El cobro de
dinero que el ex funcionario presuntamente lavó a los carteles de los Arellano
Félix o de Sinaloa, un adeudo pendiente de mármol y una deuda vinculada con
actos de corrupción son las tres principales líneas de investigación de la PGJE
La Paz, Baja
California Sur.- Según las primeras investigaciones de la Procuraduría General
de Justicia del Estado (PGJE) en el atentado del miércoles 9 de octubre en
contra del ex director de Comunicación Social de la administración del ex
gobernador Narciso Agúndez Montaño, Antonio Alcántar López y su hermano Leobardo,
la hipótesis del móvil es un ajuste de cuentas.
Las principales
líneas de investigación –hasta el cierre de esta edición-, eran las siguientes:
1.- El cobro de
dinero que el ex funcionario presuntamente habría sido lavado al crimen
organizado de los cárteles de los
Arellano Félix o de Sinaloa.
2.- El cobro de un
adeudo de mármol y el cual habría sido acumulado durante la fugaz operación del
negocio del ex vocero.
3.- El cobro de una
deuda al ex funcionario vinculada con actos de corrupción.
Según el análisis de
los investigadores del caso, el modus operandis de los 4 presuntos autores
materiales del atentado es de matones profesionales que coordinaron y
sincronizaron el ataque casi a la misma hora y en dos colonias que están
aproximadamente a 10 kilómetros de distancia una de la otra.
Datos recabados por
Investigaciones ZETA indicaron que el primer ataque ocurrió alrededor de las
5:55 de la tarde cuando; en la videocámara de vigilancia de la residencia de la
víctima hacía labores de limpieza de algunos departamentos, localizados sobres
las calles Tiburón y Medusa, en el fraccionamiento Fidepaz.
El ex vocero Antonio
Alcántar López entraba y salía de los condominios hasta que repentinamente se
inclinó y comenzó a deshierbar unas matas en las faldas de dos palmeras, donde
estaba estacionado de frente un vehículo de color azul claro convertible, sin
placas de circulación, marca Chrysler.
En la grabación se
observa cómo llega rápidamente hasta el lugar un vehículo de color blanco tipo
Honda de los llamados “Cola de Pato”, se baja un sujeto armado, pero el ex
funcionario no logra percatarse.
El copiloto
aparentemente era una mujer a la espera en el volante de frente a la avenida
Constituyentes o Abasolo. Así quedó grabado el momento en el que el pistolero
le dispara por la espada a Alcántar.
El ex funcionario
trata de levantarse, pero cuando logra girar cae al piso; el victimario sale
corriendo, se sube al vehículo y arranca a gran velocidad.
En la grabación de
las cámaras de seguridad de su residencia se observa cómo llega una persona en
una bicicleta y el ex vocero de Agúndez pide ayuda. El ciclista toma el celular
y marca; primero llegan agentes de la Policía Municipal y tratan de levantarlo,
pero desisten porque la víctima se queja. Posteriormente llega una ambulancia y
todavía con vida lo sube y traslada al hospital general “Juan María de
Salvatierra” de La Paz.
Cuando el ex
director de Comunicación Social estaba tirado en el piso, según las
investigaciones de la PGJE, el hermano de Alcántar de nombre Leonardo, era
víctima de un segundo ataque armado en las calles de Salmón número 435 esquina
Violeta en la colonia Arcoíris III.
De acuerdo a algunos
testigos, un sujeto se bajó de un vehículo de color blanco, vidrios
polarizados, marca Taurus, placas 473-PMR-7 y bajó el brake de la luz y se
volvió a subir al vehículo.
El hermano del ex
funcionario rápidamente salió y cuando revisaba el tablero fue agredido a
balazos por el pistolero, cuando descendió de la unidad.
El otro Alcántar
estaba de espaldas y comenzó a recibir los disparos, el cual cayó de inmediato
al piso por lo que el criminal siguió disparando hasta agotarse el cargador; se
subió a la unidad y salió huyendo con rumbo desconocido.
Posteriormente
llegaron patrullas y una ambulancia, fue subido de inmediato y trasladado al
Hospital General de la ciudad capital.
EL ANTECEDENTE


El hostigamiento
hacia este ex funcionario inició el 7 de septiembre, después de que dos
halcones del crimen organizado comenzaron a vigilar de día y de noche todos los
movimientos de su residencia.
