Una explosión en una vivienda, aparentemente habilitado como
cohetería,dejó un menor muerto y provocó serios daños en varias
viviendas y vehículos, y un número indeterminado de personas heridas, en
la colonia Lázaro Cárdenas, en Culiacán.
Dos menores, uno de ellos de 12 años, fueron encontrados en los escombros de una de las viviendas afectadas. Un adulto, cuya identidad se desconoce, murió también; el número es de alrededor de 10, según reportes preliminares.
Al lugar acudió Marco Antonio Higuera, procurador General de Justicia del Estado, y Aarón Rivas, alcalde de Culiacán.
El percance fue alrededor de las 10 horas de este domingo, en un inmueble ubicado por la calle Emilio Portes Gil, a pocos metros de la avenida Patriotismo, en ese sector. Cuerpos de auxilio y de las policías Municipal, Ministerial del Estado y Estatal Preventiva, trabajan en el lugar para resguardarlo y ayudar a los heridos.
Una vivienda, al parecer en obra negra, quedó totalmente destruida.
La explosión alcanzó inmuebles y vehículos ubicados varios metros a la
redonda.
El impacto de la explosión daño casas y vehículos ubicados a 150
metros a la redonda, quebrando ventanales y dañando paredes y techos por
el impacto de las piedras que salieron lanzadas con la explosión.
Vecinos del lugar informaron a Ríodoce que desde hace más de diez
años la casa donde se originó el siniestro era utilizada como bodega por
paisanos de Oaxaca que de aposentaron en el barrio y se dedica, entre
otras cosas, al comercio de cohetes.
Dijeron que desde hace mucho tiempo tenían conocimiento de que ahí
guardaban cohetes y que temían que algún día podría haber un accidente
como el que ocurrió, pero que no se animaron a denunciar.
Informaron que podría, en ese mismo barrio, existir alguna otra bodega.
Ramón Beltrán, vecino de la casa que explotó, tenía su domicilio en
el número 183 de Emilio Portes Gil. Salio esa mañana de su casa junto
con su esposa.
“Fuimos a hacer el mandadito, pues, vivimos mi esposa y yo solos,
fuimos al super, y cuando regresamos nos encontramos con que ya no
teníamos casa”.
Por lo pronto, el lugar se llenó de soldados, policías, socorristas
de la cruz roja, bomberos y personal de protección civil. Cientos de
elementos ayudan en labores de rescate y atención a las víctimas,
apoyados en maquinaria pesada para el retiro de escombros.
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