El desplome en China
contagió a los mercados del mundo y México no fue la excepción. El país se
enfrenta a un dólar cada vez más caro, pérdidas en la Bolsa y un petróleo con
otro mínimo histórico. El mundo se pregunta si esto es temporal o la antesala
de la siguiente catástrofe financiera
-8.5 por ciento es la caída del índice Shanghai Composite, la de mayor magnitud desde marzo del 2007
-8.5 por ciento es la caída del índice Shanghai Composite, la de mayor magnitud desde marzo del 2007
En medio de un
ambiente enrarecido y cargado de incertidumbre, los mercados amanecieron ayer
en pánico, evocando una sensación que no había estado presente desde la crisis
financiera global de 2008.
Todo inició con el
índice Shanghai Composite, el principal indicador bursátil de China, que perdió
el 8.5 por ciento de su valor, su mayor caída desde febrero del 2007. La
inestabilidad del mercado chino afectó todo el sistema financiero lo cual se
tradujo en pérdidas generalizadas en los índices bursátiles de todo el mundo,
en el precio de las materias primas y en las monedas de economías emergentes,
como México.
El país vivió ayer
desplomes en la Bolsa, el precio del petróleo y del valor del peso.
De inmediato surgió
la duda respecto a si una caída de esta magnitud en los mercados globales
significaba una corrección en medio de un escenario adverso o el primer síntoma
de la siguiente catástrofe financiera.
Los días previos a
la caída del banco Lehman Brothers, hace siete años, fueron objeto de
comparaciones inevitables: la magnitud de las caídas de ayer no se veían desde
los días de la última crisis financiera. El precio del petróleo tocó un mínimo
de seis años y el índice de volatilidad CBOE, conocido como el indicador del
miedo, alcanzó un máximo que no se tocaba desde enero de 2009.
Nour Al-Hammoury,
jefe de estrategia de mercado de ADS Securities, dijo al diario Financial Times
que “el tamaño y la escala de la corrección del mercado se encuentra fuera de
proporción”.
David Stubbs,
analista de JP Morgan Asset Management, complementó el diagnóstico al argumentar
que no se trataba de una corrección razonable: “Definitivamente hemos entrado
en el terreno de la debacle psicológica y las preocupaciones sobre el futuro”.
LA MESA ESTÁ PUESTA… PARA UNA CRISIS
La volatilidad y la
incertidumbre son los rasgos más representativos de una economía global que se
enfrenta a un escenario inédito. El mundo vive la transición de una salida de
una década de políticas de tasas de interés cercanas a cero en los países
desarrollados y de un nuevo balance en la economía china.
El resultado de este
escenario es una débil demanda mundial, el fin del ciclo alcista de las
materias primas que financiaba el crecimiento emergente, así como inestabilidad
en los mercados financieros.
El consenso de
analistas refiere que el contagio de pérdidas del último “lunes negro” es la
exhibición patente de la fragilidad económica global.
LA DEBACLE DE LOS COMMODITIES
El índice de
Bloomberg de materias primas alcanzó su nivel más bajo desde 1999. La debilidad
económica de China ha terminado con el ciclo alcista de materias primas que ha
financiado el crecimiento emergente. El barril de crudo Brent tocó mínimos de
seis años al cotizar debajo de los 45 dólares.
EMERGENCIA EN LAS MONEDAS
Los mercados
emergentes se encuentran presionados por dos frentes: la baja demanda derivada
de la fragilidad china y la salida de capitales ocasionada por la expectativa
de alza de tasas en Estados Unidos. Las divisas del sudeste asiático se
encuentran en niveles que no se veían desde la crisis de los noventa, además de
que monedas como el rand, el peso y la lira se enfrentan a mínimos históricos.
ESTADOS UNIDOS RESISTE
El índice Dow abrió
la jornada con una pérdida de más de mil puntos, mientras que el índice S&P
500 inició el día con una baja de más de 5 por ciento. Sin embargo, los mercados americanos fueron
recuperando terreno. La debacle china expuso los propios problemas de Wall Street:
precios históricamente altos, bajo crecimiento de utilidades, caída del sector
energético e incertidumbre por la expectativa de alza de tasas de interés.
CHINA: LA PRIMERA FICHA DE DOMINÓ
El país asiático
enfrenta un punto de inflexión. La segunda economía más grande del mundo está
transitando desde un modelo de fuerte inversión mediante intervención
gubernamental hacia un modelo de fortalecimiento del consumo del mercado
interno. Esto ha hecho estragos en la tasa de crecimiento, que en el primer trimestre
del año registró la menor expansión (7 por ciento) en el último cuarto de
siglo.
Tras un sorprendente
periodo alcista, el mercado de valores chino empezó a resentir el bajo
crecimiento. Las constantes caídas de los índices bursátiles motivaron una
intervención gubernamental que gastó más de 200 mil millones de dólares para
impulsar las acciones locales. Todo fue en vano. El contagio se esparció: desde
que China irrumpió el mercado con la devaluación más significativa de su divisa
en las últimas dos décadas, el valor de las acciones de todo el mundo ha caído
5 billones de dólares.
(REPORTE
INDIGO/ RODRIGO CARBAJA/ Martes 25 de agosto de 2015)
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