Víctor Hugo
Michel/ Www.twitter.com/vhmichel
¿Cuánto cuestan las operaciones más
peligrosas del gobierno mexicano? ¿Qué tan caro sale infiltrar al narcotráfico?
¿O crear una nómina de informantes? ¿O tender trampas a narcos y mantener en el
exilio a testigos protegidos? La respuesta: casi mil millones de
dólares.
Tras el escudo del secreto de Estado, el gobierno de Felipe Calderón
ha destinado a lo largo del sexenio hasta 12 mil millones de pesos para
financiar “gastos confidenciales” en el combate al crimen organizado, dinero que
habría sido empleado en distintos rubros clasificados, desde pagar operaciones
encubiertas y rentar casas de seguridad, hasta preparar operativos sorpresa para
capturar a capos del narcotráfico.
Una investigación de MILENIO en torno a
algunos de los programas más sensibles del gobierno mexicano revela que la
administración calderonista ha echado mano de una partida presupuestal poco
conocida, reservada por ley para “gastos de seguridad pública y nacional”, para
complementar con dinero duro las partes más reservadas de su estrategia
antidelincuencia.
Se le conoce como la partida 33701 y opera bajo la más
estricta reserva del Estado Mexicano. Su uso es tan confidencial que, por ley,
sólo algunos secretarios, el procurador General de la República y el titular del
CISEN tienen autorización para activarla. Y sólo ellos saben a qué exactamente
ha sido destinada.
Pero si bien es secreta, su uso ha sido extenso y
millonario: 9 dependencias del gobierno federal, incluidas las Fuerzas Armadas y
los servicios de inteligencia, se han visto beneficiadas con acceso a cientos de
millones de pesos provenientes de la partida, que pueden ser empleados para
financiar una amplia gama de acciones, según se desprende de informes de la
Auditoría Superior de la Federación, el Diario Oficial de la Federación y
reglamentos internos gubernamentales. En realidad, es un gasto que queda a la
libre interpretación de cada dependencia.
Según distintos registros, para la
Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública la partida 33701 cubre los
gastos en operaciones encubiertas y con usuarios simulados, además de financiar
el costo de infiltrar agentes en redes criminales. Para la Presidencia de la
República, conlleva la adquisición de equipo de seguridad adicional para la
protección del presidente Felipe Calderón. En cambio, la PGR la emplea para el
pago de recompensas por información que lleve a la captura de delincuentes y el
mantenimiento de su programa de testigos protegidos.
Aun así, en otras áreas
es aún más secreta. No existen registros públicos de cómo los recursos de la
partida 33701 son empleados por el CISEN, la Marina y el Ejército, por
ejemplo.
***
Luego de la intervención del pleno del Instituto
Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental y Protección a Datos
Personales, MILENIO obtuvo vía la Ley Federal de Transparencia los únicos datos
que existen públicamente en torno a la partida: una relación actualizada de los
gastos que han sido asignados bajo su auspicio.
La descripción oficial de la
Secretaría de Hacienda sobre la partida da una idea general de su uso y de cómo
puede ser empleada en la contratación. Sus recursos, establece el Clasificador
por Objeto de Gasto Gubernamental, “serán destinados a la realización de
programas, investigaciones, acciones y actividades en materia de seguridad
pública y nacional (…) cuya realización implique riesgo, urgencia y
confidencialidad extrema. Incluye los recursos para la contratación temporal de
personas y la adquisición de materiales y servicios necesarios para tales
efectos”.
La cifra del gasto ejercido dentro de esta partida es mayúscula.
Tanto como difícil es definir en qué se invierten sus recursos por obvias
razones: un cálculo realizado por este diario detalla que el monto asignado a
erogaciones confidenciales desde 2006 es casi once veces el presupuesto de la
Presidencia de la República (mil 700 millones) o dos veces más que el programa
Oportunidades (5 mil millones de pesos).
Algunas cifras adicionales
evidencian el tamaño de los gastos de seguridad nacional de la actual
administración. Superan al presupuesto asignado en 2010 a dependencias enteras
como la PGR (11 mil millones de pesos), Energía (3 mil millones de pesos),
Turismo (3 mil 953 millones de pesos), Reforma Agraria (5 mil millones de
pesos), Función Pública (mil 284 millones de pesos) y hasta el presupuesto
global de la Cámara de Diputados y el Senado, con cuatro mil 753 millones y tres
mil millones de pesos, respectivamente.
***
De la información
obtenida vía la Ley de Transparencia se desprende que una de las agencias más
beneficiadas con fondos confidenciales ha sido la Policía Federal, que incluso
trató en un principio de clasificar por seis años toda la información relativa a
cuánto le ha sido presupuestado como parte de la partida 33701.
En sus
argumentos en contra de la solicitud de información 0413100034811 presentada por
este diario, la Policía Federal advirtió que dar a conocer la cifra de lo
recibido y gastado en la partida 33701 pondría en riesgo la seguridad nacional,
al revelar el estado de fuerza de la agrupación y dar una idea general al crimen
organizado sobre cómo defenderse de sus operativos.
En su negativa la PF dio
algunos detalles adicionales de lo que se hace con gasto a la partida más
secreta del gobierno: “El presupuesto ejercido en Gastos de Seguridad Pública y
Nacional es utilizado para atender los requerimientos de los diversos operativos
confidenciales (…) a través de operaciones encubiertas, trabajo de
inteligencia, intercambio de información con otras instituciones de Seguridad
Nacional y corporaciones policiales del ámbito estatal y
municipal”.
Conocidas comúnmente como “operaciones negras”, en la PF este
tipo de actividades están a cargo de la Coordinación de Operaciones Encubiertas,
un área que de acuerdo a su reglamento interno puede trabajar con “usuarios
simulados” y obtener información por vías diversas, como la infiltración de
agentes encubiertos en estructuras criminales. Es decir, de la partida se pagan
los salarios de un número altamente secreto de hombres y mujeres que han logrado
infiltrar a las redes criminales del país.
MILENIO recurrió la decisión de la
Policía Federal ante el pleno del IFAI, al considerar que una cifra global no
tendría por qué poner en riesgo la seguridad de las operaciones encubiertas en
curso. Tras tres meses de deliberación, los comisionados del instituto
ratificaron de forma unánime ese punto de vista y ordenaron a la PF revelar el
monto de lo recibido.
En consecuencia, la Policía Federal desclasificó la
información y reveló que desde el 2006 se han transferido a sus operaciones
confidenciales más de 5 mil 300 millones pesos, equivalente a casi 400 millones
de dólares al tipo de cambio actual.
En una solicitud por separado, la
Secretaría de Seguridad Pública informó –sin hacer uso del recurso de
clasificación—que ha recibido también fuertes transferencias de fondos
confidenciales: alcanzan los 5 mil 859 millones de pesos, o 438 millones de
dólares.
De manera pública, la PF sólo ha informado de dos operaciones
encubiertas que han sido sufragadas con cargo a la partida confidencial. Una de
ellas, con nombre clave “Colmena”, permitió en marzo pasado la captura de Víctor
Manuel Félix, compadre de Joaquín el Chapo Guzmán y cabeza de una célula
dedicada al tráfico de drogas entre Sudamérica y México.
En 2010, otra
operación encubierta –mediante la cual se crearon cuentas bancarias
ficticias—llevó a la caída de Javier López Medina, lugarteniente de la Familia
Michoacana.
RECUADRO
Recursos asignados por dependencia
dentro de la partida 33701 a lo largo del sexenio:
*Secretaría de
Gobernación: 642 millones 280 mil pesos
*Secretaría de la Defensa Nacional:
57 millones 608 mil pesos
*Secretaría de Marina: 29 millones 505 mil
pesos
*Presidencia de la República: 11 millones 941 mil pesos
*CISEN: 563
millones 984 mil pesos
*SAT: 30 millones 819 mil pesos
*SSP: 5 mil 859
millones de pesos
*Policía Federal: 4 mil 294 millones 173 mil pesos
*INM:
119 millones 948 mil pesos
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