Como parte de las fracturas
al interior del PRI tras la elección de Meade como abanderado del tricolor a la
presidencia de México se puede leer la detención del operador
político-económico del ex presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Se trata de Alejandro
Gutiérrez, ex secretario general adjunto del PRI nacional acusado de desviar
hacia las campañas electorales del 2016, recursos procedentes de los gobiernos
estatales del PRI. Para el caso de Chihuahua la primera acusación es por el
orden de 2 mil 500 millones de pesos del sexenio de César Duarte. Al parecer el
recurso no se entregó y quedó en manos de los intermediarios. Todo este
escenario sin duda tiene que ver con las pugnas al interior del partido, de
otra forma las maniobras negras saldrían a la luz.
Aunque difícilmente este
asunto podría mantenerse oculto pues por un lado el PRI perdió ésa y otras
gubernaturas que prometió ganar, y por otro, el ex gobernador César Duarte
Jáquez es perseguido de la justicia y hoy se encuentra prófugo, no obstante
haber entregado su millonaria cuota. Seguramente desde su “exilio” el
chihuahuense considera que alguien debe pagar por esa fallida operación
política y ha comenzado a mover piezas.
LEY DE SEGURIDAD INTERIOR Y LOS SONORENSES
El comportamiento de los 11
diputados federales por Sonora en cuanto al sentido de sus votos para la
controvertida Ley de Seguridad Interior fue atípico, pues no reflejó ni postura
ideológica clara, ni congruencia con sus respectivas bancadas; lo cual
representa indefinición no sólo para sus respectivos grupos políticos sino
hacia la sociedad.
Si bien por parte del PRI
toda la bancada por Sonora votó a favor de la Ley de Seguridad Interior: Abel
Murrieta, Ulises Cristópulos, Susana Corella y Sylvana Beltrones. En lo
particular la diputada de Guaymas Susana Corella, no votó en ningún sentido, su
voto registró un “ausente”.
Los cuatro diputados
sonorenses del PRI restantes se mostraron alineados con el coordinador César
Camacho, creador e impulsar de dicha iniciativa, y votaron a favor en lo
general y particular, pese a tratarse de una ley que tiene en su haber más
excesos que equilibrios, en el tema de la procuración de la seguridad al
interior del país.
Diputados PAN.- Los que de
plano no definieron en ningún momento su postura respecto a esta Ley fueron los
diputados Leticia Amparano y Javier Neblina, quienes en lo general registraron
voto en “abstención”, y en lo particular “Ausente”.
En tanto los diputados
Everardo López y Agustín Rodríguez votaron en general en “abstención” y en lo
particular “en contra”, tal y como votó la mayoría de los diputados del
albiazul.
“En contra” era el sentido
del voto que impulsaba el coordinador de los diputados del PAN, Marko Cortés,
tal como definió la coalición Al Frente por México (PAN-PRD-MC) la línea
política para votar esa Ley. La única alineada en ese sentido fue la diputada
Teresa Lizárraga, cuyos votos en lo general y particular fueron “en contra”
para la Ley de Seguridad Interior.
PES.-Por el lado de la
diputada Refugio Garzón que a media legislatura pasó de un partido a otro, al
renunciar al MC y adherirse a la fracción del Partido Encuentro Social, tampoco
definió postura hacia la sociedad ni hacia su grupo político, al registrarse
como “ausente” en ambas votaciones, en lo general y en lo particular.
Ernesto Gándara.-Desde el
Senado el personaje sonorense que tuvo papel protagónico en la discusión,
dictaminación y defensa de una ley que busca consolidar lo irregular en la
procuración de la seguridad pública fue el hermosillense Ernesto Gándara, quien
al igual que los otros senadores del PRI, Verde, PAN y aliancistas que respaldaron
la Ley de Seguridad Interior, recurrió al falso debate del reconocimiento a las
fuerzas armadas para justificar la estancia legal del ejército en las calles y
la declaratoria unilateral del ejecutivo para ordenar el despliegue militar al
interior del país en caso de alguna “amenaza a la seguridad”.
Un debate que rebatieron en
la mesa legisladores opositores, pues una cosa es reconocer la labor del
Ejército y la Marina y otra desechar el principio constitucional de que la
misión de los militares es la defensa de la soberanía nacional contra naciones
invasoras, y no la de hacer labores de policía para el resguardo de la
seguridad al interior.
Así la llamada
eufemísticamente Ley de Seguridad Interior fue aprobada en el Legislativo con
la mayoría de votos del PRI-PVEM-PES-NA y votos de una minoría del PAN y del
PRD. Sin embargo cabe mencionar que legisladores y sociedad civil han
solicitado al ejecutivo vetar dicha ley; de no ser así interpondrán recurso de
inconstitucionalidad contra la misma ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
(EL
PORTAL DE LA NOTICIA/ POLÍTICA EN MOVIMIENTO/ANGÉLICA BELTRÁN/ 22 DICIEMBRE
2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario