FOTOS: Sergio Haro / internet
Por primera vez en su historia, por
culpa del Gobierno del Estado, la Universidad Autónoma de Baja California está
a punto de entrar en déficit y recortar programas educativos por falta de
dinero. Francisco Vega de Lamadrid y el secretario de Finanzas, Antonio
Valladolid han retenido los recursos etiquetados para la casa de estudios. Un
descaro: en el aniversario de la UABC, el secretario de Educación prometió,
millones en obra y becas, los cuales tampoco llegaron
La deuda que el gobierno de
Baja California sostiene con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) inició
con el sexenio de Francisco Vega de Lamadrid.
Desde 2014, la Máxima Casa de
Estudios ha subsistido sin 476 millones 414 mil 843 pesos y 48 centavos,
aprobados y etiquetados para su operación.
Ello le ha costado a la
Universidad hacer uso de sus reservas y ahorros, abrir menos espacios para
estudiantes, y limitar su desarrollo en infraestructura y equipamiento.
Cada año, lejos de abonar los
saldos pendientes, el Ejecutivo Estatal le entrega menos fondos públicos a esta
institución educativa.
De acuerdo con información
proporcionada por la UABC, los adeudos pendientes en 2014 sumaron los 99
millones 125 mil 51 pesos con seis centavos.
Del presupuesto destinado
para 2015, quedaron 168 millones 970 mil 844 pesos con 13 centavos pendientes
de pagar.
Al 30 de septiembre de 2016,
de los mil 229 millones 466 mil 124 pesos que le corresponde aportar al
gobierno de Baja California este año, no se han depositado 208 millones 318 mil
843 pesos y 48 centavos.
“Es un problema muy serio
para la Universidad porque este recurso lo necesitamos para pagar proyectos
especiales, nóminas, gasto corriente, gastos de operación. No tener ese
recurso, nos pone una presión de flujo”, explica el doctor Víctor Manuel
Alcántar Enríquez, tesorero de la UABC.
A pesar de que la institución
ha hecho una racionalización de su gasto y frenado la inercia de crecimiento,
si “el problema sigue así, la Universidad tendrá que revisar sus prioridades:
entrar en déficit, que no es nada recomendable, o recortar programas”, detalla
el funcionario universitario.
Ni con obras paga el gobierno
El financiamiento público para la UABC –así como de toda universidad estatal–
es fijado cada año por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El cálculo se basa
principalmente en las plantillas del personal académico y administrativo, así
como en los gastos de operación.
Generalmente, entre enero y
febrero, la dependencia federal se reúne con representantes del gobierno
estatal y de la Universidad para firmar un convenio que establezca las partidas
a entregar.
En promedio, el gobierno
federal aporta un 55 por ciento de estos recursos y el 45 por ciento restante
proviene del Gobierno del Estado.
No obstante, el Congreso de
Baja California aprueba el presupuesto estatal –y en éste, la partida destinada
a la Máxima Casa de Estudios– uno o dos meses antes del convenio.
Víctor Enrique Alcántar Enriquez,
tesorero UABC
Si el presupuesto aprobado
por el Congreso del Estado es menor al monto que aparece en el convenio
suscrito, el gobierno del Estado debe gestionar ampliaciones para llegar a esa
cantidad, registrarlo como adeudo a la Universidad o bien, entregar su
equivalente en obra o equipamiento.
La administración de “Kiko”
Vega opta por la tercera opción, en la cual también existe un rezago. Por
ejemplo, en el presupuesto de Baja California para 2016, aparece una partida
aprobada para la UABC de mil 67 millones 122 mil 717 pesos.
Sin embargo, de los 2 mil 717
millones 686 mil pesos de aportaciones públicas fijadas por la SEP para la UABC
en su ejercicio fiscal 2016, mil 229 millones 466 mil 124 pesos deben salir de
las arcas estatales.
Así lo establecen los
convenios firmados entre la Secretaría, la Universidad y el Ejecutivo Estatal,
entre el 13 y el 15 de enero de 2016.
La diferencia entre lo
aprobado por los diputados locales y el presupuesto real consiste en 162
millones 343 mil 406 pesos.
