Vecinos
relatan que la noche 27 de septiembre del 2014 vio llegar a sicarios de
Guerreros Unidos. También vieron trabajar una retroexcavadora y aseguran que
desaparecieron dos montículos de tierra que había afuera del panteón.
Los
pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de huesos y dos
mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro de
profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los
Cazahuates. Foto: Cuartoscuro
Carlos
Navarrete Romero
Ciudad
de México, 1 de noviembre (SinEmbargo/ElSur).– Vecinos de la comunidad de
Carrizalillo en el municipio de Eduardo Neri, Guerrero, llamaron a los padres
de los 43 normalistas de Ayotzinapa a que vayan a ese poblado para buscar a sus
hijos, luego de que localizaron una fosa con restos humanos a un costado de la
carretera que comunica con los pueblos de Amatitlán y Tenantla.
Ayer
en un recorrido, los pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de
huesos y dos mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro
de profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los
Cazahuates.
Informaron
que Modesto Onofre Peña Celso, el presunto halcón que fue detenido con nueve
policías federales el miércoles pasado en Carrizalillo, les confesó que en los
cerros de esa comunidad hay varias fosas clandestinas, en donde están
enterrados cuerpos de las víctimas de los Guerreros Unidos.
Quienes
convocaron a los medios para mostrar la fosa pidieron omitir sus nombres por temor
a que la delincuencia organizada, concretamente Guerreros Unidos, intenten
alguna represalia en su contra. Estas personas forman parte del grupo que
defendió al presidente del Comisariado Ejidal, Ricardo López García, a quien el
miércoles, policías federales intentaron detener y que finalmente fueron
retenidos por los habitantes.
Uno
de ellos explicó que ese día, luego de que se tocaran las campanas del pueblo y
los habitantes de Carrizalillo retuvieron a los policías federales, Onofre Peña
Celso les informó que en los cerros de la comunidad había fosas clandestinas.
“Cuando
los policías vieron que nos los dejaríamos ir, nos dijeron que nos iban a dejar
a Onofre y que hiciéramos con él lo que quisiéramos, y él al creer que lo
íbamos a linchar nos comenzó a dar información para que no le hiciéramos nada,
y nos dijo que aquí hay muchas fosas”.
Comentó
que el viernes, un grupo de pobladores acompañados de un Ministerio Público
federal recorrieron por la carretera que comunica con Amatitlán y Tenantla, y en
el lugar conocido como Los Cazahuates encontraron huesos y mandíbulas dentro y
fuera de un hoyo de aproximadamente un metro de profundidad.
Dijo
que el Ministerio Público regresaría este sábado con forenses para excavar,
pero la actividad fue suspendida.
En
el lugar se observaba, dentro del hoyo, una mandíbula con dientes, y afuera un
montón de huesos y otra mandíbula, todos con un color verdoso ocasionado por la
humedad.
Los
habitantes de Carrizalillo los dejaron en el lugar donde los encontraron esperando
a que las autoridades les informen cuándo subirán para recoger los restos,
excavar y seguir buscando fosas.
La
familia Peña Celso no fue desplazada por el crimen sino por las autoridades,
afirman.
De
los desplazados por la violencia en Carrizalillo, que se refugian en Iguala y
que pertenecen a la familia Peña Celso, el grupo que respalda al presidente del
comisariado informó que estas personas abandonaron la comunidad luego de un
operativo implementado por corporaciones de seguridad federal el 21 de octubre
del año pasado, y no por presiones de la delincuencia.
A
los reporteros mostraron un video que se grabó desde un helicóptero y que
presuntamente corresponde a un operativo en el que participaron policías
federales, gendarmes, militares y marinos.
En
las imágenes, que ellos consiguieron en internet, se observa cómo los
uniformados catearon casas que, a decir de los pobladores de Carrizalillo, eran
de la familia Peña Celso, mismas que actualmente están abandonadas.
Dijeron
que en ese operativo fueron detenidas seis personas y unos 30 miembros de la
familia Peña Celso huyeron a Iguala donde, denunciaron, se refugian y se hacen
pasar por desplazados por la violencia.
Uno
de ellos explicó que el operativo implementado por las autoridades federales se
realizó en el marco de las acciones para buscar a los 43 normalistas de
Ayotzinapa desaparecidos en Iguala entre la noche del 26 y la madrugada del 27
de septiembre de 2014.
“Podría
decirse que fuimos los únicos beneficiados por los lamentables hechos de
Iguala, porque gracias a eso vinieron muchos policías en helicópteros y
catearon las casas de estas personas, detuvieron a algunos y otros escaparon a
Iguala”.
Explicó
que cuando la familia Peña Celso estaba en Carrizalillo, los pobladores vivían
con miedo, pues los supuestos desplazados forman parte de los Guerreros Unidos,
quienes se encargaban de cobrar derecho de piso y levantar a vecinos de
Mezcala.
Comentó
que los habitantes de Carrizalillo estaban obligados a participar en los
filtros de los sicarios que estaban al servicio de la familia Peña Celso, y
quienes se negaban tenían que pagar 400 pesos de sanción o ser castigados “a
tablazos”.
A
los habitantes de Amatitlán y Tenantla, dijeron que no les permitían bajar a
Mezcala para surtirse de alimentos, y a quienes lograban pasar Carrizalillo, de
regreso les quitaban sus despensas.
“A
nosotros nos aislaron totalmente, no nos dejaban bajar por comida, cuando
llegábamos aquí (Carrizalillo) nos regresaban, y no era opcional, teníamos que
regresar, y se burlaban de nosotros, decían que con nosotros no gastarían balas
porque nos íbamos a morir de hambre”, contó un habitante de Amatitlán.
