miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL CRIMEN DE PARRA ZAMBADA: POR VENGANZA O PASIÓN


FOTOS: cortesia.- Edgar Juvanny Parra Zambada, sobrino de uno de los lideres del Cartel de Sinaloa, Ismael "El Mayo" Zambada

En menos de un año, otro sobrino de otro de los líderes del cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García, fue ejecutado a balazos en la capital sinaloense, ahora en medio del sonar de “tambores de guerra” tras el secuestro y liberación de los hijos de Joaquín Guzmán Loera. El gobierno de Mario López Valdez asegura que creará un nuevo grupo de reacción policial para contener los hechos violentos que se han desatado en Culiacán y Mazatlán  

Culiacán, Sinaloa.- Dentro de las líneas de investigación que estableció la Procuraduría General de Justicia y la coordinación de investigación de homicidios de la Policía Ministerial del Estado sobre el asesinato del sobrino de Ismael “El Mayo” Zambada se encuentra el móvil personal, motivado por asuntos pasionales, y no por el plagio de los hijos de “El Chapo” Guzmán en Puerto Vallarta ni por crimen organizado.

Édgar Juvanny Parra Zambada, de acuerdo con testimonios de familiares recabados, se dedicaba al comercio de mariscos y era propietario además de una taquería cerca del Hospital Pediátrico de Culiacán, y a diferencia de su hermano Juan José Parra Zambada, no se le conocían antecedentes de pertenecer a la facción que dirige su tío.

“No puedo decir oficialmente la línea, pero lo que sí afirmo es que nada tiene que ver con el evento de Vallarta ni tampoco por el apellido que mencionan”, declaró César Abelardo Rubio Olivas, secretario de seguridad pública de la capital y coordinador de la investigación de homicidios de la Policía Ministerial.

Fuentes de la coordinación de seguridad pública, sin embargo, advierten una serie de venganzas por la muerte de Édgar Juvanny, hijo de uno de los abogados de Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”.

Su padre, Juan José Parra, “El Diablo”, fue uno de los hombres que ayudó a “El Mayo” Zambada a crecer en el mundo del narco en los años 70, cuando contrajo nupcias con Ana María Zambada García.

Parra Zambada, de 42 años, era hermano de Juan José Parra Zambada, quien trabajaba bajo las órdenes de Jesús El Rey Zambada García.


Los dos junto con otros 15 sujetos, entre ellos Jesús Zambada Reyes, hijo de “El Rey”, fueron detenidos el 21 de octubre de 2008 en la colonia Lindavista de la Ciudad de México.

“El Rey” Zambada fue señalado como el encargado de recibir los embarques de cocaína y precursores químicos a través del aeropuerto internacional Benito Juárez.

Zambada Reyes, conocido como “El Rambo”, fue encontrado ahorcado en un cuarto de una casa de seguridad de la PGR, luego de que se apegara al programa de testigos protegidos.

El 11 de diciembre de 2015, uno de sus hermanos, Vicente Zambada Reyes, fue ejecutado por un comando cuando se encontraba en una camioneta estacionada afuera de un domicilio de la colonia Miguel Hidalgo.

A estas bajas se le suman las detenciones de los hijos de Zambada García, desde Vicente Zambada Niebla, a Serafín Zambada Ortiz e Ismael Zambada Imperial, “El Mayito” Gordo.

El único vástago en libertad de la dinastía es Ismael Zambada Sicairos.  

SECUELAS

La noche del 31 de agosto pasado, cinco días después de la ejecución de Édgar Juvanny, un grupo armado llegó al cruce del puente de la Isla Musala y bulevar El Dorado, en la colonia Las Quintas, y bajó el cadáver de un hombre envuelto en plástico negro, lo dejó a un lado del carril, donde quedó tendido el cuerpo de Parra Zambada.

El parte informativo de la Policía Municipal señala que fue a las 23:00 horas cuando se reportó que hombres armados al dejar el bulto sobre el pavimento dispararon en repetidas ocasiones con fusil AK-47 y Five Seven, arma de calibre 5.7 x 28 milímetros.

La víctima, un individuo de 25 años, a quien levantaron entre el sábado y el domingo, fue identificado como Ediomar Cuen, tenía huellas de tortura y tenía manos y pies amarrados con cuerdas.

Los datos extraoficiales señalan que podría ser uno de los pistoleros que participaron en la balacera del viernes 26 de agosto.

Aunque de manera oficial la coordinación de investigación de homicidios aseguró que el crimen organizado no está detrás del asesinato de Parra Zambada, la guerra por las distintas plazas en Sinaloa se mantiene en distintos frentes.

En Mazatlán, cinco días después del secuestro y liberación de Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar (también se dijo que César), las células de los Beltrán Leyva, que formaban parte de la estructura del finado Santiago Lizárraga Ibarra “El Chaguín”, iniciaron una serie de asesinatos de jóvenes relacionados con el narcomenudeo.

Entre el sábado 21 y domingo 22 de agosto, aparecieron los cadáveres de siete jóvenes, cuatro de ellos apilados a un lado del bulevar Centenario, un paseo muy concurrido, y los ejecutores dejaron un narcomensaje que señalaba:

 “VAMOS X TODOS AHORA SÍ SE LES AKABO EL TIEMPO ALCONES, PISTOLEROS, FAMILIARES, LOS QUE AGARREMOS DE LOS MAYOS, DAMASO, LOS CHAPOS.”

En Culiacán, reportes de testigos señalan que grupos de sicarios han estado realizando retenes en bulevares concurridos, detienen a los automovilistas y los revisan para verificar si llevan armas de fuego.

En uno de esos falsos retenes fue privado de la libertad Hugo Rubén Castellanos Jiménez, director de la franquicia Miss World México, encontrado asesinado el domingo 7 de agosto en la colonia Issstesin de esta capital.


(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa/ Investigaciones Zeta Lunes, 5 septiembre, 2016 12:00 PM)

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