El ex vocero Antonio
Alcántar López pudo darse cuenta de que era observado, por lo que tomó
fotografías y horas después –cerca de las 11:40 de la mañana-, reportó que dos
personas sospechosas estaban asomándose en su domicilio.
La esposa del ex
funcionario, Luz de Monserrat Pérez Robinson, describió a los delincuentes de
la siguiente manera:
1.- Un hombre de tez
morena claro, complexión gruesa; vestía pantalón azul de mezclilla y camiseta
blanca.
2.- Un hombre de tez
morena, complexión media; vestía pantalón negro de mezclilla y camiseta blanca.
Los dos sujetos
estaban a bordo de un vehículo de renta, color rojo, tipo Attitude, marca
Dodge, con placas de circulación 12-72-AVC.
Después de presentar
el reporte vía 066, arribó la patrulla de la Policía Municipal de La Paz número
X-03, cuyos agentes primero solicitaron a los sospechosos bajarse del vehículo
y, posteriormente, los detuvo por el delito de allanamiento de morada, quienes
ingresaron bajo el número de boleta 022350 y 022801.
Los detenidos –según
el parte policiaco-, fueron identificados así:
1.- Pablo Alfonso
Zazueta Aceves de 31 años, originario de Culiacán, Sinaloa.
2.- Geismar Hugo
Quiñonez de 31 años, originario de Culiacán, Sinaloa.
La dirección de
Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz, puso a
los dos a disposición del Agente del Ministerio Público del Fuero Común de la
PGJE, quienes un par de horas después fueron dejados en libertad.
La esposa del ex
funcionario, tras el incidente, presentó una denuncia de hechos, y señaló que,
en caso de cualquier cosa, deslindaran responsabilidades en contra de los
sospechosos.
LA NEGLIGENCIA

A pesar del
antecedente, la PGJE no investigó. La denuncia penal de Antonio Alcántar López,
y de su esposa, Luz de Monserrat Pérez Robinson, fue archivada y no registró
movimiento alguno de investigación en los 32 días transcurridos.
El día del crimen,
la esposa de la víctima gritó en medio de la desesperación: “Esto es obra del
gobierno”. No dijo por qué ni qué sabía. Solo se limitó a gritar y a llorar en
medio de la tragedia.
Los familiares de la
mujer de 41 años, se quejaron de que “la PGJE, irresponsable y omisamente no
había investigado nada de lo que había sucedido, teniendo todo para evitar el
artero asesinato y el ataque armado, y quien en vez de encarcelar a los
sospechosos, los dejó ir y ahí estaban las consecuencias”.
Según los parientes
de la víctima, ésa era la causa principal por la que sobrevino el ataque armado
en contra de los hermanos Alcántar López, el cual dejó el siguiente saldo:
1.- El fallecimiento
del ex director de Comunicación Social del gobierno del ex gobernador Narciso
Agúndez Montaño, quien recibió tres impactos de bala: uno en el dorsal, otro en
la pantorrilla y otro más en el pie izquierdo. Según la necropsia de Ley, los
tres disparos tuvieron entrada y salida del cuerpo, mismo que falleció
desangrado.
2.- El intento de
homicidio de su hermano Leobardo, quien recibió 5 impactos de bala: uno en
pulmón derecho, otro en el hígado, otro más en el vaso, otro en el páncreas y
uno más en el intestino grueso. El hermano de Antonio, quien era empleado de la
Oficialía Mayor del Gobierno del Estado, estaba en terapia intensiva y su
estado de salud era “de pronósticos reservados”. Al cierre de esta edición, era
atendido por cinco cirujanos quienes luchaban por estabilizarlo con la
proyección de que tenía 40 por ciento de posibilidades de salvar su vida.
Los dos hermanos
fueron agredidos con pistola calibre .380, quienes dispararon -en ambos casos-,
los 7 tiros del cargador.
LOS SICARIOS
Datos recabados por
Investigaciones ZETA, expusieron que los dos sicarios que atacaron a Leonardo
Alcántar López en la colonia Arcoíris III lograron ser capturados en medio de
un fuerte operativo registrado al sur de La Paz.
El auto de los
asesinos –según parte informativo de la policía-, fue interceptado por la
patrulla X-05 de la Policía Municipal, cuando circulaba por la calle Índigo.
Una persona que iba
en un automóvil verde, hizo señas con la luz de los faros y paró a la patrulla
y reportó que “el vehículo Taurus que acaban de ver era donde iban las personas
que acababan de atacar a balazos a un vecino”, por lo que la unidad inició la
persecución logrando ubicarlo sobre la calzada Camino Real.