Recordó
también que un niño de esa comunidad enfermó, por lo que su padre intentó
trasladarlo a Chilpancingo, pero cuando llegó al filtro de Carrizalillo lo
regresaron, y a pesar de que explicaba que el menor iba enfermo no le
permitieron el paso, por lo que el niño murió.
Para
sobrevivir, contó que los pobladores compartían sus cosechas de maíz, chile y
tomate, mientras que algunos se aventuraban a caminar cuatro horas hasta
Mezcala, entre las veredas, para conseguir alimentos.
Los
pobladores acompañaron a los reporteros a un recorrido por las casas, ahora
deshabitadas, de la familia Peña Celso, mismas que fueron cateadas por policías
federales y gendarmes en el operativo del 21 de octubre de 2014, según consta
en un video.
En
al menos cinco de las 10 de casas que están vacías había impactos de bala que,
a decir de los pobladores, resultaron de los enfrentamientos entre miembros de
la familia Peña Celso y grupos rivales.
Incluso,
dentro de la última casa que se visitó se observaron casquillos percutidos de
un arma larga; además, en el inmueble hay un túnel que comunica a una barranca,
“por ahí se escaparon varios el día del operativo”, contó uno de los
habitantes.
De
los señalamientos en su contra en el sentido de que quienes respaldan al
presidente del comisariado ejidal pertenecen a Los Rojos, dijeron estar en la
disposición de ser investigados para desmentir esas acusaciones.
Uno
dijo que la noche del 27 de septiembre del 2014 llegó a Carrizalillo un grupo
de aproximadamente 30 sicarios de Guerreros Unidos de Iguala, quienes
ingresaron a la comunidad a bordo de camionetas de lujo, portando chalecos
antibalas, granadas y armas de alto poder. Foto: Cuartoscuro
Uno
vecino dijo que la noche del 27 de septiembre del 2014 llegó a Carrizalillo un
grupo de sicarios, quienes ingresaron a la comunidad a bordo de camionetas de
lujo, portando chalecos antibalas, granadas y armas de alto poder. Foto:
Cuartoscuro
BÚSQUEDA DE LOS 43
Ayer
en una visita a la comunidad del municipio de Eduardo Neri, algunos pobladores
que pidieron a los reporteros que acudieron no revelar su identidad debido al
hostigamiento que tienen de la delincuencia organizada, dijeron que hay
indicios de que los estudiantes pudieron ser llevados a ese lugar luego de los
ataques que sufrieron en Iguala entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de
septiembre del 2014.
Las
personas a las que se entrevistó forman parte del grupo que defendió al
presidente del Comisariado Ejidal Ricardo López García, a quien el miércoles
policías federales intentaron detener y que fueron retenidos por los vecinos
junto a un presunto halcón del grupo criminal Guerreros Unidos.
Uno
dijo que la noche del 27 de septiembre del 2014 llegó a Carrizalillo un grupo
de aproximadamente 30 sicarios de Guerreros Unidos de Iguala, quienes
ingresaron a la comunidad a bordo de camionetas de lujo, portando chalecos
antibalas, granadas y armas de alto poder.
Agregó
que este grupo de sicarios pertenecen al grupo criminal Los Peques, a quienes
identifican como el brazo armado de Guerreros Unidos, que en Carrizalillo está
a la cabeza la familia Peña Celso, de la que uno de sus integrantes fue
retenido junto a policías federales.
Expuso
que esa noche algunos pobladores vieron trabajar una retroexcavadora, que dos
montículos de tierra que había afuera del panteón del pueblo, destinados al
aplanamiento de una calle, desaparecieron, porque la mañana del 28 de
septiembre ya no estaban.
Comentó
que el pasado miércoles cuando retuvieron a nueve policías federales y a
Modesto Onofre Peña Celso, presunto halcón de Guerreros Unidos, éste confesó
que en los cerros de Carrizalillo hay fosas, en donde sepultaron los cuerpos de
sus víctimas.
Dijo
que la revelación de Onofre Peña, así como los ataques en contra de los
estudiantes la noche del 27 de septiembre del 2014, los hace suponer que los 43
normalistas de Ayotzinapa desaparecidos fueron llevados a Carrizalillo, y
probablemente se encuentren en las fosas de las que habló Peña Celso.
Luego
de una operación en la que participaron gendarmes, policías federales,
militares y marinos en Carrizalillo, el 21 de octubre del 2014, en donde
detuvieron a integrantes de la familia Peña Celso, a quienes vinculan con los
Guerreros Unidos, éstos abandonaron la comunidad y se refugiaron en Iguala.
El
22 de octubre del 2014 se publicó en estas páginas que una comisión de los
padres de los estudiantes se trasladó a ese poblado a buscar a sus hijos,
porque recibieron una llamada anónima que les informó que un grupo de jóvenes
estaba retenido ahí.
Los
habitantes de Carrizalillo explicaron que antes de la operación del 21 de
octubre, Guerreros Unidos difundió el rumor de que en cualquier momento
llegarían al pueblo los padres de los 43 normalistas y estudiantes de
Ayotzinapa, para buscar por la fuerza a sus hijos.
Recordó
que los padres de los normalistas no subieron a Carrizalillo, situación que
consideró prudente porque en esas fechas aún había presencia de sicarios de
pistoleros de Guerreros Unidos, y no fue hasta después de la operación del 21
de octubre del 2014 que los vecinos de esa comunidad dejaron de ser sometidos
por la delincuencia, porque se organizaron.
(SIN
EMBARGO/ Redacción / noviembre 1, 2015 - 11:06h)
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