“Lo incluimos en el convenio
de intercambio de obras, que se suscribe con el Gobierno del Estado para
reconocer que tienen ese adeudo”, plantea el tesorero de la Universidad, Víctor
Manuel Alcántar Enríquez.
Esta forma de pago se
estableció en 2014, cuando iniciaron los incumplimientos de pago.
A petición del Ejecutivo
Estatal, la UABC aceptó que un primer adeudo de 13 millones 35 mil 326 pesos,
se pagase con obra.
De hecho, el jueves 29 de
septiembre, el gobierno estatal se comunicó con la UABC para solicitar abonar
20 millones de pesos a través de obra.
La cantidad representa solo
el 4 por ciento de la deuda.
Hasta el momento de escribir
este reportaje, el depósito no se había hecho.
¿A dónde va el subsidio
estatal?
Distribución del presupuesto
destinado por el Gobierno del Estado de Baja California a la UABC para el
ejercicio fiscal 2016.
Concepto
Monto
Servicios personales (sueldos, prestaciones ligadas y
no ligadas) $883,846,824.00 pesos
Estímulos a personal docente $45,304,794.00
pesos
Gastos de operación
$240,798,429.00 pesos
Gastos de operación peso a peso
$59,516,077.00 pesos
Total 2016 $1,229,466,124.00
pesos
Fuente: Secretaría de Educación Pública (SEP)
El minúsculo abono apenas
alcanzaría para construir uno de los elevadores pendientes o dotar de
equipamiento a alguna de las unidades académicas que así lo requieren, estima
el encargado de las finanzas de la UABC.
“DE BUENAS INTENCIONES NO PODEMOS PAGAR LA OPERACIÓN
DE LA UNIVERSIDAD”
En la ceremonia por el
Aniversario 59 de la UABC, el 26 de febrero de 2016, el secretario de
Educación, Mario Herrera Zárate anunció la entrega de recursos extraordinarios
por parte del gobierno estatal.
En específico, en nombre del
gobernador, prometió la devolución de un predio de 6 mil metros cuadrados con
un valor de 13 millones de pesos; inversión en infraestructura para la
Universiada Nacional 2017 y 26.6 millones de pesos en diversas becas para
alumnos.
Herrera Zárate incluso aseveró
que se condonaría la deuda de agua por 233.8 millones de pesos y que se
elevaría a rango constitucional la autonomía de la UABC, ya que “en el Gobierno
del Estado, es pecado mortal interferir en la Universidad”.
Dos compromisos más que
siguen sin cumplirse.
“Esa serie de apoyos que nos
iban a dar como paliativo, por ejemplo programas de becas para universitarios,
fondos para los programas de investigación, fondos para el programa de servicio
social, son compromisos que no se han cumplido y la deuda sigue creciendo”,
comentó al respecto el doctor Alcántar Enríquez.
Advirtió, “tenemos una muy
buena relación con el gobierno del Estado, sin embargo de buenas intenciones no
podemos pagar la operación de la Universidad. Tenemos que encontrar la manera
de poder abatir ese saldo”.
En este segundo semestre de
2016, la UABC cuenta con 65 mil 383 estudiantes, tanto de licenciatura como de
posgrado, distribuidos en sus tres campus de Mexicali, Tijuana y Ensenada, así
como en las cuatro unidades de Rosarito, Valle de las Palmas, San Quintín y
Tecate.
A esta población
universitaria hay que sumar más de 5 mil académicos y cerca de 2 mil empleados
administrativos.
Durante la misma ceremonia de
Aniversario, el Rector de la UABC, José Manuel Ocegueda Hernández destacó la
impartición de 131 programas de licenciatura y 45 de posgrado, así como el
segundo lugar nacional con mayor crecimiento de matrícula en los últimos diez
años, entre otros reconocimientos.
Estos logros podrían verse
frenados por la falta de recursos, explica el doctor Víctor Alcántar Enríquez.
“Este recurso pendiente de
entrega nos ha afectado mucho, simplemente el no poder crecer ya está afectando
a la comunidad al no atender a la demanda”, añade.
