Marcha médicos
Médicos se manifiestan:
exigen alto a la violencia y a la impunidad y justicia para los médicos
asesinados
Las escaleras de La Lomita
poco a poco se fueron tiñendo de blanco. Los automovilistas y transeúntes no
evitaron voltear. Decenas de médicos reunidos, ataviados con sus batas blancas,
esperaron a que el reloj marcara el mediodía.
Algunos con sombrero, otros
con sombrillas y los menos guarecidos sólo con lentes oscuros, comenzaron a
movilizarse sobre la avenida Álvaro Obregón. El mercurio, detenido en 39 grados
centígrados y una sensación térmica de 43, acompañó a los médicos y al frente
dos mantas.
“Alto a la violencia y a la
impunidad, no más médicos asesinados. ¡Exigimos justicia!”, rezaba la consigna
de una manta firmada por el Colegio Médico de Sinaloa. La otra, firmada por
trabajadores de la salud del Hospital Civil y por personal del Centro de
Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS), se solidarizaba con
el paro nacional.
El golpe más reciente al
gremio médico fue el pasado miércoles 22 con el asesinato del doctor Israel
Payán Félix, el cuarto médico asesinado en lo que va de 2016 en Culiacán. Y
apenas días atrás el traumatólogo Víctor Godoy fue asesinado, y en abril, en la
sindicatura de Eldorado el doctor Rigoberto Bodar Araiza.
Desde La Lomita hasta
Catedral, los médicos marcharon de manera ordenada, sin desmanes ni
improperios. La primera parada que realizaron fue en el cruce con Ciudades
Hermanas y con ello permitieron el flujo de automóviles.
“Nuestra manifestación no
pretende afectar a la gente, sino crear conciencia, que entiendan que lo que
uno busca es salvar vidas, que para eso nos hemos preparado”, dijo uno de los
médicos manifestantes.
La manifestación englobó no
solamente la violencia contra los médicos, sino el movimiento “Yo soy 17”, así
como reformas a leyes que según los prestadores de servicios de salud, buscan
criminalizar al servicio médico.
Después de detenerse sobre
Ciudades Hermanas, los médicos ocuparon dos de los cinco carriles de la avenida
Obregón hacia el norte, haciendo paradas en cruces de avenidas con vuelta a la
izquierda, como los bulevares Emiliano Zapata, Gabriel Leyva Solano y Francisco
I. Madero.
Rozando las 13:00 horas, las
afueras de Catedral estaban pintadas de blanco. El doctor Gilberto Castañeda,
presidente del Colegio Médico de Sinaloa tomó la palabra y a través de un
megáfono hizo un pronunciamiento.
Además de protestar con sus
colegas por la situación actual que atraviesan, leyó seis puntos de un pliego
petitorio dirigido al presidente Enrique Peña Nieto, mismo que fue replicado en
distintas ciudades de México como parte del movimiento “Yo soy 17”.
“Esta es la respuesta que
estamos teniendo… todos estos acontecimientos nos han orillado a exigir a las
autoridades que no haya impunidad, necesitamos tener seguridad y tranquilidad
en nuestros consultorios”, dijo Castañeda.
Previamente, el doctor Israel
Martínez Félix, director del CIDOCS, emitió un boletín de prensa donde
manifestó su solidaridad con el gremio, y se sumó a la manifestación.
“Nos está afectando porque,
principalmente los médicos no quitamos vida sino simplemente damos vida, por lo
que si un profesional atiende a un paciente no va con la convicción de actuar
mal, sino al contrario, hace lo mejor para que ese paciente salga adelante y no
es justo que nos quiten la vida por hacer el bien de la medicina”.
A la exigencia de los médicos
se sumaron simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación (CNTE). “Doctor, amigo, el maestro está contigo”, rezaron los
cánticos de los manifestantes.
Finalmente, después de una
hora, la marea blanca fue bajando. La circulación de la Obregón volvió a la
normalidad y los médicos otra vez a sus labores.
“Aunque sea empleo de alto
riesgo, salvar vidas no pasa de moda”, dijo un manifestante.
YO SOY 17
Entre 11:00 y 14:00 horas,
las labores médicas se interrumpieron en muchas partes de la República, y en
Sinaloa, prestadores de servicios de salud del Estado (Secretaría de Salud),
del IMSS, ISSSTE, Hospital Civil e incluso alumnos y pasantes de medicina de la
Universidad Autónoma de Sinaloa, se sumaron a la protesta.
El origen data en mayo de
2014 con el nacimiento del movimiento “Yo soy 17”, donde el gremio médico acusa
un estado de indefensión, provocado por la detención de 16 profesionales de la
salud del Hospital del Centro Médico de Occidente del IMSS, en Guadalajara,
Jalisco, acusados de homicidio culposo derivado de una supuesta negligencia
médica.
El 11 de junio de ese 2014,
al dictar el Juez Tercero del Distrito de Procesos Penales Federales auto de
formal prisión en contra de los 16 médicos, surge el movimiento. Desde
entonces, médicos de más de 60 ciudades de todo México se manifiestan cada 22
de junio.
Existen seis puntos emitidos
en un pliego petitorio con dedicatoria al presidente de la República, donde
además critican la postura de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico y su
nueva Ley, a quienes juzgan de servir como sicarios y cobradores.
