lunes, 11 de marzo de 2013

EL OSCURO PROYECTO DE LAS LUMINARIAS EN TIJUANA



Ayuntamiento de Tijuana niega información sobre contrato para cambiar balastros

Luis Alonso Pérez Chávez
El ambicioso y millonario proyecto de iluminación de la ciudad que Carlos Bustamante peleó a su antecesor Jorge Ramos, sale cada vez más caro y es cada vez más dudoso. Las lámparas que instaló Sola Basic no funcionan en un gran número, en colonias han debido cambiarlas por las anteriores para evitar la oscuridad, y encima han debido pagar por el almacenaje y destino final de las viejas luminarias. Un caos que cuesta al erario

 Con luminarias descompuestas a lo largo y ancho de la ciudad, un incremento en vez de ahorro en el consumo eléctrico, y el reciente anuncio de que el gobierno municipal deberá pagar por servicios que originalmente correspondían a la empresa licitada, el programa de modernización del sistema de alumbrado público de Tijuana se desmorona.

Parece que el proyecto catalogado como “un logro nunca antes visto en la historia de la gestión pública del país”, será un fracaso técnico y económico que el XX Ayuntamiento intenta ocultar, negándose de manera reiterada a informar sobre el proceso jurídico contra la empresa Sola Basic y ocultando el contrato original de licitación.

Pero este gran problema pudo haberse evitado, si autoridades municipales hubieran investigado los fracasos en proyectos anteriores de Sola Basic en otras ciudades del país. Ahora, además de sortear la oscuridad en sus calles, los tijuanenses deben tolerar la opacidad y negligencia de sus gobernantes.

Ciudad a oscuras

Era una mañana de sábado como cualquier otra en el fraccionamiento Angélica de Tijuana, cuando el sonido del canto de los pájaros fue opacado por el ruido de un camión. Un vecino de la calle México recuerda que se asomó por la ventana y vio a un equipo de electricistas reemplazar la antigua luminaria frente a su casa. Era el mes de mayo de 2012.

Al atardecer se percató que la luz que emitía ya no era amarilla, era blanca y mucho más incandescente que la anterior. Pero la nueva iluminación duró muy poco, a la siguiente noche la nueva lámpara ya no prendía, así que la reportó a las oficinas de la delegación La Mesa, donde amablemente le informaron que se trataba de problemas de voltaje que afectaban a las nuevas luminarias, pero que su problema sería atendido a la brevedad posible.

Un mes y medio después, un equipo de técnicos retiró la lámpara nueva e instaló una de las antiguas. Lo mismo sucedió con muchas de las luminarias de su calle, al punto en que por cada lámpara nueva hay una vieja, intercaladas y en secuencia. Lejos de molestarse por el retroceso técnico, los vecinos se alegraron porque su calle ya no se encontraba a oscuras.

Éste es solo un ejemplo de lo que ha estado sucediendo en toda Tijuana desde el arranque del programa de modernización del sistema de alumbrado público municipal. Lámparas apagadas, muy tenues o parpadeantes, se observan en toda la ciudad, desde algunos de los bulevares más transitados, hasta las colonias más recónditas. En ocasiones las luces están prendidas durante el día, o simplemente no hay lámparas en los postes.

Inicialmente el proyecto contemplaba el reemplazo de las 63 mil 400 luminarias de la ciudad, así como el suministro de otras mil 200 como reserva. Durante el periodo de ejecución de la obra, se le daría mantenimiento al sistema de alumbrado y se capacitaría al equipo técnico municipal en la operación y reparación de las nuevas tecnologías de iluminación. Las viejas lámparas serían confinadas y desechadas adecuadamente por la empresa contratada, ya que contienen materiales altamente contaminantes.

Al momento de la contratación de Sola Basic, el consumo eléctrico del sistema de alumbrado público de Tijuana se aproximaba a los 135 millones de pesos anuales. El compromiso de la empresa era disminuir el consumo eléctrico en un 36 por ciento, y ahorrar 48.6 millones al año.

