Ayuntamiento de Tijuana niega información sobre
contrato para cambiar balastros
Luis Alonso Pérez Chávez
El ambicioso y
millonario proyecto de iluminación de la ciudad que Carlos Bustamante peleó a
su antecesor Jorge Ramos, sale cada vez más caro y es cada vez más dudoso. Las
lámparas que instaló Sola Basic no funcionan en un gran número, en colonias han
debido cambiarlas por las anteriores para evitar la oscuridad, y encima han debido
pagar por el almacenaje y destino final de las viejas luminarias. Un caos que
cuesta al erario
Con luminarias descompuestas a lo largo y
ancho de la ciudad, un incremento en vez de ahorro en el consumo eléctrico, y
el reciente anuncio de que el gobierno municipal deberá pagar por servicios que
originalmente correspondían a la empresa licitada, el programa de modernización
del sistema de alumbrado público de Tijuana se desmorona.
Parece que el
proyecto catalogado como “un logro nunca antes visto en la historia de la
gestión pública del país”, será un fracaso técnico y económico que el XX
Ayuntamiento intenta ocultar, negándose de manera reiterada a informar sobre el
proceso jurídico contra la empresa Sola Basic y ocultando el contrato original
de licitación.
Pero este gran
problema pudo haberse evitado, si autoridades municipales hubieran investigado
los fracasos en proyectos anteriores de Sola Basic en otras ciudades del país.
Ahora, además de sortear la oscuridad en sus calles, los tijuanenses deben
tolerar la opacidad y negligencia de sus gobernantes.
Ciudad a oscuras
Era una mañana de
sábado como cualquier otra en el fraccionamiento Angélica de Tijuana, cuando el
sonido del canto de los pájaros fue opacado por el ruido de un camión. Un vecino
de la calle México recuerda que se asomó por la ventana y vio a un equipo de
electricistas reemplazar la antigua luminaria frente a su casa. Era el mes de
mayo de 2012.
Al atardecer se
percató que la luz que emitía ya no era amarilla, era blanca y mucho más
incandescente que la anterior. Pero la nueva iluminación duró muy poco, a la
siguiente noche la nueva lámpara ya no prendía, así que la reportó a las
oficinas de la delegación La Mesa, donde amablemente le informaron que se
trataba de problemas de voltaje que afectaban a las nuevas luminarias, pero que
su problema sería atendido a la brevedad posible.
Un mes y medio
después, un equipo de técnicos retiró la lámpara nueva e instaló una de las
antiguas. Lo mismo sucedió con muchas de las luminarias de su calle, al punto
en que por cada lámpara nueva hay una vieja, intercaladas y en secuencia. Lejos
de molestarse por el retroceso técnico, los vecinos se alegraron porque su calle
ya no se encontraba a oscuras.
Éste es solo un
ejemplo de lo que ha estado sucediendo en toda Tijuana desde el arranque del
programa de modernización del sistema de alumbrado público municipal. Lámparas
apagadas, muy tenues o parpadeantes, se observan en toda la ciudad, desde
algunos de los bulevares más transitados, hasta las colonias más recónditas. En
ocasiones las luces están prendidas durante el día, o simplemente no hay
lámparas en los postes.
Inicialmente el
proyecto contemplaba el reemplazo de las 63 mil 400 luminarias de la ciudad,
así como el suministro de otras mil 200 como reserva. Durante el periodo de
ejecución de la obra, se le daría mantenimiento al sistema de alumbrado y se
capacitaría al equipo técnico municipal en la operación y reparación de las
nuevas tecnologías de iluminación. Las viejas lámparas serían confinadas y
desechadas adecuadamente por la empresa contratada, ya que contienen materiales
altamente contaminantes.
Al momento de la
contratación de Sola Basic, el consumo eléctrico del sistema de alumbrado
público de Tijuana se aproximaba a los 135 millones de pesos anuales. El
compromiso de la empresa era disminuir el consumo eléctrico en un 36 por
ciento, y ahorrar 48.6 millones al año.