Los policías
trataron de dar alcance, pero el vehículo dobló por la calle San Ramón Oriente
hasta llegar al camino vecinal que conecta con el Fraccionamiento Agua Clara,
doblaron a mano izquierda y se metieron por la calle de La Fuente, dirigiéndose
otra vez por la avenida Agua; finalmente quedaron atrapados en un callejón sin
salida en la colonia La Fuente.
Los asesinos se
bajaron corriendo rumbo a un arroyo cercano, interceptando primero a uno con
una playera rayada de colores blanco y
negro, y posteriormente a otra de playera roja.
En la persecución
participaron decenas de agentes de la Policía Municipal, Ministerial y Estatal.
El arma homicida
todavía estaba dentro del vehículo, y los detenidos fueron trasladados a la
Agencia del Ministerio Público del Fuero Común Investigador Especializado en
Homicidios Dolosos.
Los dos criminales
fueron identificados como Jesús Alejandro Méndez de la Cruz “El Chango Méndez”
y José Eduardo Hernández “El Rojo”, este último ex agente de la dirección de
Seguridad Pública, Policía Preventiva y Transito Municipal de La Paz.
Según datos
recabados por este Semanario, el ex agente policiaco estuvo relacionado en el
levantón y crimen del ex agente de la Policía Ministerial, Ismael Barrios
Romero, y su sobrino, Luis David Castellón Barrios “El 8” o “El Pollo”,
asesinados el 13 de mayo de 2011 en un terreno baldío de las calles Gertrudis y
Parque Industrial de la colonia Lomas Alta, al sur de La Paz.
El ex policía José
Eduardo Hernández “El Rojo” fue señalado como el responsable material de la
ejecución de ambos narcomenudistas, el cual fue detenido y encarcelado. Sin
embargo, la Juez Tercero Penal, Rosario del Carmen Palacios Montaño, lo
absolvió de todo cargo en el 2012, cuya decisión fue ratificada por el
magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Héctor Homero
Bautista.
Y mientras los
agentes de la policía se abocaron a la detención de los agresores de Leobardo,
los dos criminales de Antonio Alcántar López, lograron escapar, quienes –según
reportes de la policía-, “tomaron la avenida Constituyentes o Abasolo rumbo al
centro”.
Como suele suceder
en estos casos, el automóvil ni los asesinos de Alcántar fueron detenidos.
Lo único que
encontró la policía fue un vehículo de color dorado marca Impala, el cual se
presume también fue utilizado por los criminales, mismo que estaba abandonado
en la colonia Fidepaz.
Nombre: José Eduardo
Hernández
Edad: 29 años
Apodo: “El Rojo”
Originario: La Paz,
BCS
PARTICIPACIÓN EN EL ATAQUE: CHOFER DE UNIDAD
Nombre: Jesús
Alejandro Méndez de la Cruz
Apodo: “El Chango
Méndez”
Originario:
Culiacán, Sinaloa
Participación en el
ataque: Sicario
Se fue solo
El del ex director
de Comunicación Social del gobierno del estado, Francisco Antonio Alcántar
López fue un velorio solitario.
La funeraria
“Misiones Funerales San José” localizada en las calles de Bravo entre
Independencia y Lic. Verdad en la colonia centro de La Paz, lució prácticamente
vacía.
Ataúd de color
dorado con combinación morado y café, permaneció abierto para aquellos amigos y
familiares que quisieran verlo por última vez.
Desde la una de la
tarde del pasado 10 de octubre abrió el velatorio, pero –al cierre de esta
edición— los presentes podían contarse con los dedos.
El silencio reinaba
en la funeraria. La esposa del ex vocero de Narciso Agúndez Montaño, Luz de
Monserrat Robinson Pérez, no llegaba y los presentes se quedaban viendo
inquietos uno a otro como señal de resignación.
Los que se decían
amigos, aquellos que acompañaron a Alcántar en sus mejores momentos nunca
aparecieron. Los cómplices, lo que se corrompieron e hicieron negocios con él,
bajo el amparo del poder.
El ex gobernador y
aquellos ex integrantes del gabinete agundista por quienes dio en su momento la
cara, ni por asomo se presentaron. Terminó el poder, se acabó la amistad y
Alcántar se fue solo.
(SEMANARIO ZETA/ ZETA Investigaciones / 14 de Octubre 2013)
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