Las
importaciones acereras a bajos precios y supuesta competencia desleal de
productores extranjeros tienen dos caras: la posible destrucción de la
industria siderúrgica nacional y la reducción de costos en ciertos sectores
como el automotriz

Cámara
Nacional de la Industria del Hierro y del Acero
Mediante
un desplegado en medios
"Tengo
una responsabilidad frente a todo el sector del acero, frente a todas las
cadenas de valor de la economía mexicana… Los puestos de empleo que le
preocupan a esta secretaría son los puestos de empleo de todos los mexicanos
involucrados en las cadenas de valor"
Ildefonso
Guajardo
Secretario
de Economía
"Nosotros
hemos fijado nuestra postura con el gobierno, la industria automotriz está
mostrando preocupación por la aplicación de medidas que podrían afectar a otros
sectores, si no se analizan de forma correcta las opciones que ayuden a evitar la
entrada de acero chino en condiciones poco competitivas"
Eduardo
Solís
Presidente
de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz
El
conflicto acerero se ha convertido en una guerra de ultimátums y declaraciones
cruzadas. Las principales acereras que operan en el país, Altos Hornos de México, ArcelorMittal y
Deacero presionan a la Secretaría de Economía, presidida por Ildefonso
Guajardo, con amenazas de recortes a la producción y despidos masivos. En conjunto, han anunciado la terminación de
9 mil 800 empleos.
La
Cámara Nacional del Acero pide una respuesta inmediata del Gobierno ante la
llegada de acero extranjero, principalmente chino, a precios extremadamente
bajos. Se alega que la competencia desleal está destruyendo a la industria
nacional.
La
Secretaría de Economía ya impuso cuotas compensatorias a las importaciones
provenientes de Francia, Alemania y China. No obstante, el gremio acerero está
desesperado por medidas que tengan un alcance inmediato y de mayor impacto.
Las
firmas siderúrgicas que operan en el país exigen la imposición de un arancel
temporal de 35 por ciento a todas las importaciones de acero que provengan de
naciones que no cuenten con un tratado de libre comercio con México.
Asimismo,
se demanda la homologación de las reglas de comercio exterior del país con las
de sus principales socios comerciales. Esto tiene la finalidad de que los
productores chinos no eludan las cuotas compensatorias mediante una
triangulación en el proceso de importación.
El
mercado global de acero presenta un exceso de oferta. La economía de China se
encuentra en franca desaceleración, por lo que su producción acerera se vierte
hacia el exterior. Además, Rusia, otro jugador importante en la industria del
acero, sufrió una depreciación de 67 por ciento de su divisa frente al dólar en
el último año, volviendo sus exportaciones más competitivas.
Desde
Estados Unidos hasta Australia y Europa, las industrias nacionales del acero
han sufrido despidos masivos.
VENTAJA AUTOMOTRIZ
Los
productores de acero de China y Rusia no son los únicos beneficiarios de la
actual coyuntura.
El
sector automotriz de México ha tomado ventaja de la caída en el precio de uno
de sus principales insumos.
Las
armadoras mexicanas entraron al debate acerero como contrapeso a la presión de
las firmas acereras. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz
argumenta que las demandas del sector
siderúrgico son inaceptables para un modelo de economía abierta dado el impacto
negativo que tendrían sobre la cadena de valor de otras industrias.
La
confrontación entre la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y la
Cámara Nacional del Acero escaló a una
batalla mediática. Ambos grupos han intercambiado acusaciones y refutaciones
mediante desplegados, entrevistas y columnas de opinión.
EL DILEMA DE GUAJARDO
La
Secretaría de Economía se encuentra en medio del conflicto acerero.
Por
un lado, está la amenaza latente de una pérdida significativa de empleos y la
caída en inversión por parte de las firmas siderúrgicas.
Altos
Hornos de México declaró que si las condiciones actuales prevalecen, cambiarán
su giro de negocio de productores a maquiladores, beneficiándose de las
importaciones de acero baratas.
En
cambio, al otro lado de la balanza está la defensa del sector emblema del
modelo de desarrollo mexicano: apertura comercial para propiciar un crecimiento
basado en las exportaciones.
México
se ha convertido en el cuarto exportador global de automóviles. El sector
externo es el único componente de la estancada economía nacional que presenta
tasas de expansión significativas. Al interior de este sector, la industria
automotriz presenta el mejor desempeño en términos de crecimiento.
En
ese sentido, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz considera
preocupante el hecho de que un par de empresas presionan al gobierno para tomar
medidas unilaterales que ponen en riesgo la competitividad, miles de empleos y
el crecimiento del sector automotriz y de otras industrias.
Hasta
el momento, la deliberación de la Secretaría de Economía es conciliatoria:
expandirá las cuotas compensatorias, dando “tiros de precisión” y no “tiros de
escopeta”. Es decir, no impondrá un arancel generalizado que afecte a países
que cumplan con requerimientos legales y a industrias beneficiadas de los bajos
precios mundiales.
La
dependencia asegura que no cederá a la presión, evidenciada en el anuncio de
bloqueos y manifestaciones en calles y puentes de Monclova, Coahuila por parte
del sindicato de Altos Hornos de México. En palabras de Guajardo: los justos no
pagarán por los pecadores.
(REPORTE
INDIGO/ RODRIGO CARBAJAL / Miércoles 8 de julio de 2015)
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