La afectación al erario
A seis meses del
inicio del proyecto, las fallas eran evidentes y la inconformidad de la
ciudadanía creciente. Para apaciguar los ánimos, el gobierno municipal informó
que para septiembre de 2012, el proyecto llevaba un 71% de avance, con 45 mil
030 luminarias instaladas.
Las colonias con
mayor retraso eran Cerro Colorado y La Presa, con un avance del 57.82% y del
83.56%, respectivamente. En contraste, las delegaciones Centro y La Mesa habían
concluido al 100% la instalación de las nuevas lámparas. Técnicamente esto era
cierto, pero las lámparas antiguas y las que siguen fallando, eran prueba
fehaciente que el trabajo no estaba concluido.
La justificación
oficial a las fallas técnicas que resultan en luminarias apagadas es que el
sistema eléctrico de Tijuana tiene variaciones de voltaje que descomponen las
nuevas lámparas. Para resolverlo se requiere la instalación de “ignitores
reforzados” para atenuar la intensidad de la electricidad en los puntos con
variación de voltaje extrema; solución que requiere una inversión superior a 5
millones de pesos.
Esto quiere decir
que los ingenieros especializados en alumbrado público del Ayuntamiento, o no
sabían que el sistema eléctrico de su ciudad tiene variaciones de voltaje, o no
lo contemplaron como un factor de importancia antes de comenzar el proyecto de
renovación del alumbrado público más ambicioso del país.
Mientras Sola Basic
resuelve el problema técnico, el personal técnico de las delegaciones de
Tijuana continúa instalando las luminarias antiguas para que las calles y
avenidas de la ciudad no sigan en la penumbra, recursos humanos y materiales
que no se contemplaba utilizar inicialmente.
“Lo más importante
en este momento es que las luminarias estén encendidas y que la comunidad esté
tranquila”, sostuvo Roberto Díaz García, actual secretario de Desarrollo Urbano
de Tijuana.
En entrevista con
ZETA, Díaz aseguró que la expectativa es concluir el proyecto en marzo, aunque
advirtió que existen costos adicionales que el Ayuntamiento deberá solventar,
como la pintura de postes de luz y la reparación de las casacas de las
luminarias, ya que estos conceptos no estaban contemplados en el contrato.
También se deberá
pagar a una empresa externa por la disposición final de los antiguos balastros.
De acuerdo con el secretario de Desarrollo Urbano, esto tampoco estaba
contemplado en el contrato original. Lo peor de todo es que el gasto de energía
eléctrica del sistema de alumbrado público no ha disminuido, al contrario,
aumentó de 135 millones de pesos erogados en 2011, a 140 millones en 2012.
ZETA intentó obtener
una copia del contrato LIC-TIJ-001-2011 entre el Ayuntamiento de Tijuana y Sola
Basic, siendo éste un documento público y de suma importancia para el adecuado
rendimiento de cuentas a la ciudadanía, pero su acceso fue reiteradamente
denegado.
La solicitud inicial
se realizó ante la Secretaría de Desarrollo Urbano, pero Roberto Díaz argumentó
que correspondía al Departamento Jurídico del Ayuntamiento proporcionar dicho
documento, pero su titular Roberto Ordorica Ruíz informó a través del
Departamento de Comunicación Social que no daría entrevistas ni proporcionaría
documentos oficiales a los medios de comunicación que indagaran las
irregularidades en el proyecto de renovación del alumbrado público.
Este Semanario
solicitó una copia del documento, interponiendo una solicitud de transparencia
ante la Unidad Municipal de Acceso a la Información, pero recibió una respuesta
negativa. Mediante el oficio SDU/113/2013, Roberto Díaz García argumentó que no
es posible proporcionar la documentación “debido a que actualmente nos
encontramos en un procedimiento administrativo de verificación de cumplimiento del
contrato”.
El funcionario
municipal consideró que la entrega de información a la ciudadanía podría causar
un perjuicio al interés público, al “afectar las estrategias procesales legales
que se pretenden implementar para lograr un cabal cumplimiento del contrato”.
