Saltillo, Coahuila.- Las
almas que son vistas en Puente Moreno piden agua a quienes se topan con ellas
durante las madrugadas. Se trata de un fenómeno que se aviva aún más en Semana
Santa y el 5 de octubre, fecha en la que ocurrió el fatal accidente.
El señor que cuida el rancho
aledaño a las ocho tumbas improvisadas, Felipe de Jesús Cerda Domínguez, relató
cómo le piden agua estos seres que vagan por el lugar, porque sus cuerpos
quedaron atrapados bajo la tierra luego de que el tren de peregrinos en el que
viajaban de regreso de Real de Catorce descarrilara.
Zócalo Saltillo fue al lugar
de los hechos. De las dos a las tres de las mañana, hora en que, según el
encargado del rancho, se hacen presentes, permanecimos ahí. A pesar del
ambiente tétrico y pesado que se sintió, no fueron capturadas imágenes o
sonidos extraños. Expertos en lo paranormal afirman que es porque las almas
eligen a quién se manifiestan.
10 AÑOS DE CONVIVIR CON LOS MUERTOS
El 27 de este mes, Felipe de
Jesús cumplirá 10 años como trabajador del rancho y aseguró que no le da miedo
habitar la pequeña casa de dos cuartos que colinda con las tumbas, y en donde,
a 44 años del accidente, aún se puede ver ropa y monedas de aquella época.
Relató que para él ya es
común ver a una mujer vestida de blanco encima de un pirul que le pide agua.
Esto sucede cuando sale a realizar su recorrido habitual para constatar que los
animales y la propiedad no sea visitada por los ladrones.
“Dejo un vaso de agua. Cuando
termino el recorrido y me vengo a la casa, veo cómo la mujer baja por el agua y
se sube al árbol. No tiene pies: como que vuela”, dijo.
Los extraños ruidos se
escuchan con mayor intensidad en los días Mayores de Semana Santa y en la fecha
en la que sucedió el accidente. Según Felipe de Jesús, se puede escuchar el
estruendo del tren al impactarse; también quejidos de niños, señoras y señores.
Esto no le da miedo. Sabe que
es gente que falleció en el accidente de tren cuando regresaban de celebrar al
santo, y al no encontrar los cuerpos, sus almas quedaron atrapadas en el lugar.
Por ser un accidente que se
conoció en todo el mundo, el trabajador dijo que acuden televisoras locales e
internacionales a investigar el fenómeno. Le preguntan sobre estos sucesos. “Yo
les digo que veo a la señora que me pide agua y los ruidos en las tumbas”.
Cuando hacen limpieza o
alguna construcción, sacan fotografías, ropa, cobijas y monedas que
pertenecieron a los peregrinos, mismas que son entregadas a las familias que
aún buscan consuelo por la pérdida de sus seres queridos.
Familiares de quienes
fallecieron ese día, todavía tienen la costumbre de acudir cada fin de semana
cercano a la fecha conmemorativa. Llevan danzas, celebran misa, arreglan las
tumbas y comen en el lugar.
32 AÑOS EN LA MISMA VÍA
Valdemar García Vázquez tiene
32 años trabajando en la misma vía del tren. En todo ese tiempo, platicó a Zócalo,
nunca ha visto fenómenos extraños o escuchado quejidos: él cree que se debe a
que no cree en lo paranormal.
“Yo le tengo más miedo a los
vivos que a los muertos. Los vivos nos pueden hacer daño, mientras que los
muertos, no”, dijo Valdemar, que permanecía recargado en las escaleras de la
locomotora, esperando su turno para continuar el viaje.
El ferrocarrilero, vestido de
overol de mezclilla, de cabello hasta los hombros y con sombrero, relató que
recorre muchas partes del país y Puente Moreno es de las menos tétricas, a
pesar de lo que se dice. Aseveró que no tiene miedo cuando por la noche y
madrugada permanece hasta una hora y media esperando luz verde para continuar.
“Nosotros pasamos a todas
horas por aquí y nunca hemos visto nada. Cuando nos toca de noche o madrugada
sí nos hemos bajado del tren y caminamos o hacemos un pequeño recorrido para
hacer tiempo y no nos da miedo”, concluyó el maquinista, quien no quiso hacer
conjeturas de por qué el tren se descarriló el 5 de octubre de 1972.
UN LUGAR TÉTRICO
Eran cerca de las dos de la
mañana cuando llegaron un fotógrafo y dos reporteros de Zócalo Saltillo a
Puente Moreno, con el objetivo de captar en la lente o audio algún fenómeno
paranormal, pues esta madrugada los seres se hacen presentes.
La oscuridad fue el principal
actor; de fondo las tumbas y los árboles de gran tamaño que se movían al ritmo
del viento. Un ruido constante del tren se escuchaba; las personas esperaban
que pronto viniera por las vías.
El tren se acercaba a gran
velocidad, se escuchaba; el silbato anunciaba su paso; sin embargo, el tren no
apareció. “Tal vez iba en otra vía cercana”, coincidieron en señalar.
Un ambiente tenebroso se
palpaba. Los visitantes captaron las imágenes de las tumbas arregladas y las
veladoras prendidas, también del pirul en donde se aparece la mujer de blanco;
el video se hizo correr.
Constantemente se revisaban
las imágenes y el video para constatar la presencia de las almas, en ninguna
aparecieron las almas. Esta madrugada, no escucharon los quejidos de los que
hizo referencia el trabajador.
Ante este fenómeno, dicen los
expertos, no todas las personas pueden apreciar o captar las almas, son ellas
quienes escogen a quienes se les aparecen.
(ZOCALO / YADIRA LEOS/ 06/10/2016 -
04:05 AM)
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