Para
el alcalde de Fresnillo, Benjamín Medrano Quezada, el municipio se convirtió
desde hace años en una plaza que se disputan el Cártel del Golfo y Los Zetas,
de ahí que la violencia no ceda. Medrano expone las cifras de la violencia
–ejecuciones, levantones, extorsiones, balaceras– apoyado en un informe de la
Secretaría de la Defensa Nacional, y lanza el grito: “La Marina ha ayudado
muchísimo, por eso desearíamos que tuviera una base permanente (en Fresnillo)…
Sabemos que para eso se requieren como 100 millones de pesos, pero sí la
necesitamos”.
ZACATECAS,
ZAC. (Proceso).- “Las cosas no han cambiado mucho en Fresnillo. Los índices de
violencia siguen siendo ámbar y a veces rojos”.
Benjamín
Medrano Quezada, alcalde de ese municipio –puerta de entrada al norte del país
y el más importante del estado por su economía–, comenta a la reportera que si
fuera un político tradicional, diría que la localidad recuperó ya la
tranquilidad y la paz.
“Pero
sería mentir”, admite Medrano Quezada, un antiguo colaborador de Ricardo
Monreal Ávila que en 2012 –cuando el Partido del Trabajo no apoyó su
candidatura a la alcaldía– se fue al PRI y ganó los comicios.
Desde
hace varios años Los Zetas desplazaron a sus rivales del Cártel del Golfo (CDG)
e impusieron su dominio en la región (Proceso 1788), pese a las incursiones del
Ejército. Desde entonces ha habido cientos de muertos, innumerables
encontronazos, levantones, ejecuciones y secuestros, lo mismo en la capital de
la entidad que en Guadalupe, Jerez, Pinos y Sombrerete.
Everardo
Cabral Bañuelos, presidente de la Unión Ganadera Regional en Jerez, desapareció
el 7 de junio último. Ese día, Cabral, de 53 años, salió de su domicilio en el
centro de la ciudad. Desde entonces nadie lo ha visto. Uno de sus hijos dio
parte a las autoridades ministeriales y comentó que iba en su camioneta, una
Ford Escape.
El
vehículo fue localizado al día siguiente en las inmediaciones del rancho El
Sacrificio, entre las comunidades de Santa Rita y Ciénega de este mismo
municipio. No tenía llantas y estaba completamente calcinado.
El
sector ganadero se muestra consternado porque, dice, varios de sus miembros han
sido extorsionados por los grupos del crimen organizado.
El
20 de junio hubo dos secuestros más en Valparaíso, mientras en Chalchihuites
tres ingenieros de la empresa First Majestic en la mina El Toro fueron sacados
violentamente de sus domicilios.
Según
las autoridades estatales y municipales, la violencia en Zacatecas no
desaparece, sólo cambia de formas, según lo demuestran las desapariciones
recientes.
A
principios de este mes los ajustes de cuentas se exacerbaron. Comenzaron a
aparecer bolsas con restos humanos con narcomensajes, una de ellas en un puente
peatonal en la capital del estado.
En
Fresnillo, Juan Ángel Hernández, El Chilango, un comerciante de artículos
pirata, fue ejecutado en pleno centro de la ciudad un viernes a mediodía,
frente a decenas de personas. Al día siguiente, por la noche, varios hombres
llegaron al local del Chilango y, tras ordenar a la empleada que saliera,
quemaron la mercancía.
En
septiembre de 2013, durante su tercer informe, el gobernador Miguel Alonso
Reyes presumió la inversión cercana a 3 mil millones de pesos en el rubro de
seguridad pública durante su gestión; también mencionó la construcción de las
bases militares en Fresnillo y Jalpa, así como la formación de cinco Unidades
Regionales de Seguridad.
Pero
la instalación del 97 Batallón de Infantería en la base de Fresnillo resultó
insuficiente para apaciguar a los sicarios de Los Zetas y del CDG que se
disputan la plaza. Ante esta situación, Medrano Quezada propuso al gobernador
solicitar de manera abierta al gobierno federal que los marinos que realizan
operaciones en esta zona desde mediados de 2011 –y que se retiraron el año
pasado–, instalen una base de operaciones permanente.
