FOTOS: cortesia.- Edgar Juvanny Parra
Zambada, sobrino de uno de los lideres del Cartel de Sinaloa, Ismael "El
Mayo" Zambada
En menos de un año, otro sobrino de otro
de los líderes del cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García, fue ejecutado a
balazos en la capital sinaloense, ahora en medio del sonar de “tambores de
guerra” tras el secuestro y liberación de los hijos de Joaquín Guzmán Loera. El
gobierno de Mario López Valdez asegura que creará un nuevo grupo de reacción
policial para contener los hechos violentos que se han desatado en Culiacán y
Mazatlán
Culiacán, Sinaloa.- Dentro de
las líneas de investigación que estableció la Procuraduría General de Justicia
y la coordinación de investigación de homicidios de la Policía Ministerial del
Estado sobre el asesinato del sobrino de Ismael “El Mayo” Zambada se encuentra
el móvil personal, motivado por asuntos pasionales, y no por el plagio de los
hijos de “El Chapo” Guzmán en Puerto Vallarta ni por crimen organizado.
Édgar Juvanny Parra Zambada,
de acuerdo con testimonios de familiares recabados, se dedicaba al comercio de
mariscos y era propietario además de una taquería cerca del Hospital Pediátrico
de Culiacán, y a diferencia de su hermano Juan José Parra Zambada, no se le
conocían antecedentes de pertenecer a la facción que dirige su tío.
“No puedo decir oficialmente
la línea, pero lo que sí afirmo es que nada tiene que ver con el evento de
Vallarta ni tampoco por el apellido que mencionan”, declaró César Abelardo
Rubio Olivas, secretario de seguridad pública de la capital y coordinador de la
investigación de homicidios de la Policía Ministerial.
Fuentes de la coordinación de
seguridad pública, sin embargo, advierten una serie de venganzas por la muerte
de Édgar Juvanny, hijo de uno de los abogados de Juan José Esparragoza Moreno
“El Azul”.
Su padre, Juan José Parra,
“El Diablo”, fue uno de los hombres que ayudó a “El Mayo” Zambada a crecer en
el mundo del narco en los años 70, cuando contrajo nupcias con Ana María
Zambada García.
Parra Zambada, de 42 años,
era hermano de Juan José Parra Zambada, quien trabajaba bajo las órdenes de
Jesús El Rey Zambada García.
Los dos junto con otros 15
sujetos, entre ellos Jesús Zambada Reyes, hijo de “El Rey”, fueron detenidos el
21 de octubre de 2008 en la colonia Lindavista de la Ciudad de México.
“El Rey” Zambada fue señalado
como el encargado de recibir los embarques de cocaína y precursores químicos a
través del aeropuerto internacional Benito Juárez.
Zambada Reyes, conocido como
“El Rambo”, fue encontrado ahorcado en un cuarto de una casa de seguridad de la
PGR, luego de que se apegara al programa de testigos protegidos.
El 11 de diciembre de 2015,
uno de sus hermanos, Vicente Zambada Reyes, fue ejecutado por un comando cuando
se encontraba en una camioneta estacionada afuera de un domicilio de la colonia
Miguel Hidalgo.
A estas bajas se le suman las
detenciones de los hijos de Zambada García, desde Vicente Zambada Niebla, a
Serafín Zambada Ortiz e Ismael Zambada Imperial, “El Mayito” Gordo.
El único vástago en libertad
de la dinastía es Ismael Zambada Sicairos.
SECUELAS
La noche del 31 de agosto
pasado, cinco días después de la ejecución de Édgar Juvanny, un grupo armado
llegó al cruce del puente de la Isla Musala y bulevar El Dorado, en la colonia
Las Quintas, y bajó el cadáver de un hombre envuelto en plástico negro, lo dejó
a un lado del carril, donde quedó tendido el cuerpo de Parra Zambada.
El parte informativo de la
Policía Municipal señala que fue a las 23:00 horas cuando se reportó que
hombres armados al dejar el bulto sobre el pavimento dispararon en repetidas
ocasiones con fusil AK-47 y Five Seven, arma de calibre 5.7 x 28 milímetros.
La víctima, un individuo de
25 años, a quien levantaron entre el sábado y el domingo, fue identificado como
Ediomar Cuen, tenía huellas de tortura y tenía manos y pies amarrados con
cuerdas.
Los datos extraoficiales
señalan que podría ser uno de los pistoleros que participaron en la balacera
del viernes 26 de agosto.
Aunque de manera oficial la
coordinación de investigación de homicidios aseguró que el crimen organizado no
está detrás del asesinato de Parra Zambada, la guerra por las distintas plazas
en Sinaloa se mantiene en distintos frentes.
En Mazatlán, cinco días después
del secuestro y liberación de Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar
(también se dijo que César), las células de los Beltrán Leyva, que formaban
parte de la estructura del finado Santiago Lizárraga Ibarra “El Chaguín”,
iniciaron una serie de asesinatos de jóvenes relacionados con el narcomenudeo.
Entre el sábado 21 y domingo
22 de agosto, aparecieron los cadáveres de siete jóvenes, cuatro de ellos
apilados a un lado del bulevar Centenario, un paseo muy concurrido, y los
ejecutores dejaron un narcomensaje que señalaba:
“VAMOS X TODOS AHORA SÍ SE LES AKABO EL TIEMPO
ALCONES, PISTOLEROS, FAMILIARES, LOS QUE AGARREMOS DE LOS MAYOS, DAMASO, LOS
CHAPOS.”
En Culiacán, reportes de
testigos señalan que grupos de sicarios han estado realizando retenes en bulevares
concurridos, detienen a los automovilistas y los revisan para verificar si
llevan armas de fuego.
En uno de esos falsos retenes
fue privado de la libertad Hugo Rubén Castellanos Jiménez, director de la
franquicia Miss World México, encontrado asesinado el domingo 7 de agosto en la
colonia Issstesin de esta capital.
(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa/
Investigaciones Zeta Lunes, 5 septiembre, 2016 12:00 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario