lunes, 27 de junio de 2016

LLORAN LA MUERTE DE JOHANA Y ABRAHAM

Los menores presuntamente perdieron la vida al meterse a un refrigerador viejo, esto fue confirmado por las autoridades.


Sitio. Aspectos del lugar en donde murieron los niños.

Culiacán, Sinaloa.- Los hermanos Johana Paola “N” de 7 años y Abraham “N” de entre 4 y 5 años de edad murieron por asfixia al meterse en el interior de un refrigerador viejo, confirmó ayer la Procuraduría General de Justicia del Estado.

De acuerdo a Julio César Romanillo, subprocurador de la Zona Centro, la causa de muerte quedó como asfixia por confinamiento (lo que es falta del aire a las vías respiratorias).

Los niños al meterse a un refrigerador viejo que estaba en deshuso este se cerró de manera hermética, por lo que no pudieron salir.

De acuerdo al funcionario los menores no presentaban golpes, ni otro tipo de abuso, como se estuvo informando de forma extraoficial.

Todo indica que los niños por juego o curiosidad se metieron al refrigerador de donde nunca imaginaron no salir con vida.
TRISTEZA

Ayer, entre llanto y mucho dolor sus familiares velaban los restos de estos niños a quienes catalogaron como seres maravillosos.

A la conocida funeraria, ubicada por el bulevar Zapata, llegaban poco a poco ramos de flores en señal de condolencia.

“ESTABAN PRECIOSOS Y ERAN BUENOS NIÑOS, ELLA ESTUDIABA SEGUNDO AÑO DE PRIMARIA Y ABRAHAM YA IBA A IR AL KÍNDER, DIJO QUIEN SE IDENTIFICÓ COMO UNA PERSONA ALLEGADA A LA FAMILIA.  

En la sala funeraria sólo había rostros tristes y lágrimas resbalando por las mejillas, las voces de los presentes eran bajas y todos mostraban un gran dolor por lo sucedido.

En la sala de velación estaban fotografías con los rostros de los niños en vida, lo que provocaba aún más dolor por haberlos perdido de una forma tan inesperada y trágica.

Un mujer que dijo ser cercana a la mamá, comentó que ella al igual que cientos de madres en Sinaloa y miles en el país, se veía en la necesidad de dejar a los niños solos en la casa para ir a buscar el sustento.

Comentó que por su precaria situación no contaba con recursos para llevarlos a una guardería o bien pagar a alguien para que se los cuidara.

RECUENTO

La tragedia que le costó la vida a estos niños ocurrió en una vieja edificación ubicada por la calle Antonio Rosales, entre Ruperto Paliza y Jesús G. Andrade, a tan sólo unos cuantos metros de “Catedral”.

Aunque esta madre y sus tres hijos habitaban en el corazón de la ciudad, su vida no era fácil y por el contrario, vivía de forma muy precaria. Aunque tenían luz y aire acondicionado en la habitación, no contaban con drenaje.

En la vieja edificación, la cual tiene parte en ruinas, ahí crecían tres niños de los cuales dos ya no estarán. Personas que viven cerca del lugar de la tragedia dijeron no conocer a las familias que ahí vivían y se decían extrañados por lo ocurrido.


Autoridades en el lugar de los hechos.

De acuerdo a lo dicho por personas que fueron al lugar de los hechos, fue que los niños estaban solos y cuando llegó la mamá, siendo ya noche, empezó a buscarlos por toda la edificación y no los encontraba y fue cuando al abrir el refrigerador se encontró con la terrible realidad de que ahí estaban, pero está versión no fue confirmada ni por la familia ni la autoridad.

Ayer, la vieja casona la cual en algún tiempo fue escuela, estaba completamente vacía, entre las aberturas de las puertas se podía ver que lucía como si estuviera abandonada. De una de las esquinas salía un olor a excremento y hasta el fondo, sólo se apreciaba una carretilla.

Las paredes parecían como si las estuvieran remodelando y estaba una cinta amarilla en señal de tragedia.



(EL DEBATE/ REDACCION/ 27 DE JUNIO 2016)

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