José Luis Parra / sonorapresente@ymail.com

Por esta torre de babel en que se convirtió el tricolor en la tierra de su fundador, desde el centro ya preparan abrir aquí una sucursal de la Fundación Isidro Fabela, el mexiquense al que le adjudican la paternidad del mítico Grupo Atlacomulco.

A José Inés Palafox, “El Pala”, lo sentaron

Ayer ya se daba como un hecho que Búrquez entraba al relevo del abridor Palafox.
Desde la semana pasada ya se mencionaba que “Chito” Díaz tenía amarrada su candidatura a Senador. Por ello no encajaba “El Pala”, porque ambos son del norte, específicamente de San Luis Río Colorado.
Con el reacomodo la fórmula ya es lógica: Uno del norte (“El Chito”) y otro del centro, Búrquez.
Indudablemente Florencio Díaz Armenta jugó astutamente sus cartas, quizá contando con el apoyo de su amigo, compadre y hermano, Manuel Espino. Pero lo que pocos saben es de la amistad que “El Chito” tiene con el presidente Felipe Calderón.
Aquí recordamos un extracto de una entrevista realizada por el suscrito al sanluisino en la elección interna para sacar candidato a gobernador en el PAN, cuando renunció a la coordinación de la bancada panista en el Congreso local para enfrentarse al hoy gobernador, Guillermo Padrés:
¿Cuentas con el apoyo político del amigo, compadre y hermano, el ex presidente nacional del PAN, o sea tienes a favor el factor Manuel Espino?
Hace meses Manuel se mencionaba como aspirante a candidato a gobernador, incluso él mismo lo dejaba entrever como una posibilidad. Creo que claramente lo dejó, ya dijo no. Y si de apoyo se trata, seguramente me apoyará a mí.
¿Y cómo está la fuerza del “Chito” en el centro?
Siempre he tenido buenas relaciones con el centro. No soy protagónico en ese sentido, al contrario soy muy reservado para hablar con quiénes me siento a platicar, con los que tengo encuentros.
¿Y aquí en corto, sin que nadie más lo sepa, con quiénes platicas en la capital del p
Tengo muchos amigos. El propio presidente Felipe Calderón, cuando era un personaje distinguido del PAN, en la campaña del 2003, anduvimos juntos aquí en Sonora, yo manejando y él a un lado. Entonces se desarrollaba la campaña de Ramón Corral. Lo llevé a hacer campaña sin candidato. Donde no hacía campaña el candidato a gobernador, andábamos Felipe Calderón y yo echándole porras a Ramón Corral.
¿O sea que ya hiciste campaña con Calderón?
Yo andaba con Calderón haciendo campaña. Tengo una foto con él en San Luis Río Colorado, en 1997. Yo era un chamaco en campaña por la presidencia municipal y Felipe Calderón era el presidente nacional del partido. Y ahí estaba, conmigo.
¿El presidente de la República te ubica, sabe quién es y dónde está “El Chito”?
Yo diría que sí. Hemos coincidido en varias cosas. Él sabe mi nombre, lo conoce perfectamente bien, sabe dónde estoy.
¿Por qué no publicitar estos contactos?
Es un estilo. A lo mejor no va muy de acuerdo con los cánones de la política, de cacaraquear mis relaciones políticas. Hay secretarios de Estado con los que tengo una gran cercanía, finalmente ante ellos gestiono, pero los dejo como buenos amigos. Y esos amigos están en varias secretarías.
Hasta allí esa parte de la entrevista.
Aquí cabría la posibilidad de un acuerdo a futuro entre Guillermo Padrés y Manuel Espino. Si como se espera el PAN queda como tercera fuerza política después de las elecciones presidenciales, las cabezas de playa sembradas por Calderón quedarían desactivadas en todo el territorio nacional.
Y en ese panorama de desolación, de orfandad presidencial, Acción Nacional necesitaría de nuevos líderes para evitar el proceso de descomposición. Allí precisamente entrarían al quite Padrés y Espino, ya con un buen capital político en sus alforjas.
Incluso se menciona de la inminente salida del Secretario de Gobierno, Héctor Larios, para buscar una diputación federal por la vía plurinominal. Como se sabe, los dos mejores amigos de Espino, de mayor confianza, son precisamente Larios y “El Chito”.
Larios, por su parte, tiene una muy buena cercanía con Felipe Calderón y goza de la amistad de varios factores de poder en el PAN.
Pero aquí en Sonora el liderazgo indiscutible lo tiene el gobernador Padrés. Él es el real poder, el jefe, el político que tiene la mira en lo más alto. Por esa visión de futuro habría abierto las puertas al “Yunque de la Machaca”.
En ese acuerdo o pacto de Padrés con los yunquistas jugaría un importante papel “El Chito” Díaz Armenta, quien en esa añeja entrevista que hoy revivimos, habló de la construcción de su candidatura. No se le hizo en 2009. Hoy lo vuelve a intentar para el 2015. Esta fue la pregunta y su respuesta:
¿Desde que te vienes a residir a Hermosillo inicia la construcción de una candidatura?
Sí, desde que me vengo, en junio de 2001, cuando fui designado como el primer delegado panista de una dependencia federal. Y decido venir sin pensar en el cargo sino a construir un proyecto que se llama gubernatura. Incluso en 2002, previo a la elección a gobernador de 2003, yo fui uno de los que se pusieron en la mesa como posibles para ser precandidatos del PAN, pero declino a favor de Pancho Búrquez porque considero que no era mi momento, estaba muy verde.
Después de ser alcalde de San Luis Río Colorado fui delegado del Infonavit, presidente estatal del PAN, delegado de Semarnat, diputado local y coordinador de la bancada panista.
Y en el PRI, confusión, desgarriate
Por ese entorno catastrofista, desde el centro ordenaron abrir aquí la sucursal Sonora de la Fundación Isidro Fabela, cuyo patrono sería Javier Antonio García Pequeño, aquel ex secretario de Planeación del Desarrollo y Gasto Público del lopeznogalismo.
Así, este ex funcionario llegaría a esa representación gracias a la amistad que guarda con el presidente a nivel nacional de la Fundación Isidro Fabela, Fernando del Villar.
En esta formación de estructuras paralelas al PRI, se da como un hecho la reaparición de Carlos Rojas Gutiérrez, aquél creador de los comités de Solidaridad que aparecieron con Carlos Salinas de Gortari. Carlos, es hermano de Francisco Rojas, el más fuerte adversario de Beltrones en la Cámara de Diputados y el que le frena todo al sonorense.
Con ese antecedente se pueden sacar conclusiones.
Por eso Manlio Fabio Beltrones busca convertirse en el próximo coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, para después, si Peña Nieto se convierte en presidente, emigrar a España como embajador. Hasta eso, sería un placentero exilio.
A Beltrones se le adjudica la paternidad del golpeteo contra Humberto Moreira por la mega deuda que dejó en Coahuila.
Por eso se menciona que el ex gobernador sonorense realiza una labor de “coaching” con Ernesto Cordero.
Por esa peligrosidad que representa Beltrones, lo más seguro es que Peña Nieto decida tenerlo lo más cerca posible y concederle las posiciones que pida para su gente.
Primero una diputación para la hija, una senaduría para el yerno y lo que sobre para los amigos.
Sonora no se entregaría a Beltrones, sólo algunas posiciones. El mandón sería Enrique Peña Nieto y su representante Eduardo Bours, que trabajaría, quizá, en amarrar una senaduría plurinominal antes de un eventual llamado al próximo gabinete presidencial.
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