Cada uno de los puntos se
pronuncia en contra de criminalizar la labor médica, pidiendo se den garantías
al servicio médico, así como el rechazo a la Ley de violencia obstétrica,
impulsada por la senadora sinaloense Diva Hadamira Gastélum Bajo, presidenta de
la Comisión para la Igualdad de Género en la cámara alta.
En respuesta, el director
general del IMSS, Mikel Arriola Peñalosa, emitió un comunicado en el que rechaza
que el gobierno federal haya planteado la privatización de la salud, sospecha
que sale de los médicos mexicanos y del movimiento “Yo soy 17”.
Sin embargo, en sus
consignas, uno de los médicos que pidió el anonimato, señaló que lo que buscan
sí es privatizar al IMSS.
“Es la reforma que quieren
hacer del IMSS, donde quieren quitarte después de 28 o 30 años de trabajo todo
tu patrimonio, dejarte sin nada, quitarte todas tus prestaciones y quitarte tu
pensión. Como un Seguro Popular, pues: ‘esto sí abarca, eso no abarca’, es un
problema en general que vemos muy delicado”, dijo.
MÉDICOS CONTRA LA IMPUNIDAD
La situación de los médicos
de Sinaloa es delicada, explicó el doctor Gilberto Castañeda, y según sus
cifras, en los últimos 10 años han asesinado a 30 médicos en todo el estado, 2
de ellos en este mes.
“Si hablamos de 10 años para
acá, prácticamente van 30 en todo Sinaloa, y en este año van 2dos en este mes”,
dijo.
Exigen, añadió, que “esos
asesinatos se esclarezcan… obviamente que ellos (las autoridades) están
encargados de eso y nosotros confiamos en ellos pero pues necesitamos
resultados”.
Con el asesinato del doctor
Israel Payán Félix, el gremio médico sufrió un golpe. Según testimonios de
compañeros, Payán Félix fue un profesional y un gran ser humano.
La Atención Domiciliaria del
Enfermo Crónico (ADEC) es un programa del IMSS que lleva servicios de salud a
derechohabientes con enfermedades que limitan su movilidad. Israel Payán
formaba parte de ese programa.
El miedo y la indignación se
propagó al grado que para opinar, prestadores de servicios de salud pidieron el
anonimato, y los testimonios de personal médico del Hospital General Regional
número 1 del IMSS coinciden en que Payán Félix era un médico íntegro.
“Nosotros estamos indefensos
ante esas agresiones, fuimos educados para salvar gente no estamos educados
para usar armas ni mucho menos”, dijo uno de los médicos.
“Estás perdiendo capital
intelectual muy formado, con mucha experiencia y que es útil a la sociedad. El
doctor (Payán) estaba en un programa que se llama enfermo crónico (ADEC) y que
daba atención domiciliaria a todos los pacientes, prácticamente tenemos un
hospital ambulante y él era el que los iba a ver”, añadió.
La respuesta de la autoridad
no llega, y aunque el gobernador Mario López Valdez señaló durante una gira por
Navolato, que existen elementos de sobra para dar con los culpables del
asesinato de los doctores Payán y Godoy, la realidad que reflejan los médicos
es otra. Se sienten indefensos.
“Aquí cualquiera puede venir
y hacerte lo que quiera”, dijo uno de los doctores entrevistados.
“¿Yo qué traigo de arma?”,
añade, y luego se revisa su bata. Hurga en sus bolsillos y responde, “pues
nada, exacto. ¿Qué podemos hacer nosotros contra esto si no tenemos quién
detenga eso? Está mal, simplemente está mal”.
La explicación que da el
líder del Colegio Médico de Sinaloa es que la medicina se está manejando como
una profesión de alto riesgo por los hechos recientes, sin embargo, el
testimonio final de uno de los médicos deja una pregunta.
“Nosotros fuimos educados
para salvar vidas, no fuimos educados para portar armas o para tramarnos a
golpes con la gente. No. Fuimos educados para salvar vidas”.
TABLA
PLIEGO PETITORIO “YO SOY 17”
1- NUNCA MÁS UN PRESTADOR DE LOS SERVICIOS DE SALUD
DETENIDO.
Esto en cumplimiento de sus
labores.
2- NO CRIMINALIZAR AL PRESTADOR DE LOS SERVICIOS DE
SALUD.
Sostienen derechos de
protección a información personal y confidencial, así como de derechos humanos.
3- LA DETENCIÓN DE UN PRESTADOR DE LOS SERVICIOS DE LA
SALUD POR UN ACTUAR PROFESIONAL, SERÁ LA DETENCIÓN DE LABORES POR PARTE DEL
GREMIO DE LA SALUD.
Los médicos reconocen que el
trabajo que realizan diario es por el bienestar de los pacientes/usuarios.
4- DECIMOS NO A LA LEY DE VIOLENCIA OBSTÉTRICA.
No criminalizar el actuar
médico cuando no existen los medios y recursos necesarios para otorgar un
servicio de salud digno.
5- NO PODEMOS PERMITIR UN SISTEMA UNIVERSAL DE SALUD.
Dicho sistema pretende jornadas
de hasta 36 horas continuas y la sospecha de la privatización de los servicios
médicos, como ya sucedió con otros en México.
6-MANIFESTAMOS NUESTRO RECHAZO ABSOLUTO A LA LEY
CONAMED (COMISIÓN NACIONAL DE ARBITRAJE MÉDICO).
Señalan que dicha comisión
sirve únicamente como extorsión disfrazada de mediación y/o arbitraje.
(RIODOCE/ Aarón Ibarra/ 27 junio, 2016)
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