*
57 mil 899 homicidios dolosos y culposos ocurridos durante los primeros 20
meses de Peña Nieto, contrastan con los 43 mil 694 en los primeros 20 meses del
sexenio de Calderón, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública
*
Estado de México, Guerrero, Chihuahua, Michoacán y Jalisco: los cinco estados
con más homicidios intencionales
*
INEGI reporta menos homicidios dolosos que los gobiernos estatales
*
Tijuana: la tercera ciudad más violenta, con 897 homicidios dolosos en los
primeros 20 meses de Gobierno Federal, solo superada por Acapulco, con mil 371,
y el Distrito Federal, con mil 267
No
puede Enrique Peña Nieto bajar la incidencia delictiva relacionada con
homicidios, tal como lo pregonó en campaña presidencial en 2012 y en sus
primeros meses de gobierno, tras 20 meses de administración y a propósito de su
II Informe de Gobierno.
El
Ejecutivo federal inició su administración el 1 de diciembre de 2012 con la
promesa de que “en un año” se empezarían a ver resultados de la supuesta
estrategia contra el crimen organizado, la violencia e inseguridad, y que por
lo tanto, habría una hipotética “disminución” en los delitos que más aquejan a
los mexicanos, como es el caso de los homicidios tanto dolosos como culposos.
Ante
la ausencia de datos duros que respalden los dichos de Peña Nieto, su gobierno
prefiere encabezar una cruzada mediática repitiendo la misma perorata,
aferrándose a la premisa “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por
convertirse en verdad” (del alemán Joseph Goebbels, basado en el ruso Vladimir
Lenin) que tanto les gusta a los propaganderos de los gobiernos totalitarios.
Tanto
Enrique Peña Nieto como Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de
Gobernación, han comprado esa idea para repetirla hasta el cansancio en cuanto
foro se presenten para borrar por decreto a los muertos que aparecen todos los
días en zonas urbanas y suburbanas del cementerio mexicano, desde colgados
hasta decapitados, desenterrados de narcofosas o encajuelados, incinerados y
desmembrados, despellejados o hasta con el tiro de gracia.
Cuando
el Presidente de la República acudió al Foro de Davos, en enero de 2013,
declaró que “ha habido una disminución real en el número de homicidios que se
cometen en nuestro país, una disminución de prácticamente el 30 por ciento de
homicidios vinculados al crimen organizado, lo cual nos resulta alentador”.
Y
luego, de plano Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de
Gobernación, declaró el 29 de julio de 2014: “La violencia se ha reducido a su
mínima expresión”.
Ésos
han sido los relatos que los peñistas repiten en los días previos al cruento II
Informe de Gobierno.
EPN SUPERA A CALDERÓN
La
administración de Enrique Peña Nieto es ya más sanguinaria que la gestión de su
antecesor Felipe Calderón Hinojosa. Las estadísticas oficiales así lo
confirman.
Para
empezar, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP),
durante los primeros 20 meses de gobierno peñista, del 1 de diciembre de 2012
al 31 de julio de 2014, se registraron 57 mil 899 averiguaciones previas por
homicidios doloso y culposo, mientras que en los primeros 20 meses de
administración calderonista (1 de diciembre de 2006 al 31 de julio de 2008), la
suma fue de 43 mil 694; es decir, el gobierno priista supera al panista con 14
mil 205 homicidios tanto culposos como dolosos.
De
acuerdo con el Secretariado Ejecutivo, durante los primeros 20 meses de
gobierno peñista, en el rubro de homicidios dolosos se registraron 29 mil 417
averiguaciones previas,; aunque en los primeros 20 meses de administración de
Calderón, hubo 18 mil 451 en el mismo rubro del total de asesinatos
intencionales.
Durante
los últimos 20 meses del calderonato, el SNSP reportó oficialmente 37 mil 421
“averiguaciones previas” por homicidio doloso.
Tal
como lo ha venido documentando en los últimos años, ZETA investigó la cantidad
de homicidios dolosos en los primeros 20 meses de gobierno de Enrique Peña
Nieto.
Recurriendo
como metodología a la contraposición de la información recabada en las diversas
fiscalías y procuradurías, registros hemerográficos o de asociaciones civiles,
servicios periciales e institutos forenses locales, este Semanario determinó
que del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014, sucedieron en el país 36
mil 718 homicidios dolosos, cifra que se suma a las “Ejecuciones”,
“Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones”, los homicidios dolosos producto del
narcomenudeo y hasta los supuestos “crímenes pasionales” con arma de fuego de
alto calibre o con el tiro de gracia. Los datos duros son evidentemente
superiores a las 29 mil 417 averiguaciones previas por el mismo concepto que
reporta el SNSP en el mismo período.
