para que analice si el auto de formal
prisión está ajustado a derecho.
En términos jurídicos, la
omisión de dar respuesta a todos los agravios formulados en una apelación a
favor del presunto narcotraficante Alfonso Lira Sotelo “El Atlante” y dos
coacusados, propiciaron que el Tercer Tribunal Unitario del Tercer Circuito
concediera un amparo a los quejosos para efecto de que se analicen presuntas
irregularidades verificadas durante su captura.
El magistrado de amparo
estimó que los agravios a los que el Cuarto Tribunal Unitario del Tercer
Circuito no dio respuesta frontal y cabal, pudieran ser trascendentes para
establecer si está ajustado a derecho o no el auto de formal prisión dictado
contra “El Atlante” y sus cómplices.
Diversas pruebas desahogadas
previas a que los presuntos criminales fuesen formalmente procesados, sembraron
la duda sobre la veracidad del informe de los elementos aprehensores, quienes
-a decir de los defensores de los inculpados- mintieron al señalar circunstancias
de tiempo, modo y lugar de la captura diferentes a las reales.
En su resolución, el Tercer
Tribunal Unitario del Tercer Circuito estima que “haber confirmado el auto de
formal prisión a los quejosos sin que se encuentren analizados en su totalidad
los motivos de inconformidad que dieron origen a la apelación, constituye una
violación a sus derechos fundamentales”.
Lira Sotelo y sus
colaboradores son encauzados por su probable responsabilidad en la comisión de
los delitos de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, así
como contra la salud en la modalidad de posesión de clorhidrato de cocaína con
fines de comercio.
“El Atlante” está internado
en el Centro Federal de Readaptación Social Número 2 Occidente, en Puente
Grande, Jalisco, y sus presuntos pistoleros en el CEFERESO 4, con residencia en
El Rincón, Nayarit.
EL INFORME FALSEADO
El 18 de septiembre de 2014,
la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) confirmó la detención de Alfonso Lira
Sotelo, de 44 años, señalado de trasiego de drogas hacia los Estados Unidos. Se
dijo que cuenta con una orden de localización y presentación con fines de
extradición a ese país por actividades de narcotráfico.
Junto con “El Altlante”
fueron capturados Felipe Misael Angulo Rentería y Juan Carlos Beltrán Ayala,
quienes estaban con el primero en un automóvil en un centro comercial de
Zapopan. Dentro del auto fue asegurada una subametralladora y una pistola tipo
escuadra. La dependencia federal aseguró que la acción era resultado de
investigaciones de campo y análisis de información de inteligencia.
Por su parte, agentes de la
Policía Federal señalaron en su informe que a las 16:00 horas del 16 de
septiembre del año pasado, circulaban a bordo de un vehículo oficial por la
colonia La Estancia, en Zapopan, cuando observaron un automóvil Nissan Máxima
color blanco, cuyo engomado en el medallón trasero no coincidía con el número
de placas, lo que les llamó la atención y le siguieron.
El vehículo sospechoso que
llevaba tres ocupantes en su interior se introdujo al estacionamiento del
centro comercial Plaza Galerías, mientras desde el exterior, los agentes
observaron cuando la unidad detuvo su marcha y de la puerta trasera descendió
un sujeto con un arma fajada en el pantalón, por lo que decidieron abordarle.
Los policías se identificaron
y le aseguraron al primer sujeto una pistola escuadra calibre 9 milímetros
marca Llama. Luego abordaron a los otros dos ocupantes y les revisaron. En la
parte media trasera del auto localizaron en el piso una subametralladora
Intratec 9 milímetros. Ambas armas estaban abastecidas en sus cargadores.
Al momento de identificarse
ante los federales, uno de los sujetos -que llevaba una identificación falsa-
terminó por confesar que le apodaban “El Atlante” y que cambiaba de nombre
porque se encontraba prófugo de la justicia y por cuestiones de seguridad, ya
que lo querían matar, pues tenía problemas con grupos rivales. El tipo aceptó
dedicarse a pasar drogas en vehículos hacia la Unión Americana.
Otro de los detenidos
reconoció que había sido agente federal hasta febrero de 2012, fecha en que
causó baja de la corporación.
Al revisar el automotor, una
mujer policía localizó un hueco en la guantera, donde había una bolsa cubierta
con cinta canela que contenía aproximadamente 500 gramos de un polvo blanco que
a la postre resultó ser cocaína.
