Las utilizaron en la ejecución de guaymense; expolicía dirigía a grupo criminal
Parte del
arsenal que fue incautado al comando armado que la madrugada de este
lunes perpetró una ejecución en esta ciudad, resultó ser armamento
robado en junio del 2013 al Batallón de Infantería número 8 de la
Secretaría de Marina (SEMAR), con sede en este puerto.
Al
comando armado, que finalmente se estableció era liderado por el ex
policía municipal Ernesto Sadoc González García, se le decomisaron un
fusil R-15, un fusil M-1 y un lanzagranadas, a los cuales se les cotejó
la serie y resultaron ser parte del armamento robado a la SEMAR.
Los
elementos de la Marina que llevaron a cabo la captura del comando que
iba a bordo de una camioneta Town Country, también les decomisaron tres
fusiles, dos de ellos M-16 y otro tipo G-3, dos rifles AR-15, quince
chalecos antibalas y cinco cargadores con capacidad de 200 tiros, además
de dos pistolas Glock calibre .40, y una escuadra nueve milímetros.
El
comando armado que también integraban los empalmenses Osvaldo Manuel
Franco García, de 22 años de edad, Carlos David Belman Leyva, alias el
Charly, de 32 años de edad, Francisco Javier Barceló Orozco, de 25 años
de edad, así como el nativo de la Comisaría de Esperanza, Abraham
Trinidad Munguía Villegas, alias el Chore, de 32 años de edad, fueron
llevados a la Ciudad de México para ser investigados por los hechos de
sangre y muerte que generaron al sur de este puerto.
Trascendió
que los cargos que enfrentan los integrantes de este comando de muerte,
son delincuencia organizada, asesinato y portación ilegal de armas
exclusivas del Ejército Mexicano.
Por el
robo del armamento en el Batallón de Infantería, hay varios elementos
que están bajo investigación, principalmente los que estuvieron de
guardia la noche del hurto.
GUARDIA DE GUAYMAS Y CUSTODIA
Daniel
Espinoza Álvarez, de 36 años, y quien fuera la persona ejecutada por
este comando, era originario de Guaymas y no de Tijuana como habían
informado las autoridades.
Todo
indica que la confusión sobre su ciudad de origen, derivó de los
documentos que Espinoza Álvarez portaba al momento de su muerte, los
cuales especificaban que tenía su domicilio en la colonia Valle Verde de
Tijuana, Baja California.
Familiares
de Espinoza Álvarez, contactaron a este matutino e informaron que el
hoy occiso trabajaba como guardia de seguridad en Tijuana y llegando a
Guaymas para una firma de documentos y se regresaría el mismo lunes.
Por
muchos años, Espinoza Álvarez vivió en el Fraccionamiento Las Playitas,
muy cerca de donde fue masacrado recibiendo varios tiros en su cuerpo.
Tras su
muerte, este guaymense deja en vida a esposa, dos hijos y cuatro
hermanos, que ayer lo velaban en la Funeraria San Martín, la cual era
custodiada por elementos de la Dirección de Seguridad Pública.
PERSECUCIÓN Y PARAFINA
Tal y
como oportunamente se informó en este matutino, el comando armado inició
la persecución de Espinoza Álvarez desde el bulevar Costa Azul, en la
zona de Las Playitas, hasta que le dio alcance en la entrada de la
colonia Centinela, muy cerca del Hospital Naval y del propio Batallón de
Infantería de Marina.
El
guardia guaymense iba a bordo de un Ford Escort Azul, el cual quedó
enmontado en la entrada de la mencionada colonia, y al tratar de escapar
corriendo, fue alcanzado por las mortíferas ráfagas del comando.
Durante
la persecución que se prolongó por kilómetro y medio, hubo intercambio
de disparos entre el Escort y la Town Country del comando, versión que
confirma la Procuraduría General de Justicia del Estado a través de un
comunicado.
De hecho,
el hoy occiso dio positivo a la prueba de la parafina, lo cual
establece que también realizó disparos, los cuales impactaron a la
camioneta del comando, sin llegar a herir ni matar a ninguno de los
sicarios que al final de cuentas le arrancaron la vida.
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