INEGI YA NO REPORTA TOTAL DE ASESINATOS
Durante
el sexenio de Felipe Calderón, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática (INEGI) registró puntualmente los homicidios dolosos en el país;
no obstante, en la administración de Enrique Peña Nieto, reporta menos homicidios
dolosos que las propias procuradurías y fiscalías de los estados.
Por
ejemplo, el 23 de julio de 2014, en su boletín de prensa número 301/14, INEGI
dio cuenta de solo 22 mil 732 homicidios dolosos. El Instituto aclaró que se
trata de “cifras preliminares con corte al 10 de julio de 2014, debido a que
aún no concluyen los procesos de generación de la estadística”; pero el
gobierno de Enrique Peña Nieto ya toma esa estadística como definitiva para
pregonar la supuesta disminución del 30 por ciento en asesinatos.
Recurriendo
principalmente como fuente a diversas procuradurías y fiscales, instituciones
forenses y ministerios públicos, ZETA documentó que en realidad, en 2013
sucedieron en el país 23 mil 850 homicidios dolosos; es decir, el INEGI no
informó de por lo menos mil 118 homicidios dolosos sucedidos en ese año.
Asimismo,
Semanario ZETA investigó en cada una de las entidades federativas para detectar
en cuáles las procuradurías y fiscalías registraban el total de homicidios
dolosos, a diferencia de las estadísticas menores que reporta el INEGI. El
resultado fue sorprendente: en el Estado de Jalisco, en 2013 sucedieron mil 584
homicidios dolosos y no mil 485, como reportó el Instituto el 23 de julio. En
pocas palabras, el INEGI no consideró por lo menos 99 homicidios dolosos de ese
año.
En
Baja California, este Semanario evidenció con información del Consejo de
Seguridad que en 2013 ocurrieron 865 asesinatos dolosos, mientras que el INEGI
solo reportó 770; es decir, el Instituto no informó de por lo menos 95
homicidios dolosos en ese año. Incluso, el SNSP informó de 775 “averiguaciones
previas” por homicidio doloso, es decir, más averiguaciones previas que
asesinatos intencionales, incluso cuando se sabe que un expediente puede tener
hasta dos o más víctimas.
Otro
ejemplo claro es Michoacán: información derivada del gobierno estatal y
registros hemerográficos, revelan que en 2013, en ese estado acaecieron mil 415
muertes por homicidio doloso, pero el INEGI solo informó que sucedieron 916.
En
el caso de Sinaloa, autoridades estatales reportaron mil 292 homicidios dolosos
sucedidos en 2013 en esa entidad, en tanto que el INEGI solo informó de mil
200.
Y
así, sistemáticamente, en el sexenio de Enrique Peña, el INEGI ya reporta menos
homicidios dolosos que las procuradurías, fiscalías, ministerios públicos e
instituciones forenses.
EL SEXENIO DE LOS ACCIDENTES
Mientras
el gobierno de Enrique Peña Nieto continúa su campaña de “disminución en la
incidencia delictiva”, “homicidios a la baja”, o como dice el secretario Osorio
Chong, que “la violencia se ha reducido a su mínima expresión”, y en tanto el
INEGI ya no reporta el total de homicidios dolosos, a la par aumentan los
“accidentes”.
Por
ejemplo, en los primeros 20 meses de gobierno calderonista sucedieron 25 mil
243 averiguaciones previas por homicidio culposo, es decir, accidentes;
mientras que en los primeros 20 meses del gobierno peñista, la suma ascendió a
28 mil 482, esto es, Peña Nieto supera a Calderón Hinojosa con 3 mil 239
“accidentes”.
Incluso,
en los últimos 20 meses de gobierno panista, el SNSP informó sobre 26 mil 333
averiguaciones previas por homicidio culposo y, como ya se anotó, en los
primeros 20 meses de administración priista, la cifra ascendió a 28 mil 482. Es
decir, en el periodo de 20 meses antes y 20 después del cambio de color en el
Gobierno Federal, los accidentes aumentaron en 2 mil 149.
LOS MÁS VIOLENTOS
Luego
de una minuciosa investigación en cada una de las entidades federativas, ZETA
documentó 36 mil 718 homicidios dolosos en los primeros 20 meses de gobierno
peñista, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014.