Los aprehensores relatan que
a las 17:05 horas trasladaron a los detenidos a la Base Aérea Militar Número 5
en Zapopan, donde solicitaron un avión oficial para llevarles a la Ciudad de
México; sin embargo, a las 22:00 horas fueron informados que debido al huracán
“Odile” tendrían que hacer el traslado vía terrestre, por lo que salieron a las
22:20 horas y arribaron a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO) como a las 03:30 horas del día siguiente.
MEDIOS CONTRADICTORIOS
La declaración de Alfonso
Lira Sotelo y sus coacusados ante el juez difiere en horarios y en la forma en
que ocurrió su aprehensión. Los hoy procesados coincidieron en que el día de su
captura acudieron poco después de las 13:00 horas a Plaza Galerías con la
intención de ver una película en el cine, pero la cartelera no les pareció
interesante.
Luego de pasear por el centro
comercial y comprar cintos y zapatos, decidieron retirarse al estacionamiento
donde estaba estacionado su automóvil. Al abordar el vehículo y ponerlo en
reversa, una camioneta blanca con logotipos de la empresa de paquetería
Estafeta les cerró el paso. Hombres vestidos de negro, y otros con camisa
blanca y chalecos antibalas, los detuvieron.
Aseguran que eran poco más de
las 14:00 horas y que no portaban droga ni armas de fuego. Los federales los
llevaron a un cuartel de soldados donde presuntamente abordarían un avión para
llevarlos a la Ciudad de México, pero finalmente hasta la noche los trasladaron
a la SEIDO, a donde llegaron aproximadamente a las seis o siete de la mañana.
Los detenidos dijeron -ante
el juez- que sus dichos sobre sus actividades y horarios dentro de la plaza, y
en el estacionamiento donde fueron detenidos, podrían corroborarse a través de
los videos grabados por las cámaras del sistema de circuito cerrado y las
bitácoras de servicios del personal de seguridad privada del centro comercial.
Efectivamente, durante el
desahogo del término constitucional, la defensa aportó como pruebas a favor de
sus clientes: sus declaraciones preparatorias, grabaciones de audio de los
reportes de la cabina de vigilancia de la plaza al Centro Integral de
Comunicaciones (066), tres videos del circuito cerrado del centro comercial, la
inspección judicial del estacionamiento y dictámenes periciales de
dactiloscopia sobre las armas aseguradas.
Con estas probanzas se puso
en claro que los captores iban en una camioneta tipo van con la leyenda de
Estafeta, sin placas, y que los hechos sucedieron a las 14:35 horas, cuando
personal de la plaza informó al centro de comunicaciones. En los videos tampoco
se advierte el aseguramiento de las armas, mientras que no hubo condiciones
óptimas para obtener huellas dactilares de las mismas, debido a su
manipulación.
Para la defensa de “El
Altlante”, el hecho de que los aprehensores hayan mentido en su informe deja en
duda que al momento de la detención de los ahora procesados les hayan asegurado
la droga y las armas de fuego. “Por lo que no existen a nuestro criterio
pruebas indiciarias y mucho menos fehacientes que permitan demostrar de manera
indubitable los aludidos elementos de los injustos que se les reprocha y la
probable responsabilidad de los aquí acusados”.
AMPAROS EN TIJUANA
Mientras se repone el
procedimiento de apelación a Alfonso Lira Sotelo y sus colaboradores, su
hermano Alberto “El Carnicero” -con quien formó parte del Cártel de Sinaloa en
Tijuana- está a la espera de que se resuelva a su favor un amparo en contra de
una posible orden de aprehensión en su agravio. El asunto se maneja sigilosamente
en el Juzgado Tercero de Distrito en Materias de Amparo y de Juicios Federales
en esta frontera.
Otro que tramita un juicio de
garantías, pero ante el Juzgado Segundo de Distrito en las mismas materias en
Tijuana, es José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”, preso en el Centro
Federal de Readaptación Social Número 4, en Nayarit, desde diciembre del año
pasado. El ex jefe de célula criminal desea conocer cuáles y cuántas órdenes de
aprehensión hay en su contra en Baja California.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/
Investigaciones ZETA / Fotos. archivo/cortesía/ 01 de Diciembre del 2015 a las 07:26:42)
No hay comentarios:
Publicar un comentario