A pesar de que los nuevos encargados de
la seguridad en Estados Unidos cumplían con su visita a México, Donald Trump
contradijo lo que hasta unos minutos antes, aquí se había negado: las políticas
antiinmigrantes son una “operación militar”. El miedo a las deportaciones está
Estados Unidos, en cerca de 11 millones de personas que son el blanco que se ataca
y aquí, por el recibimiento de cientos de miles de ellos que serán deportados y
llegarán a México sea cual sea su nacionalidad.
Ciudad de México, 23 de
febrero (SinEmbargo).- Un fantasma recorre Estados Unidos: es el del Tío Sam
que durante la Primera Guerra Mundial reclutó a miles de estadounidenses al
ejército bajo el lema “I want you”. Ahora, en 2017, son las políticas de deportación
del Presidente Donald Trump las que necesitan de gente afín para poder comenzar
a cumplirse.
Las convocatorias ya han sido
lanzadas por grupos que abogan por la supremacía blanca y los nativistas, que
son aquellos que están en contra de la inmigración, legal o ilegal y del libre
flujo de personas migrantes en su país.
Para formar parte del grupo
de personas que ayudarán al nuevo Presidente a cumplir sus promesas, sólo habrá
que responder si consideran que los mexicanos son lo más bajo de la sociedad.
Si la respuesta es sí, estás dentro.
En los últimos días, estos
grupos han aplaudido las políticas de Trump, pero consideran que se han quedado
cortas o que el Presidente ha retomado las ideas que han promovido por años.
Esperan que se avance y los 11 millones de inmigrantes que viven sin
autorización en Estados Unidos sean deportados.
Aquí, discursos. En EU, la cacería de
mexicanos empezó. Y muchos huyen, con hijos, de las redadas
Esto a pesar de que algunos
sondeos han mostrado que el grueso de la población estadounidense no está a
favor de las deportaciones masivas.
De acuerdo con información
difundida en el blog Media Matters, el Departamento de Seguridad Nacional puso
en marcha desde el pasado 21 de febrero, un par de memorandos que establecen
las directrices internas para llevar a cabo las órdenes ejecutivas de Trump.
El Departamento difundió las
vías para implementar las políticas del actual Gobierno. Los documentos están
firmados por el secretario John Kelly y sentencian que los niveles de
deportación que durante el último año habían disminuido, se revertirán. Al
mismo tiempo, incrementarán la lista de migrantes indocumentados que tendrán
prioridad en la deportación.
En los últimos días, diversos grupos de
supremacías en EU han aplaudido las políticas de Trump, pero consideran que se
han quedado cortas. Foto: AP
Estas políticas son poco
pululares con la mayoría de la población americana, pero se conjugan con otra
parte de la sociedad, los nativistas y los blancos supremacistas, que en el
actual contexto se siente en un ambiente de celebración.
El diario The Washington
Post, señaló que estas directrices requieren forzosamente de la contratación de
agentes, sobre todo para ampliar la lista de las personas que tendrán prioridad
en la deportación. También necesitarán más personal para acelerar las
audiencias de deportación y para aplicar la ley sobre las detenciones.
Esa lista de migrantes que
tendrán prioridad en la deportación, incluirá a quienes hayan sido acusados por
delitos y que no han sido condenados, a los que cometen delitos considerados
imputables y los que son nombrados por los agentes de migración como un riesgo
para la seguridad pública o la seguridad nacional.
Quien trabaje en eso, agregan
las notas, tendrán que compartir el lenguaje de las políticas impulsadas desde
la Casa Blanca.
Perseguidos, en zozobra, unos arman
chats de alertas en EU y otros se van a la clandestinidad
En el diario The Atlantic, el
doctor Robert P. Jones citó un sondeo realizado por el Instituto de
Investigación de Religión Pública, que muestra un apoyo abrumador de la
población estadounidense con los inmigrantes; la mayoría está a favor de que se
les de un estatus legal y no se les deporte.
“Muy pocos estadounidenses, e
incluso algunos republicanos, dicen apoyar la expulsión de cerca de 11 millones
de personas”, escribió el doctor sobre la encuesta se realizó a 120 mil
personas.
Con base en eso, el 64 por
ciento de los estadounidenses optan por que a los migrantes se les permita
convertirse en residentes legales, pero no en ciudadanos y sólo el 16 por
ciento de los estadounidenses y el 28 por ciento de los republicanos, apoyan
que se identifiquen y deporten a los que actualmente tienen un estatus de
ilegal.
El artículo de Media Matters
cita a Dan Stein, Presidente de la Federación para la Reforma Migratoria
Estadounidense, que aboga por los niveles más majos de migración legal e
ilegal. El sostiene que las actuales políticas son muchas de las
recomendaciones que su grupo ha realizado por años.
Pero aún así, para el grupo
es “Navidad en febrero”, según Stein y celebró que Kelly comience a recuperar
el control de un proceso que se salió de sus manos.
