El
gobierno chino ha hecho de todo por devolverle a las bolsas de valores de su
país la racha alcista que vivieron en el último año, pero ninguna medida ha
sido capaz de frenar la caída de más de 41 por ciento que azota a sus mercados
desde hace un mes
El
valor de las acciones subió durante el último año a pesar de que las empresas
no mostraron una gran mejora en sus ingresos
166
por ciento el incremento promedio que registraron las bolsas de Shanghái y
Shenzhen entre julio 2014 y junio 2015
41
por ciento la caída promedio que las bolsas chinas de Shanghái y de Shenzhen
han registrado hasta la fecha, desde su pico histórico del 12 de junio
72
por ciento de los mercados continentales chinos estuvieron cerrados a las
transacciones ayer, debido a una mezcla de suspensiones voluntarias y forzosas
de la cotización de alrededor de 2 mil 078 empresas
En
China, las bolsas de valores han vivido una fiesta durante el último año.
Los
principales índices bursátiles de las bolsas de valores continentales del país
asiático, la de Shanghái y la de Shenzhen, registraron un crecimiento promedio
por encima de 166 por ciento entre inicios de julio del año pasado hasta su
pico histórico del 12 de junio de este año.
El
diario The New York Times reporta que esta precipitada alza en el valor de las
acciones chinas se dio a pesar de que sus empresas emisoras no mostraron gran
mejora en sus ingresos, y a pesar de que se prevé que este año la economía
china registre su crecimiento más bajo en 25 años.
Pero
todo lo que sube tiene que bajar, y ahora la fiesta está terminando. En el
último mes, las bolsas chinas han sido azotadas con una caída promedio de más
de 41 por ciento, incluyendo jornadas que registraron caídas intradía que no se
veían desde los peores momentos del 2008.
En
medio del mayor colapso bursátil chino desde 1992, el gobierno del presidente
chino Xi Jinping ha lanzado una variedad de medidas diseñadas para impulsar los
mercados de su país.
Éstas
incluyen recortes en la tasa de interés de referencia y en los requisitos de
reservas bancarias, otorgar préstamos de miles de millones de dólares a
empresas paraestatales, y permitirle por primera vez a los fondos de pensiones
invertir hasta el 30 por ciento de sus activos netos en el mercado accionario,
entre otras.
El
gobierno incluso ha recurrido a sus poderes de comunicación y censura para
darle un empujón a las acciones, usando medios oficiales para advertir que
quien esparza “rumores negativos” acerca de los mercados será sancionado.
Sin
embargo, a pesar de la amplitud y profundidad de la intervención gubernamental,
nada ha podido frenar las caídas bursátiles en China.
Y
aunque hasta ahora los efectos directos de estos descensos se han visto
contenidos dentro de la segunda mayor economía del mundo, expertos señalan que
es sólo cuestión de tiempo antes de que éstos se sientan a nivel global.
OLAS CHINAS
Desde
el pico del 12 de junio hasta el cierre del 07 de julio, 3.4 billones de
dólares se evaporaron de los mercados chinos debido a las caídas accionarias.
La
mayor parte de estas pérdidas se ha sentido entre los inversionistas
individuales chinos, que representan el 80 por ciento de las transacciones
realizadas en las bolsas de Shanghái y Shenzhen.
Gracias
a que el sistema financiero chino sólo cuenta con limitada participación de
extranjeros (y dentro de ello sólo de aquellos inversionistas institucionales
que sean designados como calificados por parte del gobierno chino), Quartz
prevé que el mayor efecto global de la crisis en China se sentirá a través de la
desaceleración económica de ese país.
Esto
no sólo se debe al tamaño de China, sino además al peso que el país ocupa en
los mercados de mercancías cuya exportación es un componente vital del
crecimiento económico de otros países emergentes, como Brasil, Chile o México.
Los
problemas en China, sumados a la continuación de la crisis de deuda en Grecia,
incrementan la volatilidad y la aversión al riesgo en los mercados financieros,
golpeando indirectamente las bolsas de valores alrededor del mundo.
SUSPENSIONES TURBULENTAS
Por
si las caídas no fuesen suficientes, los inversionistas en China ayer
encontraron difícil difícil salir del mercado en medio de la tormenta. Esto
debido a que quienes quieren vender sus acciones se han topado con que no
pueden acceder al 72 por ciento de las bolsas, según reporta Bloomberg.
Este
obstáculo se debe a que mil 331 empresas han suspendido voluntariamente la
cotización de sus acciones en las bolsas continentales de China. A esto se
agregan 747 empresas cuya cotización se detuvo debido a que sus acciones
cayeron por debajo del límite diario de 10 por ciento el día de ayer.
La
combinación de las medidas intervencionistas del gobierno chino y el permitir
la suspensión voluntaria de las empresas tiene a algunos expertos cuestionando
el discurso de apertura y reforma enarbolado por el gobierno de Xi Jinping.
“Es
absurdo, que detengan la cotización porque no quieren que caigan las acciones”,
dijo en entrevista con Bloomberg Tsutomu Yamada, analista de mercados en
Kabu.com Securities. “Están haciendo todo lo posible por frenar la caída de las
acciones, pero no está funcionando”, agregó Yamada.
(REPORTE
INDIGO/ ROLANDO HINOJOSA/ Jueves 9 de
julio de 2015)
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