Otra pifia de EU: usó dinero asegurado al crimen en operaciones
antinarco
 Justo cuando legisladores mexicanos y
estadounidenses concluían que el operativo Rápido y Furioso sería el mayor
escándalo de negligencia gubernamental de Estados Unidos en el 2011, el diario
New York Times reportó la semana pasada que la DEA introdujo a México de manera
ilegal varios millones de dólares para luego lavar esos recursos mediante el
financiamiento de sus operativos.
La noticia dio la vuelta al mundo y el Gobierno estadounidense no tuvo otra
que reconocer que, efectivamente, una de sus agencias utilizaba dinero asegurado
al crimen organizado para tiempo después regresarlo a México “con el único fin
de continuar realizando investigaciones encubiertas en territorio
mexicano”.
A pesar de reconocer esa actividad, de la cual el Gobierno
mexicano dijo estar enterado, ninguna nación ha detallado a cuánto asciende la
cantidad de dinero que la DEA ha enviado de manera ilegal a México ni explican
cómo utilizan esos recursos, ni de qué manera se comprobarán gastos y
“viáticos”, como tampoco se especifica el vía crucis que implica traer millones
de dólares a este país.
“No vamos a discutir ni vamos a entrar en
detalles respecto a los señalamientos que hacen los medios de comunicación, y
menos vamos a descubrir las operaciones que la DEA realiza ni su metodología”,
dijo a Ríodoce Jeffrey Scott, vocero de la DEA en Washington, luego de enviar un
comunicado a este semanario en donde reconocen “su esfuerzo para detener el
lavado de dinero en México”.
Lavadero antiguo Aun
cuando las autoridades estadounidenses dijeron que de momento no revelarían
detalles respecto a los señalamientos que hace el diario neoyorquino, el
Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) adelantó el viernes pasado que
la DEA tiene lavando dinero del narcotráfico desde 1984, y que todas esas
transacciones las autoriza el Congreso estadounidense.
Sin embargo, ni el
Congreso ni el Senado estadounidense dijeron estar enterados de tales prácticas
por parte de la DEA, y pidieron una explicación a sus actividades.
“No
hemos estado enterados y considero que a estas alturas hacen falta muchas
respuestas”, dijo Darrell Issa, presidente del Comité de Supervisión del
Congreso de Estados Unidos.
Por ello, el DOJ entregó un documento el
viernes al Congreso estadounidense, a raíz de las exigencias de Issa, en donde
detallan cómo el Congreso ha autorizado a la DEA para que disponga de ese tipo
de recursos desde la administración del expresidente Ronald Reagan.
En la
misiva, firmada por Ronald Weich, se explica cómo el Congreso ha autorizado a la
DEA usar fondos asegurados a grupos de narcotraficantes, incluso depositar ese
dinero en bancos para facilitar las operaciones encubiertas.
De acuerdo
con el documento, este tipo de operaciones son conocidas como “Operaciones
Exentas del Procurador General”, y han estado vigentes por tres décadas, incluso
se menciona una de las primeras operaciones de lavado de dinero llevadas a cabo
por la DEA, la cual fue anunciada públicamente en 1987 por el procurador Edwin
Messe. Se llamaba Operación Piscis.
“En ella se lavaron 116 millones de
dólares en Panamá, logrando penetrar una red de tráfico de cocaína en Colombia,
América del Sur y México”, explica el documento.
“Estas son operaciones
encubiertas que están ocurriendo, cuyos detalles, por su propia naturaleza no
son apropiados que sean discutidos públicamente dado que estas operaciones tocan
preocupaciones importantes de seguridad nacional e involucran seguridad de
agentes”, apunta el escrito.
La misiva puntualiza que el Departamento de
Justicia hablará acerca de dichas operaciones en “un marco adecuado y cuando sea
el momento indicado”.
En tanto, legisladores de ambos países exigieron
iniciar una investigación que detalle a ambos gobiernos tales operaciones, así
como el impacto que a corto y largo plazo pueden tener en las sociedades de
ambas naciones.
“Lo que estamos viendo es que la DEA utilizó tácticas
similares a las que en su momento utilizó otra dependencia del Departamento de
Justicia de Estados Unidos (DOJ), que es la Oficina de Armas, Alcohol y Tabaco
(ATF), y por lo tanto en ambos casos debe iniciarse una investigación que arroje
respuestas que tengan lógica”, dijo Darrell Issa.
