
La triste y
lamentable historia de José González Antonio es similar a la llamada “Lady
Hermosillo” y “Lady Profeco” pues el tráfico de influencias y la corrupción
permea cada una de las líneas redactadas por el Secretario de Acuerdos de la
Agencia del Ministerio Público de la Zona Norte, donde a través de engaños
logran que José otorgue un “perdón” que hoy lo mantiene en cama con la pierna
quebrada, sin trabajo y sin alimentar a su familia…
Hermosillo, Sonora
(DP).- El pasado 23 de agosto, José González Antonio, un vendedor de agua en el
Centro de Hermosillo, fue arrollado por Tatiana Zepeda Verdugo, a quien se le
conocerá como “Lady Issste” pues gracias a la influencia de su padre David
Zepeda logró evadir la acción de la justicia coludido con el agente del
Ministerio Público Leopoldo Duarte, agente Especializado en Delitos de Tránsito
en la Comandancia Norte de Policía, denuncia el afectado a Dossier Político.
LA CORRUPCIÓN
La triste y
lamentable historia de José González Antonio es similar a la llamada “Lady
Hermosillo” y “Lady Profeco” pues el tráfico de influencias y la corrupción
permea cada una de las líneas redactadas por el Secretario de Acuerdos de la
Agencia del Ministerio Público de la Zona Norte, donde a través de engaños
logran que José otorgue un “perdón” que hoy lo mantiene en cama con la pierna
quebrada, sin trabajo y sin alimentar a su familia.
Dossier Político, en
su compromiso de informar oportunamente y atender la denuncia ciudadana, visitó
la humilde vivienda a modo de pie de casa ubicada en la calle La Brea, en la
colonia, Los Arroyos donde José se encuentra postrado en una de las tres camas
que abarcan toda la pieza en compañía de su esposa y cuatro hijos menores.
José, oriundo del
Estado de Veracruz, narra a Dossier Político la odisea por la que atraviesa
después del percance que sufrió luego de que el vehículo en que viajara la
“Lady Issste” impactara la moto en la que se trasladaba a su casa, en hechos
registrados en la calle Navojoa y bulevar Quiroga ese fatídico 23 de agosto
reciente.
Después del impacto,
la joven Tatiana Zepeda Verdugo intentó darse a la fuga pero para la fortuna de
José una unidad de la Policía Municipal interceptó la huida de la influyente
joven quien tuvo que regresar a la escena donde el vendedor ambulante se
encontraba sobre la cinta asfáltica con la impotencia de sentirse vulnerable.
Una vez en el lugar,
Tatiana intentó ayudar a José levantando la moto para que éste pudiera
incorporarse; para mala suerte de la mujer la motocicleta resbaló de sus manos
y partió en tres partes la pierna izquierda de José González.
José fue trasladado
al Hospital General y Tatiana a la Agencia del Ministerio Público de la
Comandancia Norte para que respondiera por los daños físicos y materiales;
pasaron unas cuantas horas en el Hospital General y a José sólo le colocaron un
yeso a pesar de las dos fracturas pues el médico que lo atendió le aseguró que
en dos semanas iba a sanar.
José fue llamado a
la Agencia del Ministerio Público para que firmara unos documentos que según el
Secretario de Acuerdos era un compromiso de la joven para pagar los daños a la
motocicleta y que después, el padre de la “Lady Issste” se haría cargo de todos
los gastos médicos consecuentes.
El afectado, con una
hija internada en esos momentos en el Hospital Infantil del Estado de Sonora
(HIES) convaleciente de severas quemaduras en su cuerpo, no pudo negarse a la
oportunidad de recibir 6 mil pesos que utilizaría no en la moto, sino en el
pago de la hospitalización y pomadas de su hija.
José González
asegura que el mismo Secretario de Acuerdos, el Ministerio Público y el padre
de Tatiana Zepeda le prometieron que si les firmaba el documento saldría
adelante con sus gastos y el de su pequeña hija de 7 años encamada en el HIES;
José, por fin firmó aquel papel que le daría la libertad a Tatiana y por ende,
la deslindaría de toda responsabilidad penal y civil por los daños que le
ocasionó al vendedor de agua.
Luego de 2 meses y
medio, José no ha podido cambiarse el yeso pues no tiene dinero siquiera para
comprar una venda; no tiene trabajo y tiene sin alimentos a sus hijos de 4, 7,
12 y 13 años; carece de representación legal, mantiene una deuda en el Hospital
General del Estado por ese yeso gastado, quebrado e insalubre.
El pie de casa no
tiene ventanas, la familia no tiene estufa, ni refrigerador, piso mitad tierra
mitad concreto, cuentan con un abanico prestado, no tienen alacena, ni una
mesa, menos un microondas, comen lo que les llevan aunque la señora sí lleva a
sus hijos a la escuela para que algún día puedan alcanzar un mejor nivel de
vida; y lo peor del caso es que José no pide nada, sólo que se haga justicia.
José se encuentra
postrado y Tatiana goza de la libertad producto del terrible cáncer del tráfico
de influencias y la corrupción entre funcionarios y agente del Ministerio
Público que abusan sistemáticamente del poder investidos en ellos, poder que
les permite violentar la ley y el Estado de Derecho dejando a los ciudadanos
vulnerables.
La triste historia
de José no es la primera ni la última pues cerca de la humilde vivienda vive la
señora Luz Carrasco Valenzuela a quien tuvieron que amputarle las piernas a
causa de las terribles lesiones que marcarían el resto de su vida luego de ser
atropellada por Luz Irene Rico Tejón, la “Lady Hermosillo”, hija del ex
delegado de la Profeco Óscar Hugo Rico Garibaldi, quien aparentemente ha hecho
lo necesario a su alcance para eximir a su hija de pagar los daños y comparecer
ante los tribunales, y cuya denuncia se encuentra en las páginas de Dossier
Político.
Hoy, José González
Antonio vive en carne propia una de esas historias que lastiman a la sociedad y
dejan una huella imborrable en la conciencia colectiva de que en Sonora
prevalecen funcionarios al servicio de la ilegalidad a costa de gente humilde y
trabajadora que viven el pecado de no ser influyentes como la “Lady Issste”.
(DOSSIER
POLITICO/ Staff de reporteros / 2013-11-06)
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