El
Estado de México, que gobierna el priista Eruviel Ávila, es líder en cadáveres:
este Semanario comprobó que la entidad gobernada por Enrique Peña Nieto entre
2005 y 2011, registró 4 mil 876 homicidios dolosos en los primeros 20 meses de
gobierno tricolor.
El
segundo estado más violento es Guerrero, con 3 mil 301 homicidios dolosos; le
sigue en tercer sitio el estado de Chihuahua, con 3 mil 062 homicidios dolosos;
después Michoacán, con 2 mil 403, y en quinto escaño se ubica Jalisco, con 2
mil 385.
Hay
que considerar que la zona que incluye el Estado de México, Guerrero, Michoacán
y Jalisco, concentra 12 mil 965 homicidios dolosos, cantidad que representa el
35 por ciento del total de 36 mil 718.
Información
recabada por este Semanario de las procuradurías y fiscalías estatales revela
que Acapulco es la ciudad más violenta, con mil 371 homicidios dolosos
sucedidos en los primeros 20 meses de gobierno peñista; mientras que el segundo
lugar es para el Distrito Federal, con mil 267 en el mismo período.
El
municipio de Tijuana, o la “ciudad modelo”, tanto con Calderón como con Peña,
continúa en el tercer sitio con 897 homicidios dolosos cometidos en los
primeros 20 meses de gobierno priista; mientras que Ciudad Juárez se ubica como
la cuarta ciudad más violenta, con 779 homicidios dolosos en el mismo período;
y en Ecatepec, Estado de México, los homicidios dolosos ascendieron a 769 en el
mismo lapso.
MINISTERIALES: NO SIGUIERON EL PROTOCOLO
En
el fallido operativo realizado el martes 19 de agosto de 2014 en Tijuana, donde
el policía ministerial José Guadalupe Aguilar resultó muerto, y su compañero
José Saúl Ojeda Pérez herido, los agentes no reportaron que iban a intervenir
un vehículo sospechoso; tampoco
informaron ni pidieron apoyo cuando iniciaron la persecución, así lo
informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
La
primera información que tuvieron las autoridades coordinadas respecto a los
hechos de este expediente, se dieron aproximadamente a las 12:15 pm del martes,
cuando el ministerial Ojeda Pérez informó por radio que su compañero y él
estaban heridos de bala, y que en ese momento intentaba trasladarse al
hospital más cercano, la Clínica 1 del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los
habían herido mientras circulaban sobre el Bulevar 2000, en las inmediaciones
del Rancho Casián.
Otros
ministeriales se acercaban a la zona cuando Ojeda volvió a usar el radio, para
decir que estaba perdiendo mucha sangre y sentía que ya no podía. En un punto
de la carretera, otra pareja de oficiales de la PGJE los abordó, subieron al herido al auto patrulla
recién llegado y uno de los agentes sanos manejó el pick-up baleado para
trasladar a Guadalupe Aguilar sin moverlo. Llegaron a la clínica en ambos
vehículos.
Aunque
el fallecimiento de Aguilar se dictaminó cerca de las tres de la tarde, desde
la una de la tarde sus jefes fueron notificados de que la herida era mortal.
Entrevistado
el oficial sobreviviente en medio de la confusión, ofreció dos versiones
similares:
*
Primero dijo que en el Rancho Natura buscaron a un hombre para ejecutarle una
orden de aprehensión, no lo encontraron y circulaban por la zona para
encontrarlo, cuando vieron una camioneta Voyager color blanco pasar a toda
velocidad. Ellos iban en un auto oficial y le marcaron el alto, pero la
sospechosa unidad aceleró y la persiguieron.
*
En una segunda versión, el policía declaró que el vehículo y una de las
personas, correspondían a las características del indicado que
buscaban.
De
manera que aún no queda clara la razón por la que persiguieron el auto desde
donde les dispararon.
En las declaratorias iniciales, el oficial se
negó a decir contra quién ejecutarían la orden de aprehensión el día que fueron
atacados, alegando al secrecía del trabajo. Sin embargo, extraoficialmente sus
jefes informaron a la Subprocuraduría contra Delincuencia Organizada que se
trataba de una orden por obligaciones alimentarias no cumplidas -un padre
desobligado-, por lo que resulta extraña la negativa original del agente.
Respecto
a la persecución, Ojeda, quien manejaba la unidad oficial, detalló que en un momento
del trayecto, la Voyager -sin placas y con vidrios polarizados- donde iban un hombre y una mujer, bajó
repentinamente la velocidad y fue cuando escuchó los disparos.
