“Nuestra
calidad del aire va en decadencia, tenemos concentración 241 días del año de
dióxido de nitrógeno, el cual proviene de dos fuentes: las móviles, que es el
transporte, y las fijas, que es la termoeléctrica; pero también tenemos una
presencia importante de 41 días de azufre, sobre todo en la estación que está
más cerca de las fijas, que es la del Pedregal. Tenemos 38 días también en
Estación Morelos”, advierte Jacqueline Valenzuela, directora de CERCA
Por
vía aérea, sobre el municipio de La Paz son visibles las emisiones de ceniza
que realiza el Centro de Combustión Interna (CCI) de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE). El Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA)
en Baja California Sur ya lleva a cabo el monitoreo de la calidad del aire,
comentó su titular Jacqueline Valenzuela.
“Tenemos
tres estaciones, una está en la Preparatoria Morelos, otra en la Primaria ‘3 de
Mayo’ en El Pedregal y otra en el CETMAR. Las colocamos ahí porque son las
ubicaciones estratégicas, de acuerdo a lo que nosotros conocemos. Por la ruta
los contaminantes, empezamos a monitorear de manera formal ininterrumpida, y
presentamos nuestros resultados que conocemos”, agregó.
En
2017 fue la única ocasión que se le vio a la PROFEPA actuar en contra de la
termoeléctrica de CFE por carecer de la Licencia Ambiental Única, desde
entonces tienen carta abierta.
De
acuerdo con los primeros datos, La Paz se encuentra entre fuentes emisoras de
cenizas tóxicas, que en un breve periodo podrían generar graves problemas de
salud a sus habitantes.
“Nuestra
calidad del aire va en decadencia, tenemos concentración 241 días del año de
dióxido de nitrógeno, el cual proviene de dos fuentes: las móviles, que es el
transporte, y las fijas, que es la termoeléctrica; pero también tenemos una
presencia importante de 41 días de azufre, sobre todo en la estación que está
más cerca de las fijas, que es la Estación del Pedregal. Tenemos 38 días
también en Estación Morelos”, afirmó Valenzuela.
La
principal fuente generadora, es decir, las plantas termoeléctricas, queman el
combustóleo de mala calidad utilizado para generar electricidad y, en tanto
sigan lanzando toneladas de ceniza tóxica al ambiente, la población está
expuesta a tóxicos como dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, además de
partículas PM10 y PM2.5.
“Azufre
se está emitiendo a través de la generación de energía eléctrica y está
viajando por la ciudad, tenemos una
presencia de dióxido nitrógeno casi la mayor parte del año, y por su ubicación
del aparato de medición, sabemos que es por las fuentes móviles, las fijas o
ambas”, refirió la experta.
Los
estatutos nacionales e internacionales marcan que urge acción inmediata, ya que
ni siquiera la CFE está tomando medidas, pues alguna de las cinco chimeneas del CCI no cuentan con
precipitadores electrostáticos, lo cual genera que partículas contaminantes se
incorporen al ambiente sin un filtro.
Además,
la ceniza se ha colocado en un depósito al aire libre, no cuenta con medidas
suficientes para protegerlas del clima, vientos o lluvias, algo que ni la
propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la
Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) toman en cuenta.
“Existen
normas ambientales, Normas Oficiales Mexicanas que nos dicen los límites
máximos permisibles concentrados en el aire de una ciudad, son para evitar
daños a la salud. Estamos superando las recomendaciones de la Organización
Mundial de la Salud y también a Normas Oficiales Mexicanas en un 15%, aparte
esta normatividad establece que se tienen que iniciar acciones de prevención, y
no las estamos tomando”, argumentó la funcionaria del CERCA.
Inspectores
de la Profepa confirmaron que no hay medidas necesarias, y en consecuencia,
“tenemos 241 días de presencia de dióxido nitrógeno, y eso está vinculado con
problemas respiratorios; tenemos presencia de azufre, un contaminante que tiene
efectos en la salud también respiratorios, pero digamos que al ser más
agresivo, al momento que se pueden cruzar en los pulmones, tiene mayores daños.
Estamos hablando hasta de un cáncer de tráquea y pulmón”, lanzó Jacqueline
Valenzuela.
Existe
una alerta en la ciudadanía por la posibilidad de lluvia ácida, no hay estudios
que lo comprueben, pero tampoco que desmientan el hecho
LLUVIA ÁCIDA Y AIRE TÓXICO
Pedregal
del Cortez, Navarro Rubio, Colina de la Cruz y Agustín Olachea, son colonias
populares en el punto rojo de contaminación por la ceniza tóxica que arrojan
las termoeléctricas, el CCI de libramiento y la planta de Punta Prieta.
Además,
colonias de mayor plusvalía se encuentran en la zona roja: Lomas del Palmira,
Pedregal de La Paz, Puerta Cortés y Costa Baja.
“Ahí
tenemos la mayor concentración de azufre, es la parte más alta del Pedregal, y
es la parte más cercana a la central de combustión interna y la termoeléctrica
de Punta Prieta, ahí tenemos mayores días de concentración de azufre.
Consideramos que puede estar en riesgo, para eso vamos a hacer el año que
viene, estudios epidemiológicos con la
población que está cercana y expuesta a estas concentraciones”, adelantó la
especialista del CERCA.
Los
estudios preliminares apuntan que, mientras más cercanos a las termoeléctricas,
es mayor el índice de contaminación al que están expuestos los pobladores. El
Pedregal del Cortez, donde se encuentra la estación de monitoreo del Centro, es
más lejano que las colonias de mayor plusvalía, por lo cual están más expuestos
a la ceniza tóxica.
La
zona roja se ubica justo en medio de ambas plantas, donde el alcance de los
tóxicos varía con relación a la intensidad del viento.
“La
contaminación de las plantas de generación de electricidad, el rango de alcance
es de 4.7 kilómetros, ahí estudiamos el rango de contaminación de ambas
plantas”, dijo Valenzuela.
Pero
hay otro fenómeno que se pudiera estar dando, sobre todo en estos tiempos de
lluvias registradas: las partículas de ceniza flotante que se mueven más de
cuatro kilómetros a la redonda, pero no hay autoridad que haga labor monitora.
Al no existir el estudio debido, solo es especulación, “pero cuando ya hablamos
de lluvia ácida, hablamos del cambio climático, desde el cambio climático se
monitorea la lluvia ácida de los ecosistemas, porque afecta los mantos
acuíferos, los suelos, las especies en el mar”, citó la consultada. Cuando
hablamos de concentración de dióxido de nitrógeno o dióxido de azufre, y
resulta que son los mayores precursores para una lluvia ácida, pues a + b = c,
entonces lo que tenemos es que dióxido nitrógeno y dióxido de azufre, es igual
a lluvia ácida”, ejemplificó.
“No
es tan sencillo, realmente es un fenómeno complejo y necesitamos monitorearlo,
al igual que monitoreamos los gases en el aire y su concentración.
Necesitaríamos una red de pluviómetros para las próximas lluvias para comprobar
que en muestras de agua tenemos precisamente concentración de ácido sulfúrico y
ácido nítrico, y con esos resultados podríamos hablar de la presencia de lluvia
ácida en La Paz”, remató la titular del CERCA.
VIENTOS CAMBIARON EN CONTRA
El
clima de La Paz cambió y con ello sus vientos: anteriormente empujaban el
material particulado fuera de la ciudad y ahora se queda dentro, lo que implica
un riesgo aún mayor.
Previamente,
los ciudadanos se quejaban de los apagones por la sobrecarga del sistema
eléctrico, lo que hacía trabajar aún más la planta termoeléctrica, y ahora es
más visible la nube café o amarillenta, como si en este periodo de invierno se
recurriera en mayor medida a la quema de combustible.
“La
mancha es más visible, nuestra hipótesis es algo que tenemos que comprobar:
mayor presencia de material particulado, y como los vientos han cambiado, los
contaminantes se quedan estacionados, de todas las áreas de la ciudad son
visibles. Todo esto lo hemos documentado para presionar en el Senado para que
se tomen acciones, estos puntos de acuerdo van con recomendaciones y peticiones
puntuales. A la CFE, por ejemplo, un sistema de control de emisiones, también
hay recomendaciones para la Semarnat y la Profepa, para que haya una verdadera
supervisión de contaminantes”, es la conclusión del CERCA.
El
llamado se ha hecho a diversas instancias de gobierno, congresos y
ayuntamientos para hacer un frente por la salud del viento de La Paz. Hay dos
solicitudes importantes desde la sociedad civil, ambas dependen de servidores
públicos, una está en manos de diputados de Baja California Sur; de ellos
depende que el Gobierno del Estado destine el recurso necesario.
“Es
la primera vez que el Congreso del Estado, el Senado de la República, los
ayuntamientos, el Gobierno el Estado y ciudadanía, estamos en un momento de
pedir acciones concretas. Hicimos gestiones con el Instituto Nacional de
Ecología y Cambio Climático, encargado de distribuir estaciones de monitoreo por
todo México, haciéndole la solicitud para una campaña aquí en La Paz .También
estamos gestionando con el Congreso local que se destinen recursos para que se
adquiera una caseta de monitoreo fija, avalada con todos los controles
necesarios, validados por Semarnat y por el Instituto Nacional”, afirmó
Jacqueline Valenzuela desde el CERCA.
Para
el próximo año, la sociedad civil prepara otro instrumento de estudio
epidemiológico para determinar si hay afecciones a la salud. Por ello, exhortan
a los ciudadanos a denunciar no solo a través de redes sociales, sino de manera
anónima en el portal de la Profepa.
“Ya
no tenemos tiempo, la ciudadanía ya tomó conciencia, a través de las denuncias
debemos conjuntar todas las acciones, requiere una gran estrategia de comunicación.
Como Centro tenemos que pasar a esa parte en 2020, las denuncias que se
hicieron en redes sociales, las vamos a enfocar a Profepa”, reiteró Jacqueline
Valenzuela.
NO MÁS CONTAMINACIÓN: SENADO
El
llamado ha sido general, desde todas las trincheras: se debe hacer algo en
contra de la contaminación que está generando la CFE, ya que los paceños están
recibiendo energía eléctrica al costo más caro con un entorno plagado de
sustancias altamente tóxicas.
Inspectores
de Profepa han externado a ZETA la nula la intervención de la procuraduría, al no efectuar las
verificaciones por instrucciones “de arriba”, incluso Petróleos Mexicanos ha
hecho lo pertinente para tener mayor libertad.
“Exigen
que se ponga atención al tema de grave de contaminación que está generando la
planta termoeléctrica de La Paz, nosotros no estamos conectados a la red
nacional, por lo tanto, se produce la electricidad ahí mismo en el Estado con
la quema de combustóleo, lo cual provoca daños severos a la salud de la
población de nuestra Capital; esos contaminantes son sumamente peligrosos
debido a su elevada toxicidad para la salud humana, afectaciones a la función
pulmonar, irritación ocular, inflamación del sistema respiratorio, secreción
mucosa, agravamiento del asma y bronquitis crónica, entre otros”, indicó Lupita
Saldaña Cisneros, senadora del Partido Acción Nacional.
Lupita
Saldaña Cisneros, Senadora del PAN se pronunció en contra de la contaminación
que genera CFE, solicitó se haga un análisis.
Además
de los dióxidos de azufre y nitrógeno, hay más contaminantes a los que están
expuestos los habitantes de los alrededores de las plantas, así como flora y
fauna.
En
cuerpo humano, se comprobó que sustancias como el vanadio es altamente tóxico,
con severos daños al sistema nervioso, cáncer y otros más padecimientos.
“El
Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto
Politécnico Nacional ha realizado estudios que revelan que las cenizas que
emite esta planta, están cargadas entre otros componentes con vanadio, un
elemento que causa severos daños a la salud: problemas cardiovasculares,
inflamación estomacal, alteración del sistema nervioso, sangrado de hígado,
irritación de piel, temblores y parálisis; sangrado de nariz y cáncer
pulmonar”, advirtió la senadora.
En
diversas ocasiones, los ciudadanos han exhibido el nivel de contaminación
generada por la planta termoeléctrica, solo una de sus cinco chimeneas cuenta
con filtro. El resto está emitiendo toneladas de ceniza tóxica a las colonias
de La Paz.
Las
imágenes circulan en las redes sociales, pero basta con asomarse por una
ventana y apreciar las nubes amarillentas.
“Se
pueden observar claramente las emisiones contaminantes que expele cada día esta
planta de generación de energía eléctrica, lo cual permite darnos una idea del
nivel de contaminación en la atmósfera en nuestra ciudad”, comentó Saldaña
Cisneros.
Otra
de las inconsistencias reveladas por inspectores de la Profepa a ZETA, es que
la planta Punta Prieta cuenta con una bitácora de emisiones, el CCI de
libramiento ni siquiera dispone de una, hay omisiones y por consiguiente, las
instancias de medio ambiente tendrán que pagar por ello, al permitir que los
desechos tóxicos se sigan lanzando al aire.
Una
alternativa sería cambiar las prácticas de generación eléctrica, sin embargo,
el Gobierno Federal parce tener otras prioridades, como un mayor impulso al
beisbol.
“La
cantidad de emisiones no está controlada por los sistemas reconocidos por la
legislación nacional, como son la licencia funcionamiento y la licencia
ambiental única, esto es más grave aún, ya que según algunas fuentes, el
combustible utilizado por la CFE es de pésima calidad, lo que genera se
concentren varios contaminantes adicionales. Se ha propuesto cambiar la fuente
de generación de energía eléctrica, mediante energías limpias”, apuntó la
legisladora panista.
Y
emitió un fuerte señalamiento al Gobierno Federal, dejando en claro que la
política de la nación tiene sumidos en contaminación a los paceños, de allí la
urgencia de una nueva alternativa de generación eléctrica, que no solo reduzca los costos de producción
y las tarifas, sino la emisión de contaminantes a la atmósfera.
“Nos
preocupa que la política en materia de generación de energía eléctrica del
Gobierno Federal esté basada en los combustibles fósiles, los sudcalifornianos
demandamos energías limpias y exigimos que la CFE controle sus emisiones
contaminantes en la entidad para evitar las terribles consecuencias de salud,
que ya está provocando este problema en niños, adultos y personas vulnerables.
Solicitamos un informe del control de emisiones de contaminantes a la atmósfera
que está llevando a cabo en La Paz respecto a los gases de dióxido de azufre y
dióxido de nitrógeno que genera la planta termoeléctrica, para que se hagan
públicos los datos generados”, concluye el punto de acuerdo de la senadora.
Para
determinar oficialmente la alta emisión de sustancias tóxicas contenidas en la
ceniza, la CFE debería informar sobre los desechos tóxicos que arroja al aire,
pero tal acto sería “como darse un tiro en el pie”.
(SEMANARIO ZETA BCS/ EDICIÓN IMPRESA /
ANTONIO CERVANTES/ MARTES, 3 DICIEMBRE, 2019 01:00 PM)
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