MÉXICO, D.F.,
(apro).— El Papa Juan Pablo II nunca supo de los abusos sexuales contra menores
de edad cometidos por Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo,
aseguró quien fue secretario personal de ese pontífice, el también polaco
Stanislao Dziwisz.
En el libro He
vivido con un santo, que ya empieza a circular en Europa, Dziwisz señala que,
para Juan Pablo II, Maciel era “el fundador de una gran orden religiosa y basta,
nadie le había dicho nada, ni siquiera de los rumores que corrían… ¡No sabía
nada!,¡absolutamente nada!”.
Y sobre las cartas
que le enviaron a Juan Pablo II las víctimas de Marcial Maciel, Dziwisz asegura
que se perdieron en el laberinto burocrático del Vaticano y nunca llegaron a
manos del pontífice:
“Son, por desgracia,
las consecuencias de una estructura aún extremadamente burocrática”, señaló.
He vivido con un
santo es una extensa entrevista que le hizo al exsecretario del Papa el
periodista Gian Franco Svidercoschi, quien en los años ochenta fue subdirector
del periódico vaticano L´Osservatore Romano.
En el
libro-entrevista, Dziwisz también señala que Juan Pablo II nunca condenó a la
teología de la liberación, sino que solo denunció las degeneraciones y graves
equívocos de esa corriente eclesiástica surgida en América Latina.
“El marxismo, que
sostiene la lucha de clases, una revolución violenta, no podía ciertamente ser
adoptado como solución a los males en América Latina. Existía el peligro, muy
realista, que la medicina pudiese ser más dañina que la enfermedad misma”,
dijo.
Y agregó:
“Juan Pablo II
aprobó expresamente una teología de la liberación en el signo de la opción por
los pobres, es decir de la gran elección evangélica cumplida por la Iglesia
latinoamericana”.
También rechazó las
acusaciones en el sentido de que Wojtyla instauró un pontificado de “rigidez” y
“restauracionismo”. Y pidió que los llamados al orden y a la disciplina de ese
pontífice sean analizados en su justo contexto histórico.
Dziwisz reveló que
Juan Pablo II también estuvo analizando la posibilidad de que los Papas –y él
mismo— pudieran dimitir debido a su avanzada edad.
“Sobre al renuncia,
el Papa examinó los textos dejados por el Papa Montini (Pablo VI), consultó a
sus más cercanos colaboradores, entre ellos al cardenal Ratinger. Estableció
también un especial procedimiento para la dimisión, en caso de que no estuviese
en capacidad de desarrollar su ministerio”.
Pero finalmente,
dijo, Juan Pablo II “se sometió a la voluntad del Señor”, permaneciendo en el
pontificado hasta su muerte, ocurrida en 2005.
He vivido con un
santo se publica con motivo de la próxima canonización de Juan Pablo II,
programada para abril de 2014.
(PROCESO / RODRIGO
VERA / 5 DE NOVIEMBRE DE 2013)