
Redacción
MÉXICO, D.F. (apro).- Armados con rifles de asalto AK-47, pistolas y otras armas, unas 350 personas –que dijeron ser “policías comunitarios” de Peribán y Los Reyes de Salgado, Michoacán– se apostaron desde temprano sobre la carretera Uruapan-Zacán-Los Reyes, impidiendo el paso de automovilistas por esa vía, hasta cerca de las 15:30 horas.
A esa
hora quitaron el retén y se trasladaron a Los Reyes en unas 40
camionetas. Se instalaron a las afueras de la alcaldía para exigir la
renuncia del edil, Antonio Salas (PAN) o, de lo contrario, amenazaban
con atacar las instalaciones. Poco después tomaban la presidencia
municipal.
Ante esta situación, los policías municipales y el
personal de custodia del Centro Preventivo local –12 agentes, en total–
corrieron atemorizados hacia la azotea de la prisión, en donde aún se
resguardan. Previamente encerraron en sus celdas a los internos (unos
30) entre los que hay quienes esperan ser sentenciados y quienes ya
purgan sus penas.
En las calles, los vecinos trataban de
resguardarse en un lugar seguro y tuvieron que abandonar sus viviendas,
pues el primer cuadro de esta ciudad quedó sitiado, según informes de la
agencia Esquema.
De acuerdo con reporteros de esta localidad, la
situación era preocupante hasta las 16:30 horas, pues “se había salido
de control la manifestación”, en la que a través de pancartas se exigía
la renuncia del alcalde y pedían que la Federación pusiera un alto a la
corrupción de los cuerpos policiacos locales.
Según testimonios, hubo detonaciones de arma de fuego, sin que esto haya sido confirmado por alguna autoridad.
La segunda vez
Es
la segunda vez en este año que un grupo toma esta alcaldía. El 25 de
marzo de este año, dirigentes de varias comunidades ya habían entrado al
Palacio Municipal de Los Reyes –por cinco días–, exigiendo que
apareciera con vida el activista Roberto Cerano Cervantes.
En esa
ocasión, los manifestantes, en su mayor parte purépechas, se encontraban
armados con palos, piedras y machetes, y mantenían bloqueados los
accesos a las comunidades indígenas: Oruzcato, Cherato, Cheratillo, El
18, Sicuicho, San Benito, San Marcos y San Antonio y San Isidro.
También
se manifestaron con los rostros cubiertos con pasamontañas, paliacates
y/o camisas. Formaron retenes con rocas y troncos, y sólo les
permitieron el libre tránsito a los habitantes de estas comunidades, a
la partida militar y a los integrantes de la llamada mesa de diálogo,
por parte de los tres niveles de gobierno.
A los purépechas se les
sumó gente de diversos sectores sociales y productivos, que además de
la presentación del encargado del orden de la comunidad de Cherato,
Roberto Cerano Cervantes, exigieron la dimisión del alcalde Antonio
Salas, a quien acusaron de incapacidad y desdén para coadyuvar en la
solución de la crisis.
El activista comunitario se encuentra
desaparecido desde el 22 de marzo del 2013, cuando llegó a la cabecera
municipal para realizar actividades ordinarias.
Diversas versiones
refieren que fue visto por última vez al lado de una purificadora de
agua en la colonia Obrera, de donde posiblemente fue privado de su
libertad por desconocidos.
/14 de mayo de 2013)
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