Marchildon, de 25 años, ganó
en 2008 un premio de 75 mil euros al ser galardonada con el título de modelo
revelación.
Sin embargo, tras haberle pagado 10 mil euros, las agencias
cancelaron los contratos con los que tenía que completar el pago total del
premio. El motivo del despido de la modelo fue que su cadera sobrepasaba los 90
centímetros que se le habían exigido.
La beldad se sometió a una estricta
dieta, que pagó de su bolsillo, pero no consiguió llegar a las medidas ideales
para sus jefes.
"Está bien si quieres ser modelo de cosméticos o de
grandes cadenas, como H&M. La alta costura es otra cosa, me advirtieron. Y
traté de reducir mi contorno", declaró para El País.
La bella modeló
confesó que por querer conseguir las medidas ideales comenzó a tener problemas
con sus hábitos alimenticios, pero que ella no quiere tener ese tipo de
desórdenes alimenticios y mucho menos dar una imagen equivocada a los
adolescentes.
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