Deuda año por año Saldos pendientes de
financiar desglosados hasta el 30 de septiembre de 2016
AÑO ADEUDO
2014* $13,035,326.15 pesos
2014 $86,089,725.45 pesos
2015 $168,970,844.03 pesos
2016 $208,318,947.75 pesos
Total $476,414,843.48 pesos
* (Convenio de Intercambio de Obra por
Subsidio)
Fuente: UABC
De los 3 mil 900 millones de
pesos en ingresos de la UABC, estimados para el ejercicio 2016, alrededor del
69 por ciento proviene de financiamiento público.
La segunda fuente principal
de ingresos es por “cuotas específicas”, que suman 243 millones 978 mil pesos,
seguida de los ingresos por sorteos con un monto de 185 millones 144 mil pesos.
“Parte del gasto corriente y
del crecimiento, lo pagamos con recursos propios como cuotas especiales, la
comercialización de productos y servicios, la venta de boletos del sorteo,
entre otros”, detalló el tesorero.
“No quisiéramos caer en
situaciones de otras universidades” En marzo y mayo de 2016, la Universidad
Veracruzana, a través de su rectora Sara Ladrón de Guevara, convocó a marchas
contra el gobernador priista Javier Duarte en reclamo de 2 mil millones de
pesos que adeudaba el gobierno estatal a la institución pública.
Desde agosto de 2015, la casa
de estudios informó además de esta falta de pago, el gobierno federal mantenía
una deuda de 478 millones de pesos.
“Estamos defendiendo a la
educación pública, estamos haciendo una defensa a siete décadas de trabajo de
la máxima casa de estudios del estado”, declaró la rectora en una de las
concentraciones de miles de estudiantes, personal universitario, así como
sectores sindicales y civiles de la comunidad veracruzana.
“No quisiéramos caer en
situaciones de otras universidad, que tienen serios problemas y ni siquiera
puede pagar nóminas”, compara el tesorero de la UABC.
Comenta el caso de la
Universidad de Nayarit, que cada catorcena registra un déficit de 25 millones
de pesos, o la Universidad de Michoacán con un déficit anual de 200 millones de
pesos.
Sin recursos, programas
educativos podrían verse recortados Sin embargo, mantener la UABC operando sin
pérdidas, como lo ha hecho desde hace 20 años, se torna cada vez más difícil
porque “tenemos que hacer uso de las reservas de recursos, de contingentes”,
complementa.
A la grave situación
financiera que atraviesa Universidad, se suma la reducción de apoyos federales
y que desde 2014, el Congreso local no ha aumentado el presupuesto para su
operación.
Justificaciones
superficiales, afectaciones reales Cuando en reuniones los funcionarios
estatales tienen que dar explicaciones de la falta de pago a la Máxima Casa de
Estudios, hasta la caída en los precios del petróleo, la inflación y la
devaluación de divisas, sirven como pretextos.
“Ellos están de acuerdo que
nos deben el recurso y están viendo qué hacer, pero el problema es que no han
podido hacer mucho porque no tienen recursos, nosotros los comprendemos, pero
la Universidad también tiene necesidad de tener recursos para cumplir con los
recursos que tenemos mandatados”, detalla el tesorero.
Sin haber depositado un peso
de lo adeudado, el gobernador, acompañado de su secretario de Finanzas, Antonio
Valladolid, asegura en boletines de prensa que trabaja en la obtención de
recursos para el rubro educativo.
El miércoles 5 de octubre, en
diarios locales, el mandatario estatal aparece dando la mano a Fernando
Galindo, subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público. Abajo, el encabezado que asegura gestiona recursos para educación.
ZETA solicitó a la Dirección
de Comunicación Social del Gobierno del Estado, una entrevista con el
secretario de Finanzas, Antonio Valladolid o con el secretario de Educación,
Mario Herrera para conocer los motivos de la falta de pago.
Al cierre de edición, no
recibió respuesta. Mientras tanto, la comunidad bajacaliforniana se ve afectada
por la falta de recursos para la principal universidad en el estado.
“La Universidad no puede ya
crecer al ritmo del crecimiento de la población que está demandando educación
superior”, expone el tesorero.
Y concluye “si no se subsana
la deuda, las autoridades de la Universidad tendrán que evaluar la situación para
proceder a hacer recortes en los programas”.
(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa /Inés
García Ramos /Lunes, 10 octubre, 2016 11:16 AM)
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