Issa, del Partido
Republicano, es quien más presión ha ejercido al DOJ para que explique las
consecuencias del operativo Rápido y Furioso, incluso, fue el único congresista
que realizó una investigación por su cuenta, y con ello presentó un informe a
mediados de este año sobre cómo las armas que ingresaron a México con anuencia
del ATF, terminaron en manos del cártel de Sinaloa y han participado en la
muerte de al menos 200 mexicanos.
Por ello, agregó el congresista en una
carta previamente enviada al procurador estadounidense, Eric Holder, deben
conocerse los detalles de ese operativo porque de lo contrario, sigue en
entredicho su liderazgo, y sobre todo, los operativos que siguen saliendo a la
luz pública, los cuales de entrada “han sido un desastre para ambos
países”.
“A como veo que opera la DEA, no me extrañaría que hubieran
lavado cientos de millones de dólares, lo cual generaría más preguntas”, señaló
Issa.
Por su parte el Senado de la República en México, dijo que
exigirían a la Secretaría de Gobernación un informe sobre los operativos de la
DEA en México, particularmente los que refieren al dinero que la agencia
estadounidense introducía a México de manera ilegal.
“Las autoridades
deben informar hasta qué punto sabían de la existencia de operaciones de lavado
de dinero por parte de la DEA, cuántos agentes estaban involucrados y quién
otorgó el permiso para que agentes extranjeros vinieran a México a realizar esas
actividades ilícitas”, expuso Felipe González, secretario de la Cámara Bicamaral
del Senado de la República.
De acuerdo con el legislador panista, no
existe excusa para que la DEA haya introducido millones de dólares a México para
después utilizarlo en sus operativos, acto que se conoce como lavado de dinero,
y lamentó que solo mediante investigaciones periodísticas se informe de lo que
realiza el gobierno mexicano cuando la obligación es que Gobernación dé
pormenores sobre lo que acontece en nuestro país.
“Pero aún así, aquí se
está violando la ley, una de ellas, la de Aduana, la cual señala que nadie puede
introducir más de mil dólares porque si se hace, esa persona va a la cárcel”,
expuso González.
La PGR por su parte, emitió un comunicado, pero al igual
que Estados Unidos, tampoco especifica detalles sobre el modus operandi de la
DEA en cuánto a lavado de dinero se refiere y utiliza en cambio una serie de
rodeos que van desde su función ante la sociedad, hasta las acciones que esa
institución realiza.
“Existe un intenso intercambio de información con
Estados Unidos para detectar y desarticular redes de narcotráfico. Producto de
este esfuerzo se han logrado avances y detenciones importantes. México ha
insistido en la necesidad de reforzar las acciones en esta materia,
particularmente para detener el tráfico de dinero en efectivo hacia territorio
nacional”, redunda el testimonio enviado a Ríodoce, pero sin definir una postura
en cuánto a las acciones de la DEA.
Cada vez que alguna dependencia
estadounidense realiza una operación de lavado de dinero superior a los 10
millones de dólares, el Departamento de Justicia debe de aprobar la operación,
aunque se desconoce en este caso cuál fue la mecánica ni la cantidad en dólares
que se utilizó durante la operación.
Según la DEA, en el 2010 decomisaron
ellos más de mil millones de dólares a redes del narcotráfico que operan entre
México y Estados Unidos, mientras que el Gobierno mexicano apenas decomisó 26
millones de dólares, según señala el diario The New York Times.
Esa cifra
sin embargo no pudo ser corroborada por la PGR en México, y según publicaciones,
tan solo el 2008 en Culiacán se decomisaron 45 millones de dólares; 11 millones
en junio en la colonia Guadalupe, 5 millones en una casa de seguridad ubicada
por la calle Donato Guerra, y en septiembre de ese mismo año se decomisaron
otros 29 millones en una casa de seguridad de la colonia Rincón del Valle, al
suroeste de la ciudad.
Con información de The New York Times y
Proceso.
Definición de lavado de
dinero,
según
Wikipedia: Es el proceso a través del cual se encubre el
origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades
ilicitas, incluyendo narcotráfico, contrabando de armas, malversación pública,
secuestro, extorsión, pirateria, entre otros.
La operación consiste en hacer que
los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como
el fruto de actividades legítimas y circulen sin problema en el sistema
financiero. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario