
Redacción/DOSSIERPOLITICO.COM
En una reunión con desarrolladores turísticos, el cónsul de
Estados Unidos en Hermosillo-Guaymas, John S. Tavenner, denunció días atrás la
presencia de una red de timadores de bienes raíces en San Carlos, Nuevo Guaymas.
En una investigación iniciada por Dossier se logró saber que se trata de
‘delincuentes de cuello blanco’ dedicados a despojar con toda impunidad de
millonarias cantidades en dólares a extranjeros, que vía el engaño les prometen
que serán propietarios de condominios y lotes ubicados en los más exclusivos
fraccionamientos asentados a la vera de la paradisiaca bahía.
Un
escandaloso fraude contra extranjeros adquirientes de bienes inmuebles en San
Carlos, Nuevo Guaymas, ha salido a la luz pública por estos días, luego de que
el Consulado de Estados Unidos en Hermosillo-Guaymas conociera y denunciara
públicamente uno, de cuando menos cuatro casos de ciudadanos del vecino país,
que fueron timados por desarrolladores turísticos asentados en este destino
turístico.
En un somero análisis de uno de los casos, que obra como
querella penal en la agencia segunda del Ministerio Púbico del Fuero Común de
Guaymas, y a cuya copia Dossier ha tenido acceso, se olfatean muy fétidos
olores, emanados de presuntos actos de corrupción, tráfico de influencias e
impunidad de particulares en confabulación con autoridades de alto nivel que a
la vista solapan tales actos fraudulentos.
En el cuerpo de la querellas
penal radicada ante el representante social de Guaymas, se deriva que la pareja
origen norteamericano, de nombre Kathy Sue Walker Sue y su esposo, David Lyn
Walker, en calidad de propietarios de la empresa inmobiliaria dedicada a la
venta de lotes y condominios en San Carlos, con razón social “Sea Escape At
Esmeralda Bay S.A de C.V”, y su socia guaymense, María del Carmen Ordaz Aguiar,
con engaños despojaron de miles de dólares a una pareja del vecino país que
pretendía adquirir bienes inmuebles en este cotizado destinos
turístico.
Los defraudados son los ciudadanos norteamericanos Mary Marie
Barlow y su esposo Gary Donn Barlow, quienes por el mes de septiembre del año
2007 depositaron, vía transferencia bancaria en dos ministraciones, la cantidad
de 450 mil dólares, con miras de hacerse legales propietarios mediante
fideicomiso turístico para extranjeros, de un condominio y un lote con vocación
habitacional.
Ambos bienes, de acuerdo al contrato de compromiso de
compraventa, estarían ubicados en lo que sería el fraccionamiento residencial
“Costa Bella”, en San Carlos, Nuevo Guaymas, justamente colindante a la playa,
con vista a la isla “San Pedro Nolasco”, del Mar de Cortés, un privilegiado
lugar con alta plusvalía inmobiliaria.
Un precio “de ganga” si pagaban
por adelantado y al contado se les ofreció en junio del 2007 a los cautivos
clientes; este sería de 200 mil dólares el condominio, ubicado en el primer piso
de la torre uno del fraccionamiento Costa Bella, y de 250 mil dólares el lote
donde pretenderían construir una vivienda a orillas de la playa, justo a la
vista del condominio por adquirir.
Los Barlow aceptaron la oferta y antes
de finalizar el 2007 habían depositado los 450 mil dólares en la cuenta de la
empresa Sea Escape Et Esmeralda Bay S.A. de C.V.
Estos precios resultaron
por demás atractivos para los norteamericanos interesados en comprar, toda vez
que el valor comercial exhibido en folletos y listas de la empresa vendedora,
suponía casi la mitad del precio original según los Walker y Carmen Ordaz. “Es
un precio castigado”, se les dijo entonces como primer paso del
engaño.
La triste realidad es, que a la fecha, y pese a múltiples
exigencias por diversas vías por parte de los frustrados adquirientes, no se ha
reintegrado el dinero defraudado, mucho menos se les ha entregado los bienes ya
pagados.
Una inspección ocular que realizó este medio por el
fraccionamiento Costa Bella se pudo constatar que la obra en construcción de lo
que sería el modulo habitacional donde adquirieron el condominio los
norteamericanos esta en calidad de obra negra y abandonada.
Con engaños,
evasivas y actos de mala fé, los agentes inmobiliarios norteamericanos y su
socia, la empresaria del ramo asentada en Guaymas, la citada Ordaz Aguiar,
engatusaron a los adquirientes y siempre dieron largas para concretar la entrega
de los bienes adquiridos.
Así transcurrieron más de tres años, tiempo en el
cual, los defraudados despejaron sus fundadas sospechas de que habías sido
objeto de un fraude.
Después de un desgastante ir y venir y al punto de
la desesperación, así como un evidente sentimiento de frustración, a mediados
del año pasado, los perjudicados optan por contratar los servicios de un
prestigiado despacho de abogados asentado en San Carlos y el 11 de octubre del
2011 enderezan una querella penal bajo el expediente 1524/2011 por el presunto
delito fraude y lo que resulte contra los Walker y la guaymense
Ordaz.
Sin embargo, de acuerdo a información recabada entre allegados a
los norteamericanos defraudados, la agencia segunda del Ministerio Público del
Fuero Común en Guaymas, habría recibido órdenes desde los altos niveles de
gobierno para no dar celeridad a la averiguación previa que se sigue de la
querella penal radicada por los Barlow contra los empresarios
inmobiliarios.
En una investigación iniciada por este medio sobre este
caso, se logró saber que por lo menos unas cuarenta personas, entre
norteamericanos, alemanes, franceses y canadienses, entre otros, podrían haber
sido víctimas de la empresa de bienes raíces “Sea Escape At Esmeralda Bay S.A de
C.V.
De estas, se conoce que al menos cuatro extranjeros defraudados han
radicado querellas de tipo penal por fraude específico y todos los agravantes
legales que de ello se desprendan.
Denuncia Cónsul de USA fraude
contra sus connacionales
El Cónsul de Estados Unidos en Hermosillo
con jurisdicción en San Carlos Nuevo Guaymas, John S. Tavenner, ya conoció hace
unas semanas, en voz directa de los norteamericanos defraudados, los esposos
Barlow, el oprobioso fraude de que fueron objeto y los problemas que les ha
generado el haber sido despojado de los 450 mil dólares por parte de la los
Barlow y la guaymense Carmen Ordaz.
En una visita del diplomático
norteamericano a San Carlos, Nuevo Guaymas el pasado 18 de abril, y justamente
en una reunión con agentes inmobiliarios, manifestó su queja que algunos de sus
connacionales representados habían sido defraudados por empresarios asentados en
este destino.
Irónicamente, en la reunión estaba María del Carmen Ordaz, en su
investidura de desarrolladora turística.
Lo más lamentable y vergonzoso
para la imagen de Sonora de cara a este ilícito caso, es que los norteamericanos
defraudados habían dispuesto de sus ahorros en el fondo de retiro laboral en
Estados Unidos con la noble intención de adquirir una propiedad en San Carlos
para sobrellevar su jubilación en un lugar apacible y bello por
naturaleza.
Por el contrario, lo que encontraron fue un desprecio por la
ley y un mercado de bienes raíces marcado por la corrupción, y la impunidad de
poderosos personajes del ámbito inmobiliario, que sin escrúpulos, abusan de la
confianza de ciudadanos norteamericanos de buena fe que buscan hacer de San
Carlos su lugar de retiro laboral.