BBC | Estados Unidos.-
"Las lágrimas no fluyen de la misma manera en el espacio".
Esa es una de las
conmovedoras conclusiones que escribió el astronauta estadounidense Frank
Culbertson tras enviar a la Agencia Espacial de EE.UU. (NASA, por sus siglas en
inglés) esta fotografía tomada poco después de los ataques a las Torres Gemelas
el 11 de septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York.
El capitán Culbertson era el
comandante de la Expedición 3 de la Estación Espacial Internacional (EEI) aquel
trágico día, y aunque no estaba solo en la nave porque compartía tripulación
con los cosmonautas rusos Vladimir Dezhurov y Mikhail Turin, sí era el único
estadounidense en el espacio.
En su imagen se pueden ver
dos enormes fumarolas negras arrastradas por el viento hacia el sur de la isla
de Manhattan, donde un rato antes reposaban las dos torres de 110 pisos de
oficinas en el World Trade Center (WTC), centro financiero de la ciudad.
Esa mañana de hace 15 años, a
las 8:46 am (1246 GMT), el vuelo 11 de American Airlines fue estrellado por
secuestradores contra la Torre Norte del WTC.
El avión volaba a 700 km/h,
llevando 92 pasajeros y nueve miembros de la tripulación a bordo.
A las 9:03 am (1303 GMT), 18
minutos más tarde, la Torre Sur fue impactada por el vuelo 175 de United
Airlines a la altura de los pisos 77 al 85, a una velocidad de 540 km/h.
Los pasajeros de los dos
aviones fueron sólo algunas de las cerca de 3 mil víctimas que dejaron los
ataques y la posterior destrucción de las torres, que se derrumbaron cuando el
fuego derritió sus estructuras.
Los eventos de ese día fueron
un serie de ataques coordinados cometidos por el grupo al Qaeda, que dejaron
más de 6 mil heridos y pérdidas materiales en US$10.000 millones.
"AGARRÉ LA CÁMARA MÁS CERCANA"
La EEI es un centro de
investigación espacial que orbita la Tierra desde 1998.
Es administrada por un
programa de cooperación entre cinco agencias espaciales entre las que se
encuentran la NASA y la Agencia Espacial Federal Rusa (FKA, por sus siglas en
ingles).
En 2001, la EEI no contaba
con televisión en vivo ni internet pero al recibir la noticia a través de una
conferencia radial con el equipo médico de la NASA en la Tierra, Culbertson
pudo ver en el mapa que estaban pasando por Canadá y que pronto volarían sobre
Nueva York.
"Recorrí toda la EEI
hasta que encontré una ventana que me diera una vista de Nueva York y agarré la
cámara más cercana", escribió Culbertson en una carta enviada a la NASA al
día siguiente de los ataques.
"Estábamos mirando hacia
Nueva York en el momento, o poco después, del colapso de la segunda torre. Qué
horrible", señalo el astronauta sobre el momento en el que tomó la
fotografía.
"Es horrible ver humo
saliendo de las heridas del propio país desde esta vista privilegiada. La
dicotomía de estar en una nave espacial dedicada a mejorar la vida en la Tierra
y ver la vida ser destruida con actos tan intencionados, estos actos terribles
te sacuden la psique, no importa quién seas", compartió Culbertson, al ver
la fila de humo brotando del destruido WTC.
"Además del impacto
emocional de nuestro país y miles de nuestros ciudadanos siendo atacados, y tal
vez con algunos amigos muertos, estar donde estoy es la sensación más
abrumadora de aislamiento", manifestó en el escrito el astronauta que
viajó al espacio en tres ocasiones, permaneciendo 129 días a bordo de la EEI.
"El mundo cambió hoy. Lo
que diga o haga es muy pequeño comparado con el significado de lo sucedido en
nuestro país al ser atacado".
LOS ASTRONAUTAS Y LOS DESASTRES EN LA TIERRA
La EEI da 16 vueltas cada día
a la Tierra. Es una plataforma de observación remota que recolecta información
de la superficie de la Tierra, los océanos y la atmósfera.
Y parte de las funciones de
los astronautas a bordo de la nave -que varían entre tres y seis, y son
reemplazados cada semestre- es ayudar monitorear los eventos en la Tierra.
"En la EEI recibimos
reportes desde la Tierra y somos parte de la Carta Internacional de Desastres
(IDC, por sus siglas en inglés), así que en el espacio los astronautas debemos
tomar fotografías de los eventos que afectan la Tierra", le explicó el
astronauta estadounidense Kjell Lindgren a BBC Mundo, en una conversación esta
semana en el Museo Intrepid Sea-Air-Space, en Nueva York.
"Tomamos fotografías
para ayudar a quienes están trabajando durante los desastres en la
Tierra", dice Lindgren, quien hizo parte de las expediciones 44 y 45 de la
ISS, entre junio y diciembre de 2015.
"Es muy conmovedor
cuando uno ve tragedias desde el espacio. Ver por ejemplo desastres naturales
es difícil. Sólo imaginarse la destrucción, la gente que va a morir,
especialmente porque uno no puede hacer nada para detenerlo", dice el
astronauta de la NASA.
"Ver los incendios, las
grandes fumarolas desde el espacio, pensar en los bomberos que pierden la vida
tratando de apagarlos… así uno esté tan lejos", agrega Lindgren.
"Uno desarrolla una
conexión personal con esos eventos porque uno siente que es parte de ellos. Es
a la vez muy gratificante poder ayudar", concluye.
Tras los ataques del 11 de
septiembre de 2001 también fueron activados los Programas Científicos de
Monitoreo del Aire de la NASA para que desplegaran sensores aéreos de detección
de agentes contaminantes en el aire.
EL ATAQUE A EL PENTÁGONO
Además de los aviones que
chocaron contra las Torres Gemelas esa mañana, otros dos aviones fueron
secuestrados y estrellados ese día.
El vuelo 93 de United
Airlines chocó en un campo en el estado de Pensilvania cuando los pasajeros
intentaban retomar el control de la nave. Los 37 pasajeros y los siete miembros
de la tripulación murieron.
Un cuarto avión chocó contra
uno de los edificios de oficinas más grandes del mundo: El Pentágono, sede del
Departamento de Defensa de EU.
A las 9:37 am, el vuelo 77 de
American Airlines se estrelló a 530 km/h contra el Pentágono matando a los 64
pasajeros y sus tripulantes, así como a 125 civiles y militares que trabajaban
en el edificio, ubicado en las afueras de Washington.
"Había bruma sobre
Washington pero no se podía ver ninguna fuente específica", escribió
Culbertson en la primera parte de la carta, escrita el mismo 11 de septiembre.
Al día siguiente compartió
una noticia devastadora.
"Supe que el capitán del
avión de American Airlines que impactó el Pentágono era (Carles) Chic
Burlingame, un compañero de clase. Lo conocí durante un verano y tuvimos un
montón de clases juntos", narró el apesadumbrado astronauta.
"Estoy seguro de que
Chic luchó valientemente hasta el final. Y las lágrimas no fluyen de la misma
manera en el espacio.
(ZOCALO/ Agencias/ 11/09/2016 - 02:35
PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario