En tres juicios distintos
-entre sentencias y apelaciones-, el juez Sim Lake, de la corte de Houston,
Texas, consideró que la paraestatal y su filial Pemex Exploración y Producción
(PEP), no aportaron evidencia suficiente para probar el delito, o no pudieron
cobrar el dinero que le tenían que ser restituido.
“De los 300 millones de dólares que pedía para
la reparación del daño, Pemex recuperó judicialmente sólo 71 millones de cinco
empresas y una persona de las que demandó, pero ninguna tuvo fondos para pagar.
Al final, la empresa mexicana no obtuvo un solo dólar.”, informó el portal
Animal Político.
Además de haber perdido los
procesos legales, el juez determinó que Pemex debía pagar a las empresas que
demandó 830 mil dólares por gastos legales.
Sin embargo, la paraestatal
no ha realizado dicho pago y señaló que firmó un acuerdo con el despacho de
abogados que la representó -del cual no otorgó el nombre-, para que, en caso de
que la resolución no fuera a su favor, éste pagara los gastos vinculados al
proceso legal.
En documentos desclasificados
obtenidos por el portal Animal Político, se detalla la demanda de Pemex
interpuesta en la Corte del Distrito Sur de Texas, en Estados Unidos:
“[…] alego que los acusados,
violaron las provisiones de la ley 18 u.s.c 1962 realizando actos de venta e
importación en los Estados Unidos de condensado robado del campo de Burgos,
México”.
La cuenca de Burgos se ubica
a lo largo de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, y según Pemex es el yacimiento
de gas más grande de México, una zona que ha sido dominada por el Cártel del
Golfo y por Los Zetas.
Además, acusó a las empresas
que “presuntamente han comercializado gas condensado mexicano robado que se
vende en Estados Unidos desde agosto de 2006 a mediados de 2011”.
Y Pemex sabía que le estaban
robando desde el 2010, ya que diversas agencias de seguridad estadounidenses la
habían notificado, asegura Animal Político.
La empresa paraestatal
mexicana aseguró que “la existencia del esquema de comercialización en los
Estados Unidos está bien establecido y es bien conocido por las fuerzas del
orden estadounidenses, incluyendo el servicio para la administración y control
de aduanas (ICE) y el Departamento de Seguridad Nacional”.
Una de las empresas acusadas
concedió que “Pemex exploración y producción es una víctima de los cárteles
[del crimen organizado]”, pero se defendió también al argumentar que la
paraestatal mexicana “permite a los cárteles tomar el gas condensado”.
“[El robo del gas
condensando] sirvió como pago de protección, es decir, en vez de pagos de
protección en efectivo a los cárteles, les permitió tomar producto y así evitar
otras represalias más dañinas de los cárteles”, afirmó una de las empresas
acusadas.
El medio por Internet le
preguntó a Pemex si existen funcionarios públicos involucrados en esta
acusación, a lo que la paraestatal contestó el pasado 23 de julio, que:
“No encontró documento alguno
que satisfaga total o parcialmente la información solicitada”.
EL MODUS OPERANDI DEL ROBO A PEMEX
De acuerdo con los alegatos
que Pemex presentó ante la corte, el modus operandi de las empresas que
supuestamente compraron combustible robado durante los cuatro años que duró
esta red binacional era que compraban el condensado robado y mandaban a México
camiones cargados con agua, que iban etiquetados como “nafta”.
Al cruzar la frontera
vaciaban los camiones y los llenaban con condensado de gas natural que había
sido robado.
Además, creaban documentación
falsa para justificar la posesión del combustible y sobornaban a funcionarios
aduanales para cruzar la frontera.
De esta forma, los camiones
volvían a Texas y el producto se almacenaba para ser revendido a otras empresas
a cargo, según Pemex, de borrar las pistas sobre el origen ilícito, detalló
Animal Político.
(SEMANARIO ZETA/ CARLOS ÁLVAREZ /JUEVES, 17 NOVIEMBRE,
2016 08:41 AM)
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