Alonso
Reyes se quejó y regresaron los marinos, quienes se alojan de manera
provisional en el gimnasio municipal de Fresnillo.
Medrano
Quezada comenta vía telefónica que, según las estadísticas de la Secretaría de
la Defensa Nacional (Sedena) –las cuales consultó Proceso–, Fresnillo sigue
presentando la mayor incidencia en ejecuciones, secuestros y levantones:
“Tenemos
la percepción de que las cosas han mejorado, pero sabemos que esta es una plaza
en disputa desde hace tiempo. Tenemos en Fresnillo una mayor presencia del
Cártel del Golfo que de Los Zetas. La Marina ha ayudado muchísimo, por eso
desearíamos que tuviera una base permanente.”
Cuando
los marinos se ausentaron, repuntaron los índices delictivos y reaparecieron
las mantas con mensajes de los grupos criminales que se disputan la hegemonía
en el estado.
Relata
también que hace ocho meses, cuando asumió la presidencia municipal, encontró
“una policía desarticulada y al servicio de un grupo delincuencial; reportes
ciudadanos que servían para el halconeo en lugar de ser atendidos con presencia
de la policía”.
Hoy,
dice, tiene encima los plazos para la certificación de los uniformados, como
sucede en todos los municipios, que vencen en octubre. El problema es crítico
pues más de 50% de los policías de Fresnillo han reprobado los exámenes de
control y confianza. “Estamos programando a grupos de 30 en 30. De los últimos,
sólo tres los acreditaron”.
Otras
formas de morir
A
principios de año, el subprocurador de Justicia en Fresnillo, Juan Manuel Loera
López, comentó que entre 2012 y 2013 las muertes violentas en los enfrentamientos
de las bandas criminales disminuyeron de 80 a 60 (25%) debido a “la nueva
modalidad en los combates”.
Según
explicó a los medios, los grupos pasaron de las balaceras frontales a los
levantones, por lo que las bajas comentaron a ser selectivas. Los cuerpos
aparecían días después en sitios públicos.
Lo
que sí aumentó fueron los desaparecidos. En enero pasado Loera López habló de
90 personas, en su mayoría oriundos de Fresnillo y de Miguel Auza; muchos de
ellos fueron ejecutados.
Según
los reportes de la Sedena, entre enero y mayo de este 2014 disminuyeron los
enfrentamientos en la entidad, así como el número de bajas, entre ellas las de
18 presuntos delincuentes y una autoridad civil, así como seis enfrentamientos
entre grupos delincuenciales con militares y con policías ministeriales en
Fresnillo, Jerez, Juan Aldama y Chalchihuites.
Sin
embargo, de acuerdo con el documento de la Sedena consultado por Proceso, en
ese periodo los homicidios del fuero común y los atribuidos a la delincuencia
organizada sumaron 82: 26 en enero, 10 en febrero, 16 en marzo, 11 en abril y
22 en mayo.
En
Fresnillo hubo 20; 10 en Guadalupe (municipio conurbado con la capital); seis
en la ciudad de Zacatecas y otros tantos en Pinos y Nochistlán, más otros cinco
en Valparaíso. La mayoría fueron atribuidos a la delincuencia organizada.
El
Ejército registró también en los primeros cinco meses del año 23 secuestros, 51
levantones y dos desapariciones en 18 de los 58 municipios del estado. De
éstos, 28 se registraron en Fresnillo, 17 en Guadalupe y 14 en la capital
zacatecana.
Según
estos datos, el número de levantones es más del doble de los secuestros:
hombres armados sacan por la fuerza a las víctimas de sus domicilios, negocios
o lugares de trabajo. La mayoría son ejecutados.
El
8 de enero último, por ejemplo, efectivos del 97 batallón de infantería se
toparon en Fresnillo con hombres armados que iban en una camioneta Honda CRV.
Se enteraron que en una vivienda de la calle Esperanza tenían cautivas a varias
personas, y las liberaron, entre ellas a un hombre de 56 años y a un menor de
13, quien estuvo ahí tres meses. Además descubrieron los cadáveres de dos
mujeres y cinco hombres.