De
acuerdo al análisis pericial, las balas entraron del lado del copiloto, uno impactó
la cabeza de Aguilar y otro el brazo de
Ojeda, quien había levantado su
extremidad con el arma, intentando defenderse.
En
la calle donde les dispararon fueron localizados cinco casquillos 9 milímetros.
Posteriormente,
la camioneta sospechosa fue localizada por la Policía Municipal frente a un
domicilio en el fraccionamiento Ke Casas, el cual se localiza en la Zona Este.
Interrogados,
los vecinos solo informaron que no hablarían porque tenían miedo, debido a que
el lugar es ocupado por unos cholos tatuados
“con apariencia de deportados”, muy
problemáticos, que ya habían protagonizado pleitos en la zona, a pesar de que
tienen poco de haber llegado, pero no hubo reportes de que reconocieran el
auto.
El
área de inteligencia de la Municipal facilitó a la PGJE las imágenes de algunos
delincuentes de la zona, sin embargo, José María González Martínez,
subprocurador de Delincuencia Organizada, refirió que ninguno ha sido
identificado por el ministerial herido.
El
mismo día de la agresión, la fiscalía bajacaliforniana emitió un boletín para
manifestar que “… la Procuraduría General de Justicia del Estado y su titular,
Perla del Socorro Ibarra Leyva, condenan la agresión cometida en contra de los
agentes, y expresa su más sentido pésame a la familia del agente acaecido, y a
la propia corporación, asimismo manifiesta que se trabaja en estrecha
coordinación con las diferentes autoridades”.
Las
honras fúnebres de Guadalupe Aguilar se llevaron a cabo el jueves 21 de agosto
a las once de la mañana, en la explanada de la Agencia del Ministerio Público
de La Mesa, y aseguraron, “era un elemento limpio”.
Ciudades y municipios más violentos en el sexenio de
EPN
(Homicidios Dolosos del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014)
LUGAR
|
CIUDAD
|
CANTIDAD
|
1
|
Acapulco,
Guerrero
|
1,371
|
2
|
Distrito
Federal
|
1,267
|
3
|
Tijuana,
Baja California
|
897
|
4
|
Ciudad
Juárez, Chihuahua
|
779
|
5
|
Ecatepec,
Estado de México
|
769
|
6
|
Culiacán,
Sinaloa
|
751
|
7
|
Chihuahua,
Chihuahua
|
549
|
8
|
Torreón,
Coahuila
|
511
|
9
|
Monterrey,
Nuevo León
|
458
|
10
|
Guadalajara,
Jalisco
|
416
|
FUENTE: Procuradurías y fiscalías estatales
Homicidios dolosos durante el gobierno de Enrique Peña
Nieto
(Del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014)
NÚM.
|
ESTADO
|
TOTAL
|
1
|
Estado
de México
|
4,876
|
2
|
Guerrero
|
3,301
|
3
|
Chihuahua
|
3,062
|
4
|
Michoacán
|
2,403
|
5
|
Jalisco
|
2,385
|
6
|
Sinaloa
|
2,050
|
7
|
Distrito
Federal
|
1,649
|
8
|
Tamaulipas
|
1,636
|
9
|
Baja
California
|
1,406
|
10
|
Nuevo
León
|
1,333
|
11
|
Coahuila
|
1,199
|
12
|
Oaxaca
|
1,197
|
13
|
Veracruz
|
1,180
|
14
|
Guanajuato
|
1,180
|
15
|
Sonora
|
1,052
|
16
|
Morelos
|
1,002
|
17
|
Chiapas
|
866
|
18
|
Durango
|
782
|
19
|
Puebla
|
775
|
20
|
Zacatecas
|
556
|
21
|
San
Luis Potosí
|
511
|
22
|
Tabasco
|
357
|
23
|
Quintana
Roo
|
348
|
24
|
Nayarit
|
329
|
25
|
Colima
|
308
|
26
|
Hidalgo
|
305
|
27
|
Querétaro
|
175
|
28
|
Tlaxcala
|
145
|
29
|
Campeche
|
116
|
30
|
Baja
California Sur
|
85
|
31
|
Yucatán
|
75
|
32
|
Aguascalientes
|
74
|
TOTAL
|
36,718
|
(SEMANARIO
ZETA/ Investigaciones ZETA/ 28 de Agosto del 2014 a las 15:40:00)
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