Andrew Anglin, fundador de
The Daily Stormer, una publicación de la “supremacía blanca”, invitó a sus
lectores a solicitar trabajo en el Gobierno para hacer cumplir las políticas
migratorias, sólo “si creen que los mexicanos son lo más bajo de la sociedad”.
Escribió que todos los migrantes eran criminales y al mismo tiempo aplaudió las
políticas de Trump y agregó: “así se deporta a decenas de millones de
personas”.
La publicación lanzó la
pregunta: “¿Cree usted que los mexicanos son el tipo más bajo de la sociedad?
[…] si la respuesta es ‘claro que sí’ entonces el gobierno tiene un trabajo
para ti”.
Anglin informó que el paso
siguiente, luego de las deportaciones, será en contra de las empresas que
contratan a los indocumentados, las “limpiarán” de ilegales.
Para los integrantes de la organización
nativista Numbers USA y su director Chris Chmielenski, la administración de
Trump no ha ido lo suficientemente lejos, ya que no han tocado los programas de
Acción Diferida para los Llegados en la Infancia y la Acción Diferida para
Padres de Ciudadanos y Residentes (DACA y DAPA, por sus siglas en inglés), que
fueron implementados durante la administración de Barack Obama.
El inmigrante Mario Vargas,
tercero de derecha a izquierda, es acompañado por su familia y el abogado Alex
Galvez, segundo de derecha a izquierda, a su llegada a una Corte para acudir a
la primera audiencia ante un juez de inmigración en Los Angeles, el jueves 9 de
febrero de 2017. Foto: AP
EL MIEDO SE INSTALÓ
Aunque la mayoría de la
población estadounidense no apoya las políticas de Trump y las protestas en
contra son cada vez más fuertes, la población inmigrante cambió sus rutinas
ante el miedo a las redadas y detenciones, que son una realidad con las nuevas
medidas.
Sean Spicer, el actual vocero
de la Casa Blanca lo dijo: todos los que están aquí ilegalmente están sujetos a
la remoción en cualquier momento.
El pasado 21 de febrero, el
Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security, por
sus siglas en inglés) ordenó deportar y retener en México a migrantes detenidos
por la Patrulla Fronteriza aunque no sean mexicanos.
Los memorandos del Secretario
John Kelly revelaron que ordenó a sus agencias fronterizas en Aduanas y
Protección Migratoria (CBP) y Aduanas y Control Migratorio (ICE), devolver a
los migrantes no mexicanos al país en lugar de retenerlos en Estados Unidos.
No está claro si Estados
Unidos tiene autoridad para obligar a México a aceptar a extranjeros. Pero el
memorándum del Departamento de Seguridad, pide un informe sobre la ayuda que
Washington brinda a su vecino, lo que ha sido tomado como una posible señal de
que Trump tiene la intención de usar esos fondos para que México acepte a los
ciudadanos de otras nacionalidades.
El día de hoy se llevó a cabo
la reunión entre el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, y
los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Rex
Tillerson y John Kelly.
“Existe preocupación e
irritación ante lo que se percibe como políticas que pueden ser perjudiciales
para los mexicanos”, afirmó Videgaray.
El Secretario de Seguridad
Nacional de Estados Unidos, John Kelly, dijo que no habría deportaciones
masivas y tampoco un uso de militares en tareas de migración.
“Expresamos que esta visita
ocurre en un momento complejo para ambas naciones. Es un hecho que en México
existe irritación por las políticas anunciadas por el Gobierno de Estados
Unidos”, agregó Videgaray.
Una indocumentada salvadoreña esperaba
operación de cerebro en un hospital y la migra se la lleva
Pero casi al mismo momento, Donald Trump defendió la decisión de su gobierno de acelerar las deportaciones
de inmigrantes indocumentados y calificó este esfuerzo como una “operación
militar” para expulsar a los “tipos malos”.
“Ahora mismo, Tillerson está
en la capital mexicana y yo dije que ese iba a ser un viaje difícil porque
tenemos que ser tratados con justicia por México. Va a ser un viaje difícil”,
comentó Trump a los periodistas al inicio de una reunión en la Casa Blanca con
ejecutivos de más de una veintena de grandes compañías manufactureras.
En Estados Unidos, los
inmigrantes ya están firmando poderes para que sus familiares puedan recoger a
sus hijos en las escuelas y para tener control de las cuentas bancarias.
Las guías de “Conoce tus
derechos” en español e inglés se ven más seguido, según lo reportado el día de
hoy por la agencia de noticias AP.
Hay miedo de abrir la puerta
y cuando alguien de la familia tarda en llegar, deben hacer llamadas para saber
si ya fue arrestado. La vida sigue, pero con el miedo latente de ser detenido
en cualquier momento, para luego ser deportado.
Las señales ya son claras, el
ejército de voluntarios ya cierra filas.
(SIN EMBARGO.MX/ DANIELA BARRAGÁN
FEBRERO 23, 2017 - 9:30 PM)
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