viernes, 14 de julio de 2017

CAJEME: ¿FIN DE LA IMPUNIDAD?

Apenas en la víspera, se había dado un debate en el Congreso del Estado, durante la sesión de la diputación permanente, acerca de la necesidad de solicitar la alerta de violencia de género para el municipio de Cajeme, donde los homicidios dolosos contra mujeres, y los feminicidios han pintado un panorama desolador en los últimos meses.

Todos estos crímenes han sido lamentables, pero más lamentable aún el saber que la impunidad se había aposentado con su sombría presencia en la ciudad.

Lo que detonó las demandas de grupos organizados de mujeres, fue el asesinato de una joven acompañada de su hija de cuatro años de edad, que viajaban a bordo de un vehículo junto a otra mujer y una niña de apenas 11 meses. Fueron acribilladas desde un vehículo en movimiento, resultando muertas las dos menores y la mamá de una de ellas.

El crimen desató la indignación y los miedos, También la reacción del a autoridad que de inmediato consiguió el apoyo de la gendarmería federal y, junto a un destacamento de policías estatales, se instalaron en Ciudad Obregón de manera permanente.

Consecuencia de ese operativo, la madrugada del 7 de julio (dos días después de los hechos violentos) fueron detenidos a bordo de un vehículo en el que transitaban a exceso de velocidad, cuatro sujetos a quienes se les encontró en posesión de armas y drogas. Al investigarlos y practicarles algunas pruebas criminalísticas, se descubrió que dos de ellos habían participado en el atentado donde resultaron muertas la mujer y las dos niñas, y heridas otras dos personas, entre ellas otro menor de edad.

Ayer, el Fiscal General del Estado, Rodolfo Montes de Oca Mena dio los pormenores de este caso, informando que los sujetos ya se encuentran en prisión, vinculados a proceso y que la fiscalía a su cargo solicitará la pena máxima, de 60 años de cárcel para los imputados.

Desde hace tiempo, en Cajeme la lucha por la plaza entre células del crimen organizado se ha recrudecido, y ciertamente no es la primera vez que de estos enfrentamientos resultan víctimas colaterales, menores de edad. En ese contexto de violencia, todos los asesinatos son dolorosos, pero lo es más la impunidad.

Por eso es relevante destacar la premura con que la autoridad localizó a los presuntos responsables y los puso tras las rejas. Su encarcelamiento no devuelve la vida de las personas masacradas, pero abre la puerta a la esperanza de que las revueltas aguas de la violencia en Cajeme, comiencen a apaciguarse y la sociedad recupere un poco la confianza de que se puede vivir en paz.

En el acto donde se hizo el anuncio de la captura de los criminales, se envió una señal de coordinación y fuerza policiaca y militar, con la presencia de los integrantes del grupo Operativo Sonora: General Norberto Cortes, Comandante de la IV Zona Militar, el Inspector en jefe de la Policía Federal, Gerardo Barrón, el Secretario de Seguridad Pública, Adolfo García Morales, el Capitán de Navío, Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, Gerardo López García, el Subdelegado de la zona sur de la PGR, Gonzalo Sánchez Betanzos y el alcalde Faustino Félix Chávez.

Es decir, parece que ahora sí van con todo sobre los grupos delincuenciales que operan en Ciudad Obregón y su extensa zona rural.

Quizá fue coincidencia, pero ayer mismo, trascendió la noticia de que en las afueras de Zapopan, Jalisco, fue acribillada una familia, resultando muerto un hombre de 42 años de edad, que a la postre fue identificado como al que apodaban “Chapo Trini”, y a quien las autoridades tenían identificado como uno de los principales jefes de una banda del crimen organizado que opera en el sur del estado, principalmente en Ciudad Obregón.

La ejecución de esta persona, y la permanente presencia de policías y militares en Cajeme podría estar marcando el inicio de la recuperación de la ciudad por parte de las autoridades, que hasta hace pocos días parecían replegadas frente a la impunidad con que la delincuencia operaba a sus anchas.

Por el bien de todos, esperemos que así sea.

II

Una vez conocidos los nombres de los 48 aspirantes a integrar el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, a la Comisión Seleccionadora se le cargó el trabajo, pues tienen solamente lo que les resta del mes para nombrar a los cinco que finalmente formarán parte de ese comité.

El proceso de evaluación no es sencillo, sobre todo si se está pensando en un camino por el que se eliminen hasta donde sea posible, criterios que pudieran interpretarse como dedicatorias para ciertos personajes vinculados a la esfera gubernamental o con algún o algunos partidos políticos, porque hay casos así.

Ayer el presidente de la comisión seleccionadora, Marco Antonio Andrade Aguirre, explicó, acompañado de otros integrantes de esa comisión, la metodología para la selección final.

Consta de tres fases. La primera, de revisión documental podría ser el inicio de la criba, pues todos los expedientes que no cumplan con la totalidad de los requisitos, serán eliminados allí mismo. La comisión en pleno participa de estas decisiones.

Los que avancen a la segunda ronda pasarán por una evaluación curricular y una entrevista de la que se obtendrá el puntaje para cada uno de los aspirantes, obtenido a partir de sus respuestas a temas específicos y otros criterios que usted podrá consultar con mayor amplitud en http://www.elzancudo.com.mx/vernoticias.php?artid=12224&categoria=1 

Resulta interesante destacar los criterios para la equidad de género, pues entre los registrados hay una mayoría masculina que duplica a las mujeres. Para compensar eso, a la hora de la decisión final, se medirán por pares, los cuatro hombres que hayan tenido la mayor puntuación, por un lado, y por el otro las cuatro mujeres con mayor puntaje.

Así, se elegirán dos hombres y dos mujeres. El quinto integrante de la comisión se decidirá independientemente de su género, por el segundo mayor puntaje.

Mucha chamba les espera a los comisionados en estos días vacacionales.

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(DOSSIER POLITICO/ ARTURO SOTO MUNGUÍA/ 2017-07-14)

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