La síndico
procuradora de Tijuana, Yolanda Enríquez, explicó a ZETA que debido a las
fallas técnicas en las luminarias y el tiempo que hasta ahora se ha llevado el
proyecto, se puede considerar que Sola Basic incumplió con las disposiciones de
la licitación, por lo que el Ayuntamiento está preparando una demanda legal en
su contra.
Este recurso legal
aún no se ha interpuesto, ya que siguen ejerciéndose recursos municipales para
la solución de los problemas de iluminación, a cuantificar hasta la conclusión
del proyecto. Será entonces que se cobre ese adeudo a Sola Basic, de la fianza
de 140 millones de pesos que estipularon inicialmente en el contrato.
Si el proyecto llega
a su desenlace en este mes, tal y como estipula la Secretaría de Desarrollo
Urbano, daría inicio el proceso de demanda en contra de la empresa licitada
para recuperar los recursos erogados de manera extraordinaria. Mientras tanto,
la ciudadanía seguirá sorteando la oscuridad en sus calles y tolerando la
opacidad de las autoridades.
Antes de Tijuana, Temixco
En el centro de
México, a 10 kilómetros al Noroeste de la ciudad de Cuernavaca, Morelos, se
encuentra un pueblo llamado Temixco, un sitio tranquilo al que alrededor de 110
mil habitantes llaman casa.
Ante los altos costos
de mantenimiento del sistema de alumbrado público y los cuantiosos recibos de
electricidad, el Ayuntamiento de aquella entidad decidió invertir 16 millones
de pesos en un proyecto de modernización, con nuevas luminarias que
proporcionaran mejor visibilidad y redujeran los costos de luz eléctrica.
Para lograrlo,
contrataron a la empresa mexicana Sola Basic, la cual prometió renovar las
luminarias por otras más modernas que lograrían un ahorro en el pago mensual de
900 mil pesos de luz, hasta el punto en que el proyecto se pagaría con el mismo
ahorro que iba a generar.
Pasaron los meses y
el proyecto no se consolidó como esperaba la ciudadanía. Los regidores de
oposición como David Martínez Martínez comenzaron a denunciar ante la prensa
que el pago mensual de luz eléctrica había incrementado hasta 1.3 millones de
pesos, y a especular que había corrupción en el proyecto.
Meses después
llegaron las elecciones y el tema fue relegado. David Martínez ya es diputado y
jamás volvió a hablar sobre ello. En Temixco entró una nueva administración y
de diferente partido político, así que las luminarias son un tema totalmente
nuevo para los funcionarios entrantes.
“No sabemos qué pasó
con ella (Sola Basic), como somos una administración nueva, estamos apenas
recabando información al respecto”, explicó en entrevista con ZETA, Rubén Jiménez
Duque, director de Imagen Pública de Temixco.
Ahora muchas de las
luminarias instaladas por Sola Basic están descompuestas, la vialidad central
de Temixco está casi a oscuras y el recibo de la luz ha aumentado hasta llegar
a un millón 482 mil pesos.
Sin opción más que
hacer lo posible por iluminar la ciudad, trabajadores municipales reemplazan
poco a poco las luminarias averiadas, lo que implica un gasto en refacciones,
vehículos y personal del Ayuntamiento.
“Las empresas
primero prometen una cosa y después hacen otra”, sostuvo Jiménez. “Presentan el
proyecto con bombo y platillo, diciendo que van a pagar el proyecto con el
derecho de alumbrado público, pero ya cuando se hace, seguimos pagando lo mismo
o más”, refirió Martínez.
A pesar de la mala experiencia,
el Ayuntamiento de Temixco se encuentra escuchando ofertas de empresas que
ofrecen renovar el sistema de alumbrado, “dicen que podemos bajar hasta el 50
por ciento el consumo de energía, y obviamente el pago también”.
Sin embargo, ya
serán más cautelosos para escoger proveedores, aclaró el funcionario
temixquense, “porque para vender le ponen hasta estrellitas y florecitas a su
proyecto, pero tenemos que ser muy cuidadosos con lo que realmente necesitamos
en el municipio”.
(SEMANARIO ZETA/ Luis Alonso Pérez Chávez/ marzo 10,
2013)
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