A
finales de ese mismo mes, las autoridades de Sombrerete localizaron el cuerpo
de Joel García, de 49 años. Estaba dentro de su camioneta y tenía un disparo en
la sien derecha. En el vehículo sus ejecutores rayaron la pintura con un clavo
para escribir un mensaje:
“Yo
no andaba con nadie. Me iba porque me decían a dónde tenía que ir; no contesten
los números con el área 477, 458. Adiós, perdón. Yo sé que no me creen que me
tenían amenazado y que tenía que dar una cuota cada mes, pero ya no les di, por
eso tenía que hacer esto si no mataban a todos, un hombre de Charco Blanco.”
OPERATIVOS EXITOSOS
El
21 de enero la Policía Estatal Preventiva liberó a un menor de 15 años en una
casa de la colonia La Marianita, en la capital del estado. Los uniformados
detuvieron a seis personas, entre ellas dos mujeres que dijeron ser
distribuidores de droga en la ciudad y trabajar para el CDG.
El
14 de febrero el cadáver calcinado de un hombre fue tirado en el camino a una
comunidad del municipio de Jalpa. Al día siguiente, una mujer que se presentó
al Servicio Médico Forense (Semefo) identificó el cuerpo: era de su esposo.
“Vendía armas a los integrantes de la delincuencia organizada”, dijo.
A
principios de marzo, un hombre fue asesinado a tiros por Álex y El Cocoliso en
la discoteca Galáctica 2000 en Nochistlán tras una discusión. El cuerpo de la
víctima –no identificada en el reporte de la Sedena– fue trasladado al hospital
comunitario de Tlachichila.
Cuando
los peritos de la Procuraduría de Justicia acudieron al nosocomio para llevarlo
al Semefo, los empleados les dijeron que un grupo de encapuchados llegó en dos
camionetas de doble cabina y se llevó el cuerpo.
El
23 de abril, un hombre pidió ayuda a la Policía Municipal de Pánfilo Natera
porque tres presuntos delincuentes lo seguían en un Jetta gris y otra
camioneta. Como pudo, siguió conduciendo hacia San Luis Potosí, pero fue
alcanzado por sus perseguidores, quienes comenzaron a dispararle. En la
refriega sus vehículos se volcaron, aunque los pistoleros lograron huir.
Cuando
los preventivos llegaron al lugar encontraron en la cajuela del Jetta el
cadáver de una mujer que había sido secuestrada horas antes a un costado de la
carretera federal 49, en el tramo San Luis Potosí-Zacatecas.
La
lista continúa: el martes 19 El Parchado, un presunto zeta, apareció asesinado
en una comunidad de Teúl de González Ortega. Al lado del cadáver había un
mensaje firmado por el CDG.
Para
el alcalde Benjamín Medrano, los sicarios de Los Zetas y del CDG convirtieron a
Fresnillo en “una plaza en disputa” por sus condiciones geográficas y
económicas. E insiste en que los marinos se queden en la zona de manera
permanente.
El
jueves 21, el helicóptero del titular de la Marina, Vidal Francisco Soberón,
aterrizó en los campos aledaños al gimnasio de Fresnillo, donde sus tropas se
encuentran destacadas de manera temporal. De ahí se trasladó a la capital del
estado para, junto con los titulares de Hacienda y de la Sedena, Luis Videgaray
y Salvador Cienfuegos, respectivamente, inaugurar un astabandera monumental con
motivo del centenario de la Toma de Zacatecas.
Y
aunque Medrano no estuvo en ese acto, confía en que el gobernador Reyes le haya
solicitado apoyo al almirante para que la base de marinos se quede
definitivamente.
“Los
comandantes que han estado al frente de la base nos han dicho que si les
garantizamos instalaciones adecuadas, sería más fácil gestionar su permanencia.
Sabemos que para eso se requieren como 100 millones de pesos. Pero sí la
necesitamos”, remata Medrano.
(PROCESO
/ VERÓNICA ESPINOSA/ REPORTAJE ESPECIAL/ 29 DE AGOSTO DE 2014)
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