La afectación al erario

A seis meses del inicio del proyecto, las fallas eran evidentes y la inconformidad de la ciudadanía creciente. Para apaciguar los ánimos, el gobierno municipal informó que para septiembre de 2012, el proyecto llevaba un 71% de avance, con 45 mil 030 luminarias instaladas.

Las colonias con mayor retraso eran Cerro Colorado y La Presa, con un avance del 57.82% y del 83.56%, respectivamente. En contraste, las delegaciones Centro y La Mesa habían concluido al 100% la instalación de las nuevas lámparas. Técnicamente esto era cierto, pero las lámparas antiguas y las que siguen fallando, eran prueba fehaciente que el trabajo no estaba concluido.

La justificación oficial a las fallas técnicas que resultan en luminarias apagadas es que el sistema eléctrico de Tijuana tiene variaciones de voltaje que descomponen las nuevas lámparas. Para resolverlo se requiere la instalación de “ignitores reforzados” para atenuar la intensidad de la electricidad en los puntos con variación de voltaje extrema; solución que requiere una inversión superior a 5 millones de pesos.

Esto quiere decir que los ingenieros especializados en alumbrado público del Ayuntamiento, o no sabían que el sistema eléctrico de su ciudad tiene variaciones de voltaje, o no lo contemplaron como un factor de importancia antes de comenzar el proyecto de renovación del alumbrado público más ambicioso del país.

Mientras Sola Basic resuelve el problema técnico, el personal técnico de las delegaciones de Tijuana continúa instalando las luminarias antiguas para que las calles y avenidas de la ciudad no sigan en la penumbra, recursos humanos y materiales que no se contemplaba utilizar inicialmente.

“Lo más importante en este momento es que las luminarias estén encendidas y que la comunidad esté tranquila”, sostuvo Roberto Díaz García, actual secretario de Desarrollo Urbano de Tijuana.

En entrevista con ZETA, Díaz aseguró que la expectativa es concluir el proyecto en marzo, aunque advirtió que existen costos adicionales que el Ayuntamiento deberá solventar, como la pintura de postes de luz y la reparación de las casacas de las luminarias, ya que estos conceptos no estaban contemplados en el contrato.

También se deberá pagar a una empresa externa por la disposición final de los antiguos balastros. De acuerdo con el secretario de Desarrollo Urbano, esto tampoco estaba contemplado en el contrato original. Lo peor de todo es que el gasto de energía eléctrica del sistema de alumbrado público no ha disminuido, al contrario, aumentó de 135 millones de pesos erogados en 2011, a 140 millones en 2012.

ZETA intentó obtener una copia del contrato LIC-TIJ-001-2011 entre el Ayuntamiento de Tijuana y Sola Basic, siendo éste un documento público y de suma importancia para el adecuado rendimiento de cuentas a la ciudadanía, pero su acceso fue reiteradamente denegado.

La solicitud inicial se realizó ante la Secretaría de Desarrollo Urbano, pero Roberto Díaz argumentó que correspondía al Departamento Jurídico del Ayuntamiento proporcionar dicho documento, pero su titular Roberto Ordorica Ruíz informó a través del Departamento de Comunicación Social que no daría entrevistas ni proporcionaría documentos oficiales a los medios de comunicación que indagaran las irregularidades en el proyecto de renovación del alumbrado público.

Este Semanario solicitó una copia del documento, interponiendo una solicitud de transparencia ante la Unidad Municipal de Acceso a la Información, pero recibió una respuesta negativa. Mediante el oficio SDU/113/2013, Roberto Díaz García argumentó que no es posible proporcionar la documentación “debido a que actualmente nos encontramos en un procedimiento administrativo de verificación de cumplimiento del contrato”.

El funcionario municipal consideró que la entrega de información a la ciudadanía podría causar un perjuicio al interés público, al “afectar las estrategias procesales legales que se pretenden implementar para lograr un cabal cumplimiento del contrato”.

La síndico procuradora de Tijuana, Yolanda Enríquez, explicó a ZETA que debido a las fallas técnicas en las luminarias y el tiempo que hasta ahora se ha llevado el proyecto, se puede considerar que Sola Basic incumplió con las disposiciones de la licitación, por lo que el Ayuntamiento está preparando una demanda legal en su contra.

Este recurso legal aún no se ha interpuesto, ya que siguen ejerciéndose recursos municipales para la solución de los problemas de iluminación, a cuantificar hasta la conclusión del proyecto. Será entonces que se cobre ese adeudo a Sola Basic, de la fianza de 140 millones de pesos que estipularon inicialmente en el contrato.

Si el proyecto llega a su desenlace en este mes, tal y como estipula la Secretaría de Desarrollo Urbano, daría inicio el proceso de demanda en contra de la empresa licitada para recuperar los recursos erogados de manera extraordinaria. Mientras tanto, la ciudadanía seguirá sorteando la oscuridad en sus calles y tolerando la opacidad de las autoridades.

Antes de Tijuana, Temixco

En el centro de México, a 10 kilómetros al Noroeste de la ciudad de Cuernavaca, Morelos, se encuentra un pueblo llamado Temixco, un sitio tranquilo al que alrededor de 110 mil habitantes llaman casa.

Ante los altos costos de mantenimiento del sistema de alumbrado público y los cuantiosos recibos de electricidad, el Ayuntamiento de aquella entidad decidió invertir 16 millones de pesos en un proyecto de modernización, con nuevas luminarias que proporcionaran mejor visibilidad y redujeran los costos de luz eléctrica.

Para lograrlo, contrataron a la empresa mexicana Sola Basic, la cual prometió renovar las luminarias por otras más modernas que lograrían un ahorro en el pago mensual de 900 mil pesos de luz, hasta el punto en que el proyecto se pagaría con el mismo ahorro que iba a generar.

Pasaron los meses y el proyecto no se consolidó como esperaba la ciudadanía. Los regidores de oposición como David Martínez Martínez comenzaron a denunciar ante la prensa que el pago mensual de luz eléctrica había incrementado hasta 1.3 millones de pesos, y a especular que había corrupción en el proyecto.

Meses después llegaron las elecciones y el tema fue relegado. David Martínez ya es diputado y jamás volvió a hablar sobre ello. En Temixco entró una nueva administración y de diferente partido político, así que las luminarias son un tema totalmente nuevo para los funcionarios entrantes.

“No sabemos qué pasó con ella (Sola Basic), como somos una administración nueva, estamos apenas recabando información al respecto”, explicó en entrevista con ZETA, Rubén Jiménez Duque, director de Imagen Pública de Temixco.

Ahora muchas de las luminarias instaladas por Sola Basic están descompuestas, la vialidad central de Temixco está casi a oscuras y el recibo de la luz ha aumentado hasta llegar a un millón 482 mil pesos.

Sin opción más que hacer lo posible por iluminar la ciudad, trabajadores municipales reemplazan poco a poco las luminarias averiadas, lo que implica un gasto en refacciones, vehículos y personal del Ayuntamiento.

“Las empresas primero prometen una cosa y después hacen otra”, sostuvo Jiménez. “Presentan el proyecto con bombo y platillo, diciendo que van a pagar el proyecto con el derecho de alumbrado público, pero ya cuando se hace, seguimos pagando lo mismo o más”, refirió Martínez.

A pesar de la mala experiencia, el Ayuntamiento de Temixco se encuentra escuchando ofertas de empresas que ofrecen renovar el sistema de alumbrado, “dicen que podemos bajar hasta el 50 por ciento el consumo de energía, y obviamente el pago también”.

Sin embargo, ya serán más cautelosos para escoger proveedores, aclaró el funcionario temixquense, “porque para vender le ponen hasta estrellitas y florecitas a su proyecto, pero tenemos que ser muy cuidadosos con lo que realmente necesitamos en el municipio”.

(SEMANARIO ZETA/ Luis Alonso Pérez Chávez/